Nueva entrega del Sello 65 Aniversario de la Televisión Cubana

 Lo recibieron este lunes destacados  fundadores, directores, técnicos y otros trabajadores con aportes importante al medio

Directores, realizadores, periodistas, actores y otros trabajadores con importantes aportes al desarrollo de la TV fueron homenajeados ayer en la tarde durante la segunda entrega del Sello 65 Aniversario de la Televisión Cubana, en el Centro Hispanoamericano de Cultura.
Según trascendió en el acto de homenaje, este reconocimiento lo recibieron quienes a lo largo de estos años se han consagrado a la labor vital de formar y educar al pueblo cubano, así como a trasmitir los valores patrios e imperecederos de la Revolución.
En el acto, presidido por Danylo Sirio, Presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), fueron condecoradas personalidades como José Ramón Artigas, Enrique Molina, Rogelio Blaín, Edel Morales, Marta del Río, Caridad Rodríguez, Nilda Collado, Roberto Ferguson, María Dolores Ortiz, Obelia Blanco, Julio Pulido, Miguel Patterson, Rosalía Arnáez,  Luisa María Jiménez, Odalys Boada, Antonio Asterio Linares, entre otras figuras.

Asimismo, merecieron la distinción trabajadores pertenecientes a las distintas dependencias del ICRT, como el Centro de Estudios, Recursos Humanos, Economía, el Sindicato de Jubilados, el Sistema Informativo y la Casa del Creador.

Durante la velada se recordó el natalicio del incansable luchador revolucionario Raúl Gómez García y fue celebrado el Día del Trabajador de la Cultura.
Luego de recibir el Sello 65 Aniversario de la Televisión Cubana, José Ramón Artigas, Premio Nacional de Televisión, dedicó a los presentes palabras de elogio, agradecimiento y afecto, las cuales se refieren a continuación:
“No existe historia en la televisión que no esté representada aquí. Para los de mi generación, que crecimos desde niños admirando la labor de los fundadores y tuvimos el privilegio de tratar modestamente de continuar con su obra, y de atenernos a los principios éticos y  
profesionales que ya existían en esos tiempos, es una gran satisfacción haber podido llegar hasta aquí.

“Muchos de esos fundadores tuvieron una trayectoria por determinada cantidad de años y por cosas de la vida no continuaron algunos y no llegaron hasta aquí. Muchos de nosotros pasamos de 50 años en el medio, es un porciento alto de la historia de los 65 años de vida de la televisión.
“Transitamos de una televisión en vivo y comercial a una de servicio público que se llenó de cultura, educación y tuvo una gran explosión de lo mejor de la cultura en esos años 60 y una continuidad en los 70.

“Habría que llegar a la conclusión de que salir al aire día tras día, a pesar de todo, bajo cualquier circunstancia, y en vivo, cuando el jurado más exigente, el público para el que trabajamos, estaba frente a sus pantallas, indicaba un reto y un compromiso.

“Todos sabemos que el prestigio se gana a lo largo de la vida, pero se pierde en cualquier día malo o en momentos malos que pueda tener cualquier artista.
“Para quienes creen que la obra de arte sale cada cinco minutos, les digo que ni cae del cielo, ni sale cada cinco minutos. Prestigiosos cineastas de este país pueden exhibir una obra desigual y no es la televisión, sin embargo, todo el mundo le exige a la televisión lo que quiere de la televisión, cada cual tiene su concepto de la televisión.  
“Todos podemos tener insatisfacciones, todos podemos pensar que se pudo hacer de tal o cual manera, y no estoy hablando de recursos, sino de la profesionalidad, la dedicación y el esfuerzo. Y para quienes piensan que somos muchos, no negamos que somos muchos.

“Les cuento una pequeña anécdota: Nuestro Poeta Nacional, Nicolás Guillén, en una de  
esas noches llenas de diversión, en un lugar tan criollo como La Bodeguita del Medio, bajó una inspiración, tomó el dorso de una cajetilla de cigarros y comenzó a escribir un poema.

“Prueben que eso se convierta en un audiovisual sin un equipo multidisciplinario, y todos en mayor o menor medida son artistas, pero tenemos detractores, los artistas a veces no somos la alta intelectualidad del país, ERROR.  
“Hay una mayor o menor dosis porque todos hacemos cultura, la hacemos desde nuestra propia formación, desde nuestros presupuestos estéticos.
“Para mí, un muchacho de Holguín, de un padre docente, con una formación inculcada por mi familia, muchas cosas me llegaron, pero otras me llegaron a través de la televisión antes de que pusiera los pies en La Habana y era una televisión capitalista, pero que podía  
hacer un gran teatro de esos con Gonzalo Roig dirigiéndolo musicalmente, o podía tener la presencia de ballet en Un Jueves de Pártagas, o muchas otras cosas.
“Qué bueno que se haga lo mejor de la literatura, lo  mejor de las manifestaciones artísticas, pero realmente no hay por qué pensar que estamos divididos entre los que recrean la realidad y los que somos menos difusores de la realidad, eso fue una convención hecha para  
fines económicos y discriminatorios.

“Vivan convencidos de que sí, de que todos son artistas y si no los productos audiovisuales realizados a través de la televisión no quedarían en la memoria.
“Para los que piensan que todo es la memoria física los invitó a recordar a Mireya La Torre, que llegó a este país ya con determinados años y con un conocimiento que, haciendo una entrevista un día del movimiento obrero decía: ¿cómo se las va a arreglar Mireya? Estaba  
perfectamente documentada  acerca del movimiento obrero cubano.

“Por lo tanto, señores, ¡enhorabuena! ¡Felicitémonos! unos a otros y agradezcamos al Instituto que esto lo ha hecho extensivo, porque a  veces se quiere crear una división interna innecesaria entre áreas  administrativas y creativos.

“Los creativos existen en todas las televisiones del mundo y existen los administrativos, que a veces también tiene que ayudarnos a bajar de la nube a los artistas porque en un país como el nuestro no podemos desgastar el presupuesto cuando usted pude grabar pre-editando y puede grabar en menos tiempo y lo está haciendo con calidad, no tiene por qué desangrar el presupuesto.  
“Todos tenemos un encargo, que es hacerlo bien con las posibilidades que tenemos entre todos y es una tarea de conjunto, por lo tanto es muy bueno que estemos todos juntos aquí, que hayamos podido hacerlo, que como dijo Juan Hernández: “un día en el momento más duro del Periodo Especial: “La televisión sale todos los días a las seis de la tarde”.  
“No hay que avergonzarse de estar en la televisión, yo tuve papeles para ir a trabajar en el ICAIC en el año 63 y opté, porque ya estaba graduado de Dirección de Televisión, por quedarme en el medio. No me pesa haber llegado hasta aquí con mis compañeros, haberle dado hasta el último aliento y ser fiel  al legado de mi madre”.