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Un bel di vedremo para «Un palco en la ópera»
Un bel di vedremo. Así deseamos al programa que cada viernes nos propone ocupar un palco en la platea del Canal Educativo para disfrutar del género lírico (ópera, opereta y zarzuela), donde la virtuosa soprano Milagro de los Ángeles nos guía y nos enseña más sobre este exquisito y apreciado género musical en gran parte del mundo.
La palabra “ópera” proviene del italiano y significa “obra musical”, derivada de la voz latina opus, que combina las artes del canto coral y los solistas, e incluye también declamaciones y actuaciones. Algunos autores señalan a la tragedia griega como precursor de la ópera, cuya aparición se data alrededor de 1650. Es un género teatral en el que se armonizan la acción escénica, el canto, la danza y siempre hay un acompañamiento musical.
Las actuaciones suelen llevarse a cabo en un gran teatro, acompañadas por una orquesta u otra agrupación musical menor. Forma parte de la música europea u occidental. A diferencia del oratorio, la ópera es una obra destinada a ser representada. En la ópera, al igual que en otros géneros musicales, se unen la música, la poesía, las artes escénicas y la danza, además de la escenografía, la arquitectura, las artes plásticas, la iluminación, el vestuario y el maquillaje.
La ópera se distingue de otros géneros musicales por ser una representación acompañada de música, y su surgimiento data del periodo Barroco, con antecesores como la ópera balada, las zarzuelas y el singspiel.
Podemos contar entre otras con la ópera italiana, la alemana, la rusa y la ópera china. En América, la más difundida es la de los Estados Unidos, con su famoso teatro American Opera House. En Cuba, este género también se desarrolló durante los siglos XIX y XX; en otros tiempos, se consideraba de manera bastante clasicista, ya que solo las clases pudientes y dominantes acudían a estos espectáculos. Sin embargo, siempre tuvo un público sensible que amó y admiró este género. En el país, poseemos grandes cultivadores de esta manifestación, como Martha Pérez, Sarita Escarpenter, Iris Burget, Zoila Gálvez, Alba Marina, Livia Trimiño, Ana Menéndez, María Eugenia Barrios, además de Mariana de Gonitch, quien, siendo rusa, vivió en Cuba y formó a grandes valores, así como a otras figuras que han pasado a la historia como grandes representantes del bel canto.
Entre los hombres, destacan José Le Matt, Humberto Diez, Armando Pico, Ramón Calzadilla, Ángel Menéndez, Rafael y Ulises Aquino, Gustavo y Antonio Lázaro, Raúl Camayd, Felipe Perera y Adolfo Casas. No podemos dejar de mencionar en nuestro trabajo a las maravillosas Rosita Fornés y María de los Ángeles Santana, que aunque no cantaron ópera, sí pasearon por los grandes teatros cubanos y foráneos con las más famosas zarzuelas, operetas y hasta óperas cómicas. También se destacaron en este género Martha Cardona, Esther Valdés, Gladys Puig, María Remolá, Ana Julia, Yolanda Hernández, Alina Sánchez y Linda Mirabal.
La lista podría hacerse interminable, porque Cuba, desde siempre y en la actualidad, sigue dando maravillosos intérpretes de estos géneros musicales, donde a diario muchos nuevos valores se destacan, como Milagros de los Ángeles, Bárbara Yánez y Joanna Simón, entre muchas otras.
En una ocasión anterior, entrevistamos a dos personas imprescindibles en la salida al aire de un programa que ya lleva más de 20 años deleitando a los amantes del bel canto: Un palco en la ópera. En aquel momento, conversamos con el director del programa, Manuel Puerta, quien nos aclaró que no fue el fundador, aunque lleva varios años dirigiéndolo. El programa surgió en nuestra televisión, y cuando se inauguró el Canal Educativo, pasó del Canal 6 a este nuevo canal, lo que le satisface, ya que conoce que tiene una audiencia bastante considerable.
