Acercamiento a Miguel Brito Villegas, destacado director de televisión
El protagonista de este trabajo es el director de la telenovela ahora en nuestras pantallas. Sorprendido con esta entrevista, enseguida aceptó conversar acerca de su vida en la televisión. Además de buen director, es un excelente interlocutor y esto posibilitó una buena entrevista.
Primero refirió que comenzó en el medio televisivo, después de cumplir por cinco años el Servicio Militar. En 1979 inició su labor en el Departamento de control remoto como auxiliar de luces. Después se desempeñó como luminotécnico y recibió un curso de producción.
Confiesa que desde entonces sintió gran por todo lo que se hace en la televisión. Trabajó con el actor Ángel Toraño, quien vio en él un futuro brillante y lo estimuló para dedicarse a la dirección de TV. En esos momentos pudo matricular un curso dirigido a la habilitación de directores. Así Brito enriquece sus conocimientos. Subraya que “en esa época, estaban los grandes directores”, y él quería aprender.
Tuvo la oportunidad de trabajar con Abel Ponce en el programa Día y noche. “Todo lo que sé, se lo debo a este gran director”, reconoce. Poco después Brito “se atreve” a dirigir solo el teleplay “Que te pedí” y “De regreso a casa”.
Entonces llega lo que llama “mi gran momento”; lo escogen para dirigir Punto G, que escribía Carlos Torrens; espacio considerado por la crítica y los televidentes uno de los mejores programas humorísticos con elevados índices de audiencia y gusto. Sus personajes los representaban excelentes actores.
Después Brito dirigió otros dos espacios de comicidad: La hiena ilustrada y A todo trapo.
Asimismo incursiona en el género telenovela con Tierra de fuego. A partir de esa producción surge la idea de Más allá del límite. Junto al escritor Yoel Monzón, que ya tenía otras experiencias televisivas, Brito concibe esta novela sui generis.
Explica que no realizó casting. Él fue escogiendo a los actores y Yoel entonces escribía el personaje; esto le dio a él también la posibilidad de apoyar la construcción de cada uno.
La novela presenta 70 personajes cuyas historias se van desarrollando a través de cada capítulo. Aunque por momentos el relato parece un enrevesado, Brito asegura: “todo se va aclarando”. Se trata de un dramatizado que incluye tiene muchas historias vinculados a temas variados: la educación, la tercera edad, la homofobia, la marginalidad, las casas de amparo filial y sus funciones, la homosexualidad, la separación por el éxodo y los conflictos en las familias. Mucha tela que cortar…
En otro giro de la conversación, nos dice Brito que hubo una excelente comunicación entre el colectivo. Todos cooperaron para que saliera un producto de calidad. Los actores, muy disciplinados, al igual que el equipo técnico y de apoyo, se comportaron como una gran familia.
Destaca la labor excepcional del productor Alexandro Alfaro, así como del fotógrafo y codirector de la novela, Rafael Ruíz. Recuerda que la terminaron en tiempo récord.
El tema de presentación, refiere, es del compositor Jessie Suárez. Lo interpretan él y Gretel Cazón. Todos los interiores se realizaron en los estudios del Focsa.
Complacido con la puesta en pantalla, Brito afirma: “si tuviera que hacer otra novela, no titubearía, escogería el mismo elenco”. Está consciente de que siempre habrá críticas, favorables y desfavorables; sobre todo le interesa conocer las reacciones del público.
Aunque no le gusta hablar de premios, pues no trabaja para eso, ha recibido muchos, como el de la Popularidad Entre tú y yo, además de las medallas conmemorativas del Instituto Cubano de Radio y Televisión.
Agradecemos a este director que ha trabajado ininterrumpidamente durante 40 años en la televisión para disfrute de su pueblo.
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