Tal aspecto sobresale entre los desafíos planteados por representantes de la TV Cubana, que aspiran devenga moderna, atractiva y enriquecedora en el siglo XXI
Dentro del fenómeno del consumo cultural, especialmente de audiovisuales, las audiencias cubanas encuentran opciones varia das al margen de los medios institucionales, que llegan a desconectarlos de la TV nacional. A no dudarlo: la creciente preferencia por el Paquete Semanal (compendio de alrededor de un terabyte de información y contenidos au diovisuales películas, series, novelas, shows, documentales, videos música, revistas y pu blicidad), implantó una tremenda competen cia con los tradicionales medios de comunica ción, al tiempo que transformó las relaciones entre los públicos y la televisión cubana.
Diversos estudios indican que el 94 por cien to de los cubanos ve televisión a diario, sin importar sexo, edad, profesión, raza o zona de residencia. Por ello, puede afirmarse que sen tarse frente a la pequeña pantalla es la práctica de consumo cultural más importante del país, aseguró la investigadora Cecilia Linares Fleites en el contexto de la XXXVII edición del Concurso y Evento Teórico Caracol 2015. Según valoró la especialista del Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cuba na Juan Marinello (CIDCC), “la irrupción de nuevas tecnologías y soportes ha provocado cambios significativos en ese panorama. El Es tado dejó de ser el único proveedor de conte nido audiovisual dada la amplitud de las nue vas plataformas digitales”.
También refirió la existencia de un amplio mercado informal para esos contenidos, con una oferta muy variada, desde los de impecable factura hasta aquellos con escasos valo res, propios de la denominada “telebasura”. La estudiosa apuntó que la revolución tec nológica en los medios hace que los sujetos creen sus propias parrillas de consumo, por lo que, antes de escandalizarse o decretar prohibiciones, deben propiciarse investigaciones sobre los criterios de selección de di chos contenidos. Estudios realizados por el Centro de Investigaciones Sociales (CIS) del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt) comprueban que Caso cerrado, La Voz