En un comentario a uno de mis textos se cuestionaba que no había valorado la telenovela brasileña Alem do tempo, traducida al español como A través del tiempo y que terminó su transmisión hace pocos días.
Con toda honestidad como “tengo que ver” las propuestas cubanas, cuando se trata de una telenovela extranjera, casi siempre del gigante del sur americano, puedo disfrutar algunas de las series que transmiten por Multivisión o deporte por Telerebelde, o música por el Educativo, noticias por teleSur o Rusia Today o leer.
Generalmente, veo esas telenovelas en su retransmisión antes del programa Al mediodía. Cuando por alguna razón me interesa la trama, le dedico toda mi atención y no las tomo como simple divertimento.
Es que en las producciones de O Globo hay denominadores comunes: escenografías, vestuario, actores y actrices y en oportunidades la música que son de un profesionalismo palpable, pero…
El guion que persigue hacer creíble lo que cuenta, (y no siempre lo logra) como es habitual en esas producciones, tiene más de un autor. En el caso de A través del tiempo: escribe Elizabeth Jhin, con la colaboración de Eliane Garcia, Lílian García, Duba Elia, Vinicius Vianna, Wagner de Assis y Renata Jhin, fue dirigida por Luciana Oliveira, Roberta Richard y Davi Lacerda, con la dirección general de Pedro Vasconcelos y Rogerio Gomes.
Estrenada en el 2015 y con su capítulo final el 15 de enero de 2016, A través del tiempo se propuso un esquema interesante: una primera vida de una buena parte de un pueblo en siglos anteriores y una segunda, con los mismos actores en la actualidad, hay 150 años entre la primera y la segunda fase. Tanto en una como otra existen recuerdos, sensaciones de cosas que están por suceder o sucedieron.
¿Creíble?, no tanto. Manipuladora, sí, como todo culebrón que se respete con un final feliz, gracias a un enviado del universo. Aceptable para olvidarse del bicharraco, conocido por Sarv Co 2, pero intercambiable con cualquier episodio de serie o buen musical, Bravo, por ejemplo, del otro canal.
Babilônia , Mujeres Ambiciosas, en español, es la telenovela de turno con Camila Pitanga y Thiago Fragoso en los papeles protagónicos, que son secundados por par de conocidas del público cubano, Glória Pires (Vale todo, Mujeres de Arena, El rey del ganado…) y Adriana Esteves (Vale Todo, Señora del destino, Avenida Brasil…), que son “malas, malísimas” como dice un personaje de Destino prohibido, tele novela cubana de Xiomara Blanco que se retransmite por las tardes por Cubavisión.
El guion es de Gilberto Braga, Ricardo Linhares y João Ximenes Braga, con la colaboración de Sérgio Marques, Ângela Carneiro, Chico Soares, Fernando Rebello, João Brandão, Luciana Pessanha y Maria Camargo. La dirección general de Dennis Carvalho y María de Médicis, secundados por Cristiano Marques, Luísa Lima, Pedro Peregrino y Giovanna Machline. A Braga (La esclava Isaura, Insensato corazón…) y Carvalho (Malú Mujer, Vale todo, Insensato corazón…) lo conocemos desde años atrás, digo conocemos algunas de sus obras.
Zancadillas, ambición, odio y por supuesto amor atravesarán los 110 capítulos que tiene esta propuesta, una superproducción con escenas en Dubái y París. Un equipo de veinte personas filmaron en los Jardines del Luxemburgo, la Place des Vosges, Puente de Bir-Hakeim, el Museo Rodin y en los Emiratos Árabes Unidos.
Si la fotografía de esos lugares, seguro que espléndida, puede ser un aspecto atractivo, el elenco en general es de primera como Arlette Pinheiro Monteiro, devenida Fernanda Montenegro, conocida como “la primera dama del teatro” en Brasil.
En las tablas ha conseguido numerosas distinciones y en el cine integró el staff de "O ¿Que É Isso, Companheiro?", filme candidato para el Oscar de Mejor Película en Lengua Extranjera y como actriz fue candidata a la estatuilla por Estación central de Brasil, por lo que fue la primera mujer latinoamericana que ha alcanzado esa candidatura y compitió con Meryl Streep, Emily Watson, Gwyneth y Kate Blanchett. Con ese papel obtuvo el coral en actuación femenina en el XX Festival internacional de cine de La Habana y el premio del Festival Internacional de Cine de Berlín.
En fin, quizás esta vez siga con alguna sistematicidad la novela brasileña, pero, de verdad, no espero mucho más que lindas fotografías y escenarios, buenas actuaciones sobre un guion concebido para vender un producto audiovisual y que, ¡cómo no!, sirve para olvidarse de los bicharracos, tanto el Sarv Co 2, como otros que habitan nuestra geografía.
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