Una vecina de nueve años me pidió el otro día que le hiciera un cuento. Lo intenté y me replicó “así no, como lo que hace la muchacha de la televisión”. Le pregunté hasta que supe que se trataba de la joven  de Amanecer feliz, sección dedicada a los menores en la revista Buenos días.

La solicitud de la niña ocurrió pocos días después que un avezado pensador del audiovisual, me hablara de ese espacio en forma laudatoria e incluso opina que es un producto exportable.

Yo lo veía, lo disfrutaba, pero no me detenía en él. Durante una semana seguida lo sintonicé y decidí localizar a Dayana Deulofeu Canto, “la muchacha de la televisión”.

Merecedora de numerosos premios, la intérprete tiene una intensa vida en la narración oral que la llevó desde hace nueve años a dirigir el  proyecto comunitario llamado Contar esta cuento en flor, en la  Sociedad Cultural José Martí con escuelas de la comunidad,  proyecto  que tiene como fin divulgar la obra martiana.

-¿Cómo te haces artista?

-Creo que la respuesta a muchas preguntas se descubren en la infancia, siento que fui una niña privilegiada, crecí rodeada de buen arte, libros, cuentos y poesía, escuchando los buenos consejos y las historias del mundo contadas por mi padre a través de sus viajes, de la mano de mi madre que me enseño las cosas sensibles de la vida, los pequeños detalles que se van guardando “en un bolsillito del corazón” como siempre les digo a las niñas y los niños al comenzar el programa, siempre dedico unos minutos a recordarles escuchar buena música, rodearse de libros aunque aún no se sepa leer, porque fue así como yo un día sentí estaba demasiado lleno mi corazón de niña y comencé a escribir cuentos.

Asistí a los maravillosos talleres literarios que existían en la Casa de los escritores de mi municipio 10 de Octubre y fue como comenzó todo. Mis historias participaron en los muchísimos concursos infantiles que existían para darle espacio a la inspiración de los más pequeños, conocí personas maravillosas que con dulzura y amor dedicaban todo a los niños, porque comprendían en lo más profundo de su ser la frase martiana que dice “los niños son la esperanza del mundo”

Obtuve más de 60 premios de literatura con mis historias, y fue en una de aquellas premiaciones donde una maestra llamada Esther López me preguntó si quería aprender a narrar mis propios cuentos, con 10 años el “había una vez” se convirtió en parte de mi vida, asesorada durante muchos años por la actriz y narradora oral Silvia Tellería. La Narración Oral para niños o para adultos, lleva no solo un mensaje ético, sino que resguarda  la memoria de lo que somos, el sentido detrás de cada tradición, resaltando detalles que la prisa nos roba, escuchar una historia nos puede ayudar a descubrir el mundo.

Soy artista porque es mi vida, no recuerdo una Dayana lejos del arte, resultado de una infancia hermosa llena de cubanía.

-  ¿Por qué para los niños?
-Trabajo para las niñas y los niños porque me siento en deuda con todas aquellas maravillosas personas que me regalaron su tiempo, su amor, sus conocimientos,  no solo a mí, sino a muchos de mi generación sin más recompensa que saber que pusieron su granito de arena, por eso me esfuerzo cada día para estar a la altura de los que me regalaron un mundo donde crecer feliz.

Otra razón es que soy profundamente martiana, y si un hombre como nuestro Apóstol José Martí que vivió tan intensamente dedicó tiempo, esfuerzo y amor a los “que saben querer” en ese maravilloso libro que es la Edad de Oro, creo que todos tenemos la responsabilidad de hacer un mundo mejor para los más pequeños, regalándoles sobre todo alas para sus corazones.

- ¿Qué tiempo llevas en Amanecer feliz?
 -Llegué al programa Amanecer feliz hace seis años a través del director de televisión Vladimir Zúñiga con quien había desarrollado un proyecto anterior en la Televisión Cubana durante el verano llamado Pintacuento él le habló de mis más de 15 años de experiencia en el mundo de la Narración, y los dos Premios Nacionales Juglar que otorga la UNEAC en las categorías de adultos y niños. Vladimir me llevó a Juan Gutiérrez Director y creador de Amanecer feliz. El colectivo del programa es pequeño pero multifacético, sus integrantes realizan varias tareas para el resultado final que ofrecemos cada mañana, con el honor de la presencia del maestro Cecilio Avilés, con su arte y su inigualable pedagogía, en la asistencia de dirección Yoima Acuña encargada de la enorme tarea de las fotos, dibujos y los muchísimos saludos, Rebeca Sánchez siempre atenta en la producción, y Juanito, como se le dice cariñosamente a nuestro director, siempre guiando cada paso, rigiendo cada detalle,  y reinventando ideas. Se intenta siempre mantener la frescura,  sobre todo  apoyándonos en la conexión con el público, con quienes mantenemos una relación muy cercana a través de las cartas, tan próxima como para felicitar a un pequeño amigo porque al fin se tomó todo su desayuno, lucha ardua de una abuela dedicada que siempre nos escribe. Además de las cartas, mi trabajo en teatro con actividades en vivo me mantiene muy atenta a los gustos y necesidades del público infantil, las  historias que más les gustan o las que más necesitan, el rescate de muchas canciones infantiles o juegos tradicionales, pero siempre dejando espacio para conversar y escucharlos.

