Así consideran en su comunidad a Telemayabeque, que celebra su quinto aniversario.
Resultan extraños y lejanos aquellos días de 2006 cuando por casualidad llegué a la aulita pequeña donde impartían cursos para habilitar, de manera urgente, a personas en todas las especialidades de la televisión.
No recuerdo el mes exacto en que por curiosidad ocupé asiento en el local improvisado; durante semanas, escuché hablar de planos y encuadres. Ni siquiera había percibido que se establecían telecentros a lo largo del país y a metros de mi casa inaugurarían uno en los meses siguientes.
Mi mundo era otro entonces, daba clases de Farmacología en la Universidad Agraria de La Habana, y debo confesarlo: no veía televisión.
El tiempo transcurrió y, en un abrir y cerrar de ojos, vi entre mis manos un papelito que me habilitaba como director de televisión. Sin apenas pensar en la seriedad del asunto, seguí con mis faenas y, llegadas las tardes, iba a un almacén casi abandonado para aportar en la limpieza y recogida de escombros. Lo hacía para salir de mi rutina habitual, solo por eso.
En la mañana del 22 de noviembre relucía el viejo almacén. Personas de diferentes instituciones llegaron al mediodía, casi a la vez, y en pocos minutos, tras aplausos, quedaba inaugurado el inmueble. Fue una tarde feliz para mí y para todos.
La antesala… Tele San José
Y empezamos a lo grande, como se dice en buen cubano. La parrilla contenía un noticiero, programas culturales, un juvenil, dos revistas informativas y un programa histórico. El horario de salida al aire era estelar. Cada viernes, sábados y domingos en las noches, un público de diversas generaciones se hizo habitual.
Recuerdo nuestra primera vez en vivo. Fue a los pocos meses del comienzo. Se respiraba profesionalidad en cada rincón del telecentro. Ya manipulábamos bien la técnica y, lo más importante, sabíamos del compromiso inmenso que teníamos con los televidentes.
Según Maydelín Remón, periodista de Tele San José, “lo más importante en aquellos tiempos para todos en el telecentro eran los lajeros. Reflejar el día a día de niños, jóvenes y adultos. Que se vieran en la pantalla, era para ellos algo novedoso y útil, para nosotros, un compromiso en cada jornada”.
El reto era difícil. Cada equipo de prensa caminaba kilómetros día tras día en busca de la información. No había descanso. En las madrugadas era habitual encontrar a director y editores reemplazando planos o secuencias para que el programa quedara perfecto. Había una sola máquina para la edición y 14 programas al aire cada fin de semana.
Para Maricel González, directora de Tele San José, “por aquel entonces, lo más importante era que nuestros programas no se parecieran entre sí ni a los de ningún otro canal. Recuerdo la cantidad de llamadas que recibíamos en las noches del fin de semana, hasta de personas de otras provincias de visita en San José.
“Nos felicitaban porque no nos parecíamos a ningún otro telecentro o canal. Nos distinguía algo y ese algo era el sabor comunitario que dejábamos en cada espacio. Hasta en nuestros spots se reflejaba a la gente del pueblo. Siempre quisimos distinción y gracias a eso diseñamos un camino”.
Y el andar apenas comenzaba
Tras ponerse en vigor la División territorial de La Habana en Artemisa y Mayabeque, a inicios del 2011, Tele San José se convirtió en telecentro provincial. Comenzamos con la misma técnica, pocos trabajadores y una estructura diferente a la del resto de los telecentros del país.
Nuestra señal llegó a los 11 municipios del territorio. Transmitíamos, por primera vez, lunes, miércoles y viernes, una hora después de las cinco de la tarde.
Con una nueva administración, los trabajadores del telecentro asumimos el reto. Nuestra parrilla de programación se redujo a un programa en vivo cada día de transmisión. Era una revista informativa a la que tributaban periodistas de nuestra redacción y otros de cinco corresponsalías de televisión en los municipios: Nueva Paz, San Nicolás, Quivicán, Batabanó y Melena del Sur.
Reconoce Lázaro Remedios, director del centro, “la misión era difícil pero inmensa”. En sus apuntes del informe de inauguración de Telemayabeque comentó: “está dispuesta una tecnología novedosa para proseguir, fundaremos un aula para la superación continua de ustedes, creceremos en calidad y en recursos de todo tipo para llevar a la teleaudiencia un producto revolucionario en todos los sentidos”.
... se hace camino al andar
Y así mismo fue, nos superamos en tecnología y conocimientos. Se incorporaron nuevos miembros al equipo, el salario fue mayor y, paulatinamente, crecimos en tiempo de transmisión, hasta una hora y media cada día, a partir de las cinco de la tarde.
Nuevos programas aparecieron, nuestro alcance fue mayor y un público nuevo surgió no solo en Mayabeque, sino también en zonas de Matanzas, La Habana, Artemisa y Pinar del Rio.
Hoy nuestra parrilla de programación la conforman espacios culturales, juveniles e infantiles, de ciencia y técnica, orientación social y facilitación social. Varios de ellos, como El laboratorio, USB 3.0 y Doble clip, se retransmiten en la televisión nacional.
Muchos de nuestros artistas son reconocidos con premios en festivales nacionales y territoriales de televisión y de instituciones culturales, científicas y cinematográficas en Cuba y el mundo.
Vilma Leyva, directora actual de Telemayabeque, dice sentirse muy orgullosa del colectivo y que nada les impedirá trabajar con y por la excelencia. Subraya, además, que “los trabajadores del telecentro tienen un compromiso cada día mayor con sus aportes a la conformación de la identidad de la nueva provincia”.
Y por la identidad y el rescate y continuidad de nuestra memoria histórica y cultural, sigo junto a los míos, haciendo camino. Hoy desde Telemayabeque trabajamos con y para nuestra gente. El reto común de todo el equipo es compartir sus vivencias, crecernos, apostar por un futuro mejor.
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
