Entre tu y yo

 Destaca la conductora Bárbara Sánchez Novoa, locutora de radio y televisión

Su trato es agradable desde la primera palabra. Y transmite una sonrisa que denota confianza en sus palabras, seguridad en sus ideas, exquisitez de modales.

Mira atentamente a su interlocutor cuando habla. Quizás ha sido una práctica asida a su labor como locutora. Pero lo cierto es que dominar el arte de comunicar y hacer sentir bien a los demás cuando conversa.

Bárbara Sánchez Novoa sabe que su trabajo es estresante, pero precisa de mostrar serenidad cuando intercambia con alguien. Se desenvuelve con gran éxito desde una fresca ternura que brota de una mirada tierna y candorosa.

Sobre su trayectoria en el mundo de la radio y la televisión se dispuso a cedernos unos apretados minutos antes de salir al aire en el programa de televisión Al mediodía. Y no porque su rostro se mostraba maquillado ocultaba una belleza que hace gala en su forma de actuar, gesticular, observar…

Tus comienzos fueron en la radio, ¿cierto?

Así es. Mis inicios fueron en la radio camagüeyana. Realizaba el tercer año de la carrera de Estudios Socioculturales y me incorporé a un curso para aficionados de la radio, que impartía Francisco Rivero, Premio Nacional de Radio.

Mientras pasaba el curso, se creó un club juvenil para que los estudiantes estuviéramos vinculados a las dinámicas de ese medio. Comencé a dar mis primeros pasos en Radio Camagüey y Radio Cadena Agramonte, al mismo tiempo que estudiaba en la universidad.

¿Cómo llegaste a la televisión?

Como ya estaba dentro del circuito mediático, el director Gustavo Pérez me hizo una propuesta para entrar en un programa de televisión en el Telecentro de Camagüey, que se llama El guión del escaramujo. Y alterné la radio con la televisión.

Hasta que aterrizas en La Habana.

Vine para la capital en el 2006, por cuestiones personales. Llegué con esas grandes ideas que había sembrado en Camagüey para tratar de cosecharlas aquí.

No fue muy sencillo. Estuve aproximadamente un año separada de los medios como locutora, porque empecé a trabajar en el departamento Propaganda y Publicidad. Allí pasé mi servicio social como asesora. Estuve casi dos años e hice algunas pequeñas cositas como locutora.

Posteriormente, tuve la posibilidad de que me evaluaran como locutora y, con el tiempo, pasé al Sistema Informativo de la Televisión Cubana y al Canal Habana.

Colaboré mucho con la redacción de programas habituales, hice mi primera cápsula informativa y salí por primera vez en cámara. A todo ello se sumó nuevamente la radio, porque siempre tuve muy claro que quería trabajar en ambos medios.

¿Qué ha sido lo más desafiante para ti como locutora?

Lo más desafiante y emocionante ha sido el deseo de cultivar mi vida personal y dejarla intacta. Pero eso es difícil porque vas mutando y perdiendo un poco de control sobre ella. Eso se debe a que el público te reclama como si le pertenecieras.

Por ello tienes que dar lo mejor de ti siempre. El público está constantemente midiéndote y exigiéndote. Se pierde esa privacidad en la que te dices que haces las cosas a tu manera y no va a molestar a nadie. Sabes que lo que haces va a ser medido, evaluado, aceptado o rechazado. ¡Y eso te crea un estrés tremendo!

¿Cómo llegaste a Al mediodía?

Entré en un momento de transición de varios locutores por los distintos canales. Hablaron conmigo para que asumiera la promoción de cada canal, y hasta este momento ha sido una experiencia muy linda y retadora. El programa posee una visualidad múltiple, variada. Y tuve que buscar un estilo.

Un programa en vivo suele ser muy estresante, ¿no crees?

Pienso que sí. El principal reto es la inmediatez. Debes saber que lo que estás diciendo es lo que va a llegar al público. Pero ese reto se traduce en naturalidad y en poder decir algo inteligente, rápido y conciso. Yo no dispongo de mucho tiempo en el programa para ponerme a conversar con nadie. Lo mío es directo.

Sin embargo, ser natural es difícil también, porque a veces pretendes que todo salga bien, perfecto, elegante, y terminas rozando con vicios o posturas inapropiadas. Pero siempre andan los profesores por ahí para recordarte que lo principal es la naturalidad.

¿Te sientes satisfecha en el programa?

Sí, porque el colectivo me ha apoyado siempre y se trabaja en un ambiente cómodo. El programa ha recibido premios y reconocimientos. Además, logramos el Premio de la Popularidad de Entre tú y yo, y ese ha sido el mejor regalo del público cubano.