En esa ocasión, también entrevistamos al guionista, quien ha contribuido significativamente al conocimiento del género de la ópera y el arte lírico. Este excelente y prestigioso caballero, Ángel Vázquez Millares, lo consideramos una enciclopedia viviente cuando se habla de este arte. Nos decía que la ópera en Cuba siempre ha tenido seguidores, aunque anteriormente algunos la consideraban un arte elitista. Afirmaba que el arte está hecho para agradar, y aunque la ópera a veces es un tanto cruel, no deja de ser un arte exquisito.
Su origen en nuestros medios comienza el 25 de abril de 1948, cuando se emitió por primera vez en la emisora CMBF, “Radio Musical Nacional”. En 1962, el director Juan Hernández lo llamó para que se hiciera cargo de un espacio de televisión por el Canal 6. A pesar de tener en esos momentos problemas personales y familiares, aceptó la propuesta. Nos cuenta, sonriente, que Juan le mencionó que conocía su afición por este género desde niño y que, siendo joven, ya era socio de Pro-Arte Musical, una sociedad privada promotora de todas las artes teatrales.
Para enfrentar los avatares del programa titulado Un palco en la ópera, se encontró que en el país apenas había discos de ópera. Monseñor Carlos Manuel de Céspedes le proporcionó las primeras grabaciones para iniciar el programa, ya que él era un gran amante de este género. Consideraba que, si bien es un programa elitista, era muy necesario porque satisfacía a muchos televidentes aficionados al género lírico. Cuando se fundó el Canal Educativo, se realizó un reajuste en la parrilla de programación televisiva, y el programa pasó a este canal, donde se ha mantenido en tiempos recientes.
Vázquez Millares se siente muy complacido y feliz, porque ha recibido clases de verdaderos especialistas en música. Es un hombre muy culto, graduado en Filología, y en aquella ocasión finalizó diciéndonos: «…que para hacer un programa de este tipo hay que estudiar todos los días». Agradecemos su dirección, a todo el equipo técnico, al que consideramos un equipo de lujo, y a la actual dirección y excelente conducción de Milagros de los Ángeles, quien, con el objetivo de fomentar y mostrar los jóvenes talentos de la isla, ha emprendido este año una ardua tarea con nuevas ideas renovadoras, que harán que nuestros jóvenes valoren y aprecien este arte exquisito que es el canto lírico.
Deseamos que el programa cumpla muchos años más para el enriquecimiento cultural de las presentes y futuras generaciones de jóvenes, así como para el deleite de los televidentes y amantes del género. Además, para “no dejar morir jamás este género musical”, del cual Cuba es históricamente uno de sus mayores cultivadores.
Nuestra gran soprano Milagros de los Ángeles Soto y Castillo, nacida en la Ciudad de La Habana un 17 de febrero, ha comenzado a conducir excelentemente el programa, creando nuevas secciones e insuflándole aires renovadores, siempre motivada por fomentar el gusto por la ópera y el género lírico dentro de las nuevas generaciones, tal como ocurre hoy en día en muchos otros países latinoamericanos y europeos.
Milagros de los Ángeles comenzó sus estudios de nivel elemental de música en el conservatorio Fernando Carnicer, bajo la tutela de sus maestros de canto Alberto San José y Martha Cardona, y con la guía musical de Martha Bonachea y Thomas Hurgel. Es licenciada en Música, con especialización en canto, del Instituto Superior de Arte (ISA), donde fue instruida por el fallecido Adolfo Casas y Ana Magdalena Sánchez (en repertorio).
Además, se ha diplomado en predoctorado en Patrimonio Musical Hispano en la Universidad de San Gerónimo de La Habana, afiliada a la Universidad de Valladolid, España. Es primera solista del Teatro Lírico Nacional y forma parte del catálogo de excelencia del Centro Nacional de Música de Concierto. También es miembro de la Agencia Actuar y de la Uneac, gracias a la decisión del destacado Maestro Harold Gramatges.
A lo largo de su carrera artística, ha recibido numerosos premios y reconocimientos, entre los que destacan: primer lugar en el II Concurso Nacional de Canto “Iris Burguet” (1997), primer lugar en el Concurso Nacional “Zoila Gálvez” (1997), el Gran Premio Raúl Camayd en interpretación femenina en el Concurso Nacional “Rodrigo Prats” (2006), el Premio Especial de la ESGAE y el Premio de la Ópera de Mahón, México (2001), la medalla de oro en el Festival de Pyongyang, Corea (2001), semifinalista en el 8º Concurso Internacional de la Ópera de Marsella, Francia (2003), y finalista en el Concurso Internacional Marie Kraja en Tirana (2007).
Debutó como solista en el Teatro de la Ópera de Graz, Austria, en 2002, interpretando la ópera *Porgy and Bess* de Gershwin, bajo la dirección artística de Octavio Cortázar y la dirección musical de los maestros Wolfgang Bozic y Enrique Pérez Mesa. Ha actuado en diversos escenarios de ópera alrededor del mundo, incluyendo la Ópera de Gijón (2000), la Ópera de Mahón (2002), la Ópera de Graz, el Teatro Metropolitano de la Ópera de Medellín (2005-2019), el Teatro CANFA (2009), el Teatro Juárez en Guanajuato, México, y la Universidad de Edwardsville, Illinois, EE.UU. (2013), así como en el Festival de Música de Morelia, México (2016). También ha participado en la programación habitual del Teatro Lírico Nacional de Cuba y en todos los Festivales Internacionales de Música Contemporánea celebrados en La Habana.
Milagros ha estrenado obras de compositores cubanos como Roberto Valera y Guido López Gavilán, así como del italiano Adriano Galliussi. Ha sido invitada en tres ocasiones a participar en los festivales organizados por la oficina del Maestro Leo Brouwer y se ha presentado en las salas de conciertos más importantes de Cuba.
Ha sido acompañada por la Orquesta Sinfónica Nacional en múltiples ocasiones y se ha presentado junto a Joan Pons, Aquiles Machado, Adolfo Casas y otras destacas figuras del género lírico mundial, siendo dirigida por los mas importantes directores de orquestas de Cuba: Elena Herrera, María Elena Mendiola, Roberto Sánchez Ferrer, Milanés, Enrique Pérez Mesa, Giovanni Duarte y de España Luis Remártinez, de Argentina Dante Ranieri y de Inglaterra Geoffrey Simón y otros.
Posee un amplio repertorio para su cuerda vocal tales como: Carmen, de Bizet, Lucia di Lammermoor, de Donizetti, La Traviata, de Verdi, La Boheme, de Puccini, Elixir de Amor, de Donizetti, Cosi fan tute, de Mozart, Flauta Mágica, de Mozart, Die fledermaus, de Johan Strauss, Porgy & Bess, de Gershwin, La Dirindina, de Scarlatti, Tannhauser, de Wagner, Tosca, de Puccini, Bailo in maschera de Verdi, Semele, de Handel, Il Combattimento di Tancredi e Clorinda de Monteverdi, La Mandragola liberata, de Jevtic, Prometeo Encadenado y Tinima, de Galliussi, Che, de Mariani, La tabernera del puerto, de Sorozábal, La verbena de la Paloma, de Bretón, La Leyenda del Beso, de Soutullo y Vert, Cecilia Valdés, de Roig, María la O, de Lecuona, Luisa Fernanda, de Moreno Torroba, Rigoletto, de Verdi, Madama Butterfly, de Puccini; también dentro de su repertorio incluye importantes obras de la música internacional de concierto como: Réquiem, de Salieri, Carmina Burana, de Carl off, Stabat Mater dolorosa, de Fuentes, Réquiem, de Mozart, Der Hirt auf dem Felsen, de Shubert, Sinfonia No 4, de Mahler, y otras obras de Shumman, Vivaldi, Gluck, Mozart, Haendel, Shubert y la canción lirica cubana.
Además impartió clases de canto en la unidad docente del Teatro Lírico Nacional del 2005-2017 y en la unidad docente del Teatro Musical de La Habana en el Teatro América. Desde el 2016 conduce un proyecto comunitario en La Casa del Alba Cultural los terceros domingos de cada mes donde se presentan artistas de renombre nacional e internacional y jóvenes valores del arte lírico. Posee el CD “El Cancionero Cubano” (2007) y “Música de Salón” junto al gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas. Ambos por el sello Colibrí. Le deseamos “Un bel di vedremo” para el programa “Un palco en la ópera” y a nuestra Milagros de los Ángeles.
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