Afirma Arleen Rodríguez Derivet, periodista de la Televisión Cubana y coordinadora del programa Mesa redonda

Después de varias llamadas, logramos hablar con Arleen, esta mujer que no sabemos cómo hace tantas cosas a la vez, en un día que aun solo tiene 24 horas.

Concertamos la entrevista en la sede habanera de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). En un pequeño salón conversamos con esta excelente comunicadora, y pensamos: eligió bien su carrera. Sin embargo, nos confesó que desde pequeña quería ser actriz, pero sus padres le decían que esa no era una carrera, había que estudiar.

Durante la secundaria y luego el bachillerato estuvo integrada a un grupo de aficionados. Después formó parte del cuadro dramático de la emisora guantanamera CMHS, en su ciudad natal. Allí protagonizó la novela radial “Romeo Julieta y las tinieblas” y otras escritas por Antonio Lloga, un genial escritor oriental.

Con solo 14 años se evaluó como locutora. Cuando termina el preuniversitario continúa en el grupo de aficionados, siempre apoyada por sus padres. Quiso entrar en el Instituto Superior de Arte, pero solo convocaron a las pruebas en la especialidad de artes plásticas, para la cuales no tenía vocación. Entonces matricula la carrera de Periodismo en la Universidad de Santiago de Cuba. Termina en el año 1982.

Cuando se gradúa, regresa a Guantánamo y se entera de que el cineasta Pastor Vega va a dirigir una película. Se presenta, pero ya él tenía a la actriz protagónica. Ella era corresponsal de Juventud Rebelde y tuvo allí su gran experiencia al integrar el equipo que trabajó con Fidel durante 1986 en Playitas de Cajobabo, lugar por donde desembarcó nuestro José Martí en 1895. En esa actividad de corresponsal estuvo durante cinco años.

Nos dice sonriente que fue la periodista que hizo el ya famoso reportaje “El perro que habla”, difundido por todo el país. “La periodista y el perro se hicieron famosos”, comenta con felicidad.

Leonardo Padura publica el trabajo a página completa en el periódico, por eso ella afirma: “en el periodismo no hay noticia pequeña”.

En Guantánamo fue delegada del Poder Popular a nivel provincial. Pero en 1986 la llaman de La Habana y en Juventud Rebelde comienza como Jefa de la sección económica; posteriormente pasa a la subdirección del periódico. Asevera acerca de la relevancia del reportero y su quehacer: “la noticia no se puede negar, sea buena o mala”.

Tiempo después pasa a trabajar en Radio Rebelde con Antonio Moltó y Marina Menéndez. Estuvo en el programa Haciendo Radio cuatro años, a la vez que fungía como editora de la revista Tricontinental hasta el año 2000.

Le preguntamos por algunas anécdotas con Fidel y no puede contener su emoción. Nos cuenta que ella había estado por 25 días en las actividades agrícolas en Güira de Melena y se había tostado la piel con el trabajo en el campo, la mandan a cubrir una recepción con Fidel y este le pregunta que si había estado en Varadero. Le respondió que estaba en la agricultura y él contestó: ese color solo se toma en Varadero. Recuerda que pasó casi toda la noche hablando con Fidel.

Repasó muchos de sus encuentros con el Comandante. Una noche, en la casa colectiva donde vivía con un grupo de compañeros, le dijeron que la llamaban del Consejo de Estado. Ella, conociendo bien a sus colegas, pensó que era una broma, pero al salir al teléfono se puso al habla Fidel para comentar con ella lo de la reducción de la prensa por el Período Especial. Asegura que le temblaron las piernas. Fidel le preguntó dónde vivía y ella le contó que en una casa colectiva. A los pocos días, él les otorgó apartamentos a varios compañeros, incluida Arleen. En 1993 formó parte de la delegación que viajó con Fidel a la Segunda Cumbre Iberoamericana, celebrada en España, “donde no se resolvió nada”, lamenta.

Sencilla como es, guarda muchas otras vivencias que revelan su profundo humanismo. Cuando sale a la luz el caso del niño Elián, la llamaron para formar parte, con otros compañeros, de los programas orientados por Fidel para promover la necesidad del regreso de ese pequeño a Cuba. Desde entonces es la coordinadora del programa Mesa redonda.

Otro de los proyectos que la han distinguido como una profesional sumamente comprometida con la Revolución fue la realización del programa radial Una luz en lo oscuro, dedicado especialmente a los Cinco Héroes cubanos en esos momentos presos en Estados Unidos.

El espacio salía por las frecuencias de Radio Rebelde los domingos en la noche. Fue dirigido por el también periodista y director del Noticiero Nacional de Radio, Demetrio Villaurrutia, quien junto a Arleen facilitó sobre todo la comunicación entre los luchadores antiterroristas y sus familiares y compatriotas.

Esta reconocida periodista profesional ostenta el Premio Nacional de Periodismo José Martí; el Premio Abril, que otorga la Unión de Jóvenes Comunistas; la Medalla Félix Elmuza, concedida por Unión de Periodistas de Cuba; así como la Réplica del machete mambí de Máximo Gómez, conferida por el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, entre otras distinciones.

Este equipo de reporteros del Portal de la Televisión Cubana y de la revista digital En Vivo reconoce, como muchos, el apoyo, la admiración y la simpatía que le brinda todo el pueblo a Arleen Rodríguez Derivet. A ella agradecemos siempre por la sencillez y la disposición de compartir su tiempo y talento con los públicos y los colegas.

social

 

 

LO ÚLTIMO DEL SITIO

Articulos favoritos

Valia Valdés / Fotos: Cortesía de Tony Quiñones y Johanys Labrado
Protagonistas

Texto y fotos: Luis Casariego
Entre tu y yo

Jordanis Guzmán Rodríguez

Plataforma WEB de la Televisión Cubana Copyright © | tv.cubana@icrt.cu  |  23 y M, Vedado | Código Postal 10200 | La Habana CUBA          

SIGUENOS

CARTELERA DE CANALES NACIONALES