Entre tu y yo

 Señala Sandra Hernández, uno de los rostros más visibles de la locución en la pequeña pantalla

Sandra Hernández ha sido el rostro más visible de la revista Hola Habana, que transmite el Canal Habana de lunes a viernes desde las cuatro a las cinco de la tarde aproximadamente.

Ese espacio lleva once años al aire, pero quien ha seguido el trabajo de esta profesional durante tantos años, no puede asombrarse al ver que su rostro se mantiene jovial, carismático, y lleva una sonrisa muy grata que luce con mucho orgullo.

La conductora supo desde niña que la locución sería su destino, aunque todavía no ha logrado realizarse plenamente. Le gustaría conducir un noticiero y, de seguro, tiene guardadas algunas metas que esperan el momento adecuado para cumplirse.

Sandra comenzó a dar sus primeros pasos en el Movimiento Pioneril de Locutores, cuando aún era estudiante de Secundaria Básica. En Radio Progreso contó con la asesoría de Carmen Solar, directora de espacios infantiles, que le enseñó las primeras técnicas del oficio y sembró en ella una semilla que logró germinar y dar buenos frutos.

“Éramos un gran equipo. Ella nos enseñó las maravillas de esta profesión y todos los aspectos relacionados con los medios de comunicación. Muchos de los que trabajaron conmigo terminaron siendo verdaderos locutores. Otros, en cambio, optaron por la actuación.

“Yo sabía que la locución sería mi destino final. Desde entonces me mantuve muy cerca del trabajo en los medios, y con el paso del tiempo entré en la televisión, en programas como Revista de la Mañana”, señala.

Pero las señales capitalinas han sido las que han catapultado a Sandra al éxito profesional y la han colocado en la preferencia de muchos que valoran su trabajo. En 1990 comenzó a trabajar en CHTV, el telecentro de la capital cubana, y se convirtió en discípula de grandes maestros.

“Hice el programa de participación Ni más ni menos, además de Lente capitalino y Fotogramas. Finalmente el sueño se hizo realidad: esa señal se convirtió en un canal de televisión. En el 2006 surgió el Canal Habana, con una amplia programación, y Lente capitalino se convirtió en Hola Habana.

Para Sandra, el Canal Habana tiene una impronta favorable si se tienen en cuenta su realización y proyección. Según la conductora, esta señal ha marcado un sello distintivo y muestra maneras diferentes de abordar los temas, siempre desde una óptica fresca y desenfadada.

“Tratamos temas medulares y con el tiempo hemos crecido. Yo me siento muy orgullosa de formar parte de este colectivo. El Canal Habana es como mi segunda casa y todo el colectivo es como mi gran familia”, resalta.

Sin embargo, la conductora sostiene que no todo es como le gustaría. Destaca que sería prudente mejorar el diseño de luces o la escenografía. A pesar de todo, defiende la idea de que han sido capaces de lograr muchas cosas con escasos recursos.

“Si analizamos el contenido de nuestros programas, podemos notar que somos un reflejo de la capital y estamos presentes en los acontecimientos más importantes que tienen lugar en La Habana.

“Las personas se sienten identificados con nosotros, y muchos técnicos y especialistas han aprendido a hacer televisión con nosotros”, precisa.

Sostiene que el locutor necesita superarse si quiere tener éxito en pantalla y tener como eje fundamental una buena preparación cultural.

“El locutor debe saber que cuando se pone delante de una cámara está transmitiendo un mensaje, y tiene que sentir de verdad lo que dice. No es fabricar un personaje.

“Ahora hay muchos locutores y creo que eso es señal de que la profesión está pasando por un buen momento. Están surgiendo figuras noveles que se suman a la radio y a la televisión. Para mí representan una cantera maravillosa y yo abogo por eso”, concluye la locutora.