Rosalía Mosqueda Perdomo, joven profesora de laúd y tres, comenta sus experiencias durante la grabación de clases televisadas para alumnos de las escuelas de arte
Los tiempos del nuevo coronavirus son un nuevo reto para su labor pedagógica de la joven laudista Rosalía Mosqueda Perdomo, egresada de la Escuela Cubana de Tres y Laúd, que fundó hace tres décadas el Maestro Efraín Amador.
Como profesora en la Escuela Nacional de Arte (ENA), alrededor de más de dos años atrás la profesora se acostumbró al intercambio directo con sus alumnos, a sus preguntas, a los necesarios reclamos de ella cuando alguno dejaba de prestar atención a la clase y, sobre todo, a la retroalimentación entre educador y estudiante, tan necesaria en cualquier proceso de aprendizaje.
Pero, sorpresivamente, todo eso quedó atrás cuando la propagación del SARS-CoV-2 transformó las rutinas diarias en Cuba. Por el momento no hay aulas llenas de adolescentes afinando sus laúdes hasta encontrar el sonido perfecto, ni grandes pizarras donde queda plasmada la explicación teórica, ni las usuales interrupciones ante un equivocado toque a la puerta del salón de ensayo. Ahora Rosalía imparte los conocimientos a través de teleclases que se transmiten por el Canal Educativo, como parte de las estrategias adoptadas por el Ministerio de Educación, del Centro Nacional de Escuelas de Arte (Cneart) y El Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt) en el empeño por garantizar la vitalidad del proceso docente educativo, a pesar de las actuales condiciones epidemiológicas en el país.
Sobre la experiencia, la joven profesora comentó al Portal de la Televisión Cubana: “Grabé tres clases. En la primera explico y doy orientaciones para el desarrollo de habilidades técnico musicales, como el toque de púa directa (donde se utiliza el elemento para pulsar las cuerdas) y el toque alza con púa (aplicando la técnica de apoyado y tirado). En la segunda clase trato igualmente temas técnicos, entre ellos los ligados ascendentes y descendentes, y hablo sobre el trémolo; mientras, en la tercera presentación enfatizo acerca del uso de los dedos de la mano derecha en la pulsación del laúd sin utilizar la púa. Son aspectos de vital importancia para el aprendizaje del instrumento, los explico de manera pormenorizada para facilitar la comprensión, teniendo en cuenta mi novel incursión en lides televisivas y la de los alumnos”.
En otra parte de su entrevista, la joven tresera acotó: “Fue un reto (impartir clases televisadas) que siento cumplí dignamente y para el cual me preparé durante varios días, no obstante, me puse bastante nerviosa cuando me enfrenté en el estudio de grabación a las cámaras, micrófonos, cables, computadoras y otros tantos elementos. Para mí fue un escenario bastante singular porque, a pesar de ser artista y presentarme en algunos escenarios, en esta ocasión sentí un compromiso no solo relacionado con deleitar a un público sino con enseñar a jóvenes que esperan lo mejor de mí”.
Por último, Rosalía enunció su agradecimiento por “la colaboración del equipo técnico que trabajó conmigo. Todo salió a pedir de boca. Sin duda, lo importante es que los estudiantes de laúd de la ENA recibirán sus clases y ello les permitirá continuar su crecimiento hasta alcanzar sus sueños inmediatos: vencer el nivel medio y, a largo plazo, llegar a ser dignos exponentes del instrumento y representar los ritmos cubanos en cualquier área geográfica del mundo”.
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