Estoy sentada y cambio el televisor de un canal a otro. Es martes, son las cinco y unos minutos de la tarde. En Cubavisión transmiten muñequitos, en Telerebelde pelota, en Multivisión documentales, en el Canal Habana La jugada perfecta (le debo un comentario), en el educativo están programados los telecentros y en el Educativo dos, Raquel Mayedo y Marino Luzardo conversan en De tarde en casa.
En el momento que escribo estas líneas dos especialistas comentan sobre la tricotilomanía una enfermedad, considerada dentro de los trastornos del control de los impulsos y que su síntoma fundamental es arrancarse los vellos o cabellos de cualquier zona del cuerpo. A Raquel le costó trabajo decir la palabra, pero como siempre salió airosa del trance y luego logró, es su hábito, que se entendiera qué es la tricotilomanía.
Graduada de teatrología en el Instituto Superior de Arte, con esa vocecilla fina, parecería que no está hecha para conducir en TV, porque incluso a veces es un poco distraída (o da la impresión de serlo). Pero esa muchacha (aun lo es en cámara) sin tener una voz ideal ni ostentar títulos de locución –aunque mucho ha estudiado- tiene tres ingredientes que le han dado una popularidad merecida: es culta, sabe interactuar con las personas y tiene eso que algunos llaman tele génesis y yo prefiero decir ángel, porque le cae bien a todo, digo, casi todo el mundo.
Los temas de esta semana en el programa han sido además la cocina y sus libros, en el contexto de la Feria Internacional del libro; el maquillaje con consejos sobre el cuidado del cutis; la bradicardia, disminución de los latidos del corazón, y la promoción cultural los viernes, día que siempre se dedica a estos fines con guion de Marino, sí, él también escribe.
En emisiones anteriores se ha hablado de alimentos afrodisiacos, y como preparar un plato para dos; de la fidelidad con uno mismo, la sociedad, la pareja; pelados y peinados; el edema, sus causas y consecuencias; el café, su origen y virtudes; de la voluntad como herramienta esencial para llevar la vida; tratamiento facial y del liquen, una enfermedad crónica inflamatoria de la piel y las mucosas.
Es evidente que se trata de una revista utilitaria en la que la medicina con reconocidos especialistas es plato habitual, pero también hay tandas de enseñanza de ejercicios, recetas de cocina, cuidado de las plantas y cuanto se le ocurra a Raquel y el resto del equipo de trabajo que celebrarán su décimo aniversario en junio de este año.
Lo increíble de este resultado es que por distintas razones el programa ha cambiado de director varias veces de noviembre para acá. Claro, los guiones son escritos por un colectivo muy profesional que integran Teresita Huerta, Raúl Boschmonar, Roxaba Cisnero, Odalys González, Pedro Chávez y la propia Raquel que aportan calidad y diversidad al espacio.
El equipo lo componen además tres asistentes de dirección que son fundamentales Araiz Tellez, Roxana Ramos y Niurvis Calvo. Ellas citan a especialistas, artistas y Niurvis se encarga de todo lo relacionado con los videos.
Falta la otra cara visible del espacio: Marino, hoy por hoy, uno de los mejores locutores en Cuba por su impecable dicción, timbre de la voz y una presencia telegénica. Él y Raquel hacen un buen dúo porque él, también culto, realiza un fraterno e interesante contrapunteo con ella.
Marino se encarga de dar a conocer las preguntas de los televidentes y es verdad que funciona el teléfono porque lo he probado. También presenta los números musicales con minientrevistas a los invitados.
Creo entender que uno de los objetivos del programa es promover nuevos cantantes o grupos de pequeño formato, que intercalan con otros más conocidos. Y pienso que en este aspecto deben vigilar porque no siempre se presentan solistas o conjuntos que navegan hacia lo banal, sino están metidos ya en esa manera de ¿cantar?. El fragmento musical a veces desbarata todo lo bueno que en cuanto a promoción de cultura logra De tarde en casa.
En opinión de Raquel “Cada espacio tiene un público y hay que adaptarse a su paso. Los monográficos y series que pretendan llegar a los jóvenes tienen que aceptar sus códigos y su rapidez para asimilar información; del mismo modo, no se puede esperar que todas las personas de la tercera edad asimilen un policiaco de acción vertiginosa y con escenas sangrientas.”
Opino que De tarde en casa es una propuesta digna sin fanfarrias, pero con fieles televidentes que gustan conocer aspectos de la salud, cuestiones de modas o una buena receta. Hace un tiempo sugerí que este programa pasara para Cubavisión, ahora pienso que con una buena promoción puede transmitirse en el Canal Educativo dos, que, en el tiempo que le ha dejado Telesur, intenta mantener bien los programas que ya tienen ese rango y crear otros que pueden resultar interesantes. Desde ahora, y con el deseo que siga mejorando, feliz aniversario para De tarde en casa.
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