Esta relación tan cercana ha influido mucho en la realización de la imagen del programa en general, desde los paisajes del fondo hasta el diseño de mi imagen, que fue variando según las opiniones de los televidentes, contando también con la  guía, en aquellos primeros tiempos, de nuestra asesora de programas infantiles Nadia Sánchez en cuanto a imagen,  que se fue materializando contando con los recursos disponibles para la realización de los vestuarios, siempre bajo la aprobación de la dirección del programa. Nuestro espacio se graba en recortador, y tradicionalmente se realiza una toma  muy cercana de la conductora, y eso condiciona también el vestuario que se utiliza, ejemplo de esto puede ser la no utilización de algunos tipos de estampados o del color verde y algunas tonalidades de azul. Un ejemplo de la influencia de la opinión del público es referente al largo de mi cabello que propicia los elaborados peinados de trenzas que tanto mencionan las niñas en sus cartas.

-¿De quién son los guiones?

-A mi incorporación al colectivo este ya contaba con la experiencia de la guionista Beatriz Russo que durante años ha escrito para nuestro programa, y dada mi experiencia en la Narración Oral contando mis propias historias y mi cercana relación con la literatura, se me ofreció  la oportunidad de escribir guiones, siempre supervisado por nuestro Director. Este bello trabajo compartido de guionistas lo realizamos con la mejor de las comunicaciones y el amor de redactar para los más pequeños. Personalmente, me he dado a la tarea de fortalece la presencia de nuestros escritores cubanos de literatura infantil que son muchos y con obras valiosísimas, converso con los escritores con los cuales trabajo pues desde hace tiempo tengo con ellos una estrecha relación dado mi trabajo con estos artistas en la presentación de sus libros o en la labor de apoyo a la promoción de la lectura; resalto siempre el nombre del autor para que la familia pueda buscar su obra, ya que nuestra literatura infantil es rica en valores y códigos comunes, tan valiosa y respetable como la universal.

Siempre dedico algunos minutos para dar un pequeño consejo, una frase de cariño, una llamada de atención, porque considero que pueden realmente cambiar el día. Realizo mi modesto esfuerzo, siempre buscando consejos de los que tienen más experiencia y conocimiento y que ayudan a enriquecer mi trabajo, investigando y estudiando que podría ser mejor para los más pequeños o para la familia que en general comparte nuestros amaneceres.

- ¿Qué te dicen los niños?

-Estoy lejos de estar satisfecha, el público infantil siempre brinda una lección de modestia al sorprendernos con su inocente sabiduría, por eso me esfuerzo cada día por ser responsable con la oportunidad que se le brinda a nuestro programa de poder acompañar las mañanas de muchos cubanos, y este es el sentir de todos los que en él trabajamos, pensando siempre en crear  nuevas secciones que sean útiles, dirigidas al fomento del amor a la patria, a la naturaleza, a la familia, a la escuela.

Muchas personas piensan que solo trabajo en Amanecer Feliz, pero mantengo una vida muy activa como Narradora Oral, en distintos escenarios, trabajando también con espectáculos de cuentos para el público adulto, como integrante del grupo de teatro CeiBaobab que dirige Lucas Nápoles. Ocupo la vicepresidencia de la Sección de Narración Oral de la UNEAC en la trabajo en la defensa de este bello arte que tanto tiene que ver con la idiosincrasia del cubano, pero tengo especial amor por el proyecto comunitario que desarrollo desde hace nueve años en la sede Nacional de la Sociedad Cultural José Martí con escuelas de la comunidad, en el que a través de lo que llamo “el Método de la Edad de Oro” comparto sus realidades y siembro en sus vidas, como fecunda semilla cada palabra del Apóstol. Pongo todo mi corazón en ellos y he tenido la dicha de ver hermosos resultados. Por esto en el 2017 fui galardonada con el Premio Nacional Romance de la niña mala que otorga la UNEAC de Santi Spíritus a los artistas que poseen una obra dedicada a los niños.

-Lo que no te haya preguntado y desees decir

 -Todo el esfuerzo lo vale la simple sonrisas de niñas como Nene Traviesa, pequeños sensibles como el querido Bebe o la buena Pilar, la alegría de los que son como el pequeño del poema milagroso, que casaba mariposa solo para besarla, con ellos y su alegría me siento completa.

 

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