La auxiliar pedagógica Georgina Valdés Pedroso cuenta cómo ese programa audiovisual de larga data la inspira a hacer mejor su trabajo cultural con los niños.
Con una emoción contagiosa, Georgina Valdés Pedroso asegura que le encanta Palmas y Cañas. Fiel televidente de ese programa de música campesina desde niña, hoy es -próxima a cumplir 62 años- una de las personas que acude al estudio los domingos de 7:00 p.m. a 8:00 p.m.
“A mí toda una vida me gustó Palmas y Cañas. Yo soy de otra época, en el pasillo donde vivía todo el mundo era mayor. Ponían muchos programas de personas mayores”.
Con 38 años de experiencia laboral, confiesa que ese espacio le ha servido de enseñanza para su labor artística en el círculo infantil “Granitos de Azúcar”, situado detrás de la terminal de ómnibus, en el municipio Plaza de la Revolución, de La Habana.
“Antes yo anunciaba un número y el niño salía a actuar. Ya no. Ahora logro que él sea quien presente los números. Hacemos como en Palmas y Cañas, que se anuncian todos los números, y luego van saliendo uno detrás del otro, y así no se detiene la actividad”.
¿Con qué frecuencia va al programa?
Todos los domingos, siempre y cuando podamos entrar.
¿Quiénes la acompañan?
“Yo llego al programa gracias a Lucy (Lucila Adams) y a Felicia. Lucy es una compañera jubilada, que se mantiene trabajando en el círculo infantil Abdala como auxiliar pedagógica”.
¿Le gustaría hacer locución?
Me encantaría. ¡Cómo yo me divierto en ese programa! Y si es con José (Pepe) Mejías (el conductor) para qué contarte. Me encanta como anima.
Al preguntarle por un señor mayor que aplaude sonriente desde la primera fila, precisa que se llama Pablo. Él baila, canta y es una gente que llega mucho. Tiene su lugar fijo en los asientos del público”.
Otro de sus programas favoritos de la TV cubana es Tras la Huella (policíaco). No es muy seguidora de telenovelas, pero sí de los Muñequitos.
“Yo me divierto mucho con los Muñequitos. Me dan idea de cómo decir esto o aquello. Me fascinan las canciones infantiles. Cuando las oigo, me pregunto ¿cómo las podría montar en el círculo?”.
Al respecto, cuenta que hace dos años representó en un círculo infantil de Viet Nam la canción de Lidys Lamorú, donde ella sale vestida de árabe.
Es una de las oyentes habituales de Radio Progreso. Dice que en su casa no cambian para ninguna otra emisora. Entre los espacios que prefiere, están las discotecas con canciones del tiempo de antes, y el humorístico Alegrías de Sobremesa (Radio Progreso).
Al escuchar a los personajes de ese programa radial piensa en la posibilidad de que uno de sus niños actúe. “Yo voy a montar un Alegrías de Sobremesa en este círculo infantil. Quizás pueda ser para el Día del Educador (22 de diciembre) o más adelante. Pero de que va, va”.
Ella corre con el montaje de los números culturales y es la encargada de las áreas de juego. Antes de jubilarse, ejercía como auxiliar pedagógica de preescolar.
“He hecho áreas de juego para este centro (“Granitos de Azúcar”), para los niños del círculo sin amparo filial, para escuelas de primaria. He participado en competencias de áreas de juego”, señala.
Después de seis años de jubilada, Georgina Valdés Pedroso asegura que estará activa en la labor docente hasta que tenga fuerzas porque -como ella misma expresa- trabajar con los niños le encanta.
A Yoyi -como la conocen cariñosamente- se le nota que disfruta al máximo lo que hace. He sido testigo de cómo padres y docentes disfrutan cuando ella baila durante un espectáculo cultural, junto a los pequeños, y le sale del alma una ocurrencia como esta: “vamos, pa’ bajo, pa’ bajo… que yo no puedo”.
Esta mujer que aplaude en Palmas y Cañas, también recibe -merecidamente- sus minutos de aplausos.
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