Entre tu y yo

 Acercamiento a la experiencia profesional de la periodista y durante años incansable Jefa de la Redacción Cultural del Sistema Informativo de la Televisión Cubana

Clotilde Serrano es su nombre, pero resulta raro decirle así cuando se trata de preguntar cómo está o por dónde anda “Cloty”. Es mejor llamarla de esta manera, porque así es ella, siempre cercana, sensible y sumamente comprensiva y comprometida con su entorno de trabajo, que es como decir su patria chica. Recién supimos que se jubilaba, pero nunca se retirará de lo que ha sido su otra casa: el Sistema Informativo de la Televisión Cubana, donde ha alternado lo contagioso de una risa y el silencio de una lágrima caprichosa, sumatoria de muchos silencios, no obstante, ella siempre se ha mantenido allí atenta y exigente en medio de la dinámica del diario quehacer.

Por estos días ha sido una de las profesionales laureadas con el premio Pequeña Pantalla 2020, máximo reconocimiento que otorga la Dirección General de la Televisión Cubana. A la par de la alegría que trae consigo un galardón de este tipo, de inmediato fluye la reflexión y el viaje insistente de la memoria. De ese momento surgió esta conversación:

Más de dos décadas como periodista del Sistema Informativo. ¿Cómo recuerdas aquellos primeros días y cuánto de ello ha quedado intacto en ti?

-Han quedado muy buenos y hondos recuerdos de personas muy exigentes, pero con los que aprendí mucho. En gran medida les debo que haya podido adentrarme en este mundo de la información dentro de la televisión. No imaginé que trabajaría en este medio, de hecho, cuando me gradué, mi tesis la hice en el periódico Granma. La propuesta de la dirección de ese órgano de prensa fue que integrara su equipo, pues estaba muy vinculada con ese colectivo; para mi sorpresa eso no sucedió, y junto a nueve compañeros llegué al Noticiero Nacional de Televisión.

“En mis años de carrera se transitaba por todos los medios, pero no se daba oportunidad a los estudiantes de hacer periodismo real. Nos asignaban, en el mejor de los casos, tareas de asistentes o nos convertíamos en simples observadores de los que ya laboraban profesionalmente; por tanto, salvo excepciones, transcurría la práctica sin muchos resultados. Por esa experiencia profesional he sido defensora del papel decisivo de los estudiantes en el medio y siempre los he incentivado a que, más allá de los días de práctica, se queden, colaboren y aprendan desde adentro. Es esto una de las cosas que más me satisface de mi carrera: haber confiado y ayudado a formar a algunos estudiantes que hoy son excelentes periodistas.

“A inicios de los 80, al iniciarme en la televisión, conocía la teoría y muy poco de sus rutinas. Ovidio Cabrera era por entonces el director del noticiero y quien nos dio la bienvenida; coincidentemente fue el director con quien trabajé el último tiempo antes de jubilarme, aunque debo aclarar que no estoy separada del Sistema Informativo, que en estos momentos es el Canal Caribe, y donde me mantengo, aunque en otras responsabilidades.

“Recuerdo que Ovidio al recibirnos nos puso en manos de tres personas que de manera anónima constituían la columna vertebral del Noticiero Nacional de Televisión, se trataba de los jefes de turno. Ellos tenían la autoridad de un director en lo referente a contenidos y eran respetados como tal por su amplia experiencia. Sus nombres: Julio Fernández, Roberto López y Dagoberto Peñalver, quienes me enseñaron a valorar que lo más importante para un reportero de televisión es la noticia, lejos de cualquier protagonismo; que lograr una emisión de calidad tiene que ser el propósito de todo el colectivo porque en la televisión el mal desempeño de uno puede estropear el trabajo de muchos; e igualmente me enseñaron a respetar y compartir los criterios y las ideas de los otros a fin de lograr los mejores resultados. En esos años el noticiero fue una de mis principales prioridades, allí viví buenos y malos momentos, conocí a muchas personas, unas ya no están, otras forman parte de mi familia”.

Siempre te fue afín especialmente el tratamiento de los temas culturales. ¿Por qué?

-Sí, desde la universidad los temas culturales me resultaron afines. Creo que no hubo un reportaje, crónica o entrevista que fuera de un tema ajeno a la cultura. La Casa de las Américas y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) fueron instituciones que me abrieron sus puertas y a las que siempre acudí en busca de temas y propuestas para mis trabajos estudiantiles.

“Una vez en el noticiero, como reportera tuve que asumir temas de economía; no obstante, colaboraba en las coberturas del Premio Casa, el Festival de Cine, por ahí comencé. No existían entonces segmentos culturales y mucho menos una Redacción, solo dos reporteras atendían esos temas. La presencia del acontecer cultural en los noticieros era deficitaria y por ahí emprendimos un caminito. En uno de los primeros Festivales de Cine, Julia Mirabal le propuso a Caridad Bermúdez –por esa época Jefa de Información– un segmento de lo que ocurría en el evento, que ya se convertía en uno de los más importantes de la región, y nos involucró a Conchy Pérez Fernández y a mí. A partir de esa experiencia comencé a cubrir otros eventos culturales con programas muy amplios como la Bienal de La Habana y los Premios Cubadisco”.

¿Qué significa en lo particular el Noticiero dominical?

-Esta fue una propuesta muy innovadora en medio del Período Especial. Sus gestoras, Loly Estévez, María del Carmen Vasallo y Marta Sosa, crearon ese espacio una vez desaparecidos algunos informativos importantes como La Revista de la Mañana y el Noticiero del Mediodía. La idea era crear un suplemento con temas propicios para el fin de semana y que recogiera información de lo acontecido en el transcurso de ella.

“Yo comienzo en el espacio transcurridos siete meses de su aparición, por tanto, no soy fundadora, pero lo he defendido siempre, aunque ya tiene muy poco de la propuesta inicial. El segmento cultural llegó después, ya Loly estaba al frente de la recién creada Redacción Cultural y ella, junto a María del Carmen Vasallo, tuvieron la idea de adicionar esa nueva media hora. María del Carmen fue a cursar una maestría al exterior y yo me encargué hasta su regreso de encaminar el proyecto, que se materializa en marzo de 1999.

“El segmento cultural ha tenido muchas variantes, desde monotemáticos a propósito de algún evento o celebración, hasta lo que es hoy, un espacio donde se incluyen temas variados, pero siempre fue muy bien acogido tanto por la teleaudiencia como por los propios artistas, al punto que ha llegado a tener el mérito de que los creadores aprecien ser entrevistados en el espacio.

“Al pasar María del Carmen a Cubavisión Internacional, continué como guionista de ese segmento y luego pasé a dirigir la Redacción Cultural. Debo señalar el apoyo recibido del Ministerio de Cultura y de CREART para compartir lo que hasta hoy es el segmento cultural. Pero, sin dudas, todos los que formamos parte del Noticiero Dominical tenemos un recuerdo imborrable de una experiencia única, pues ese noticiario fue un laboratorio que nos obligó a crecer profesionalmente”.

¿Al mirar hacia atrás te sientes realizada?

-Como te decía en los inicios, llegué a la televisión con la idea de cumplir mi servicio social y luego incorporarme a un medio de prensa escrita. Me gustaba escribir, pero la televisión tiene su magia y eso no es mentira. Poder escribir a partir de lo que muestran las imágenes me atrapó y aún sigo aferrada a ello, aunque ya más desde la integración de un guion y dando ideas para los trabajos que lo conforman.

“Nunca te sientes totalmente realizada, siempre quedan muchas coas cosas por lograr, pero, haciendo un balance, la televisión me ha dado muchas satisfacciones, me ha permitido crear en algo que, a pesar de carencias e incomprensiones, me ha hecho feliz”.

Luego de la distinción Pequeña Pantalla que recién recibiste, ¿por dónde andan los sueños de Clotilde Serrano?

-Pues en continuar ofreciendo lo que he aprendido en estos años y así reciprocar lo que otros hicieron por mí. Integro el Grupo de Análisis de los Informativos y trato de brindar mi experiencia en aras de ganar en calidad y buen hacer, ese es mi propósito y mi compromiso.

Un compromiso que hace que nunca uno se despida totalmente de Cloty. Cada conversación con ella queda en pausa hasta que podamos reencontrarla, si ya no sentada diariamente en la primera máquina –de izquierda a derecha– en la Redacción Cultural, su presencia se descubre en cualquier sitio del Sistema Informativo que la necesite. Ahora, desde Canal Caribe, sigue siendo la joven de acuciosa mirada que encontró en los temas culturales una manera otra de repensarse la vida y de encontrar una realización profesional y humana de la que siempre habrá oportunidad de hablar, su mejor manera de reciprocar la confianza que otros depositaron en su talento y buen ser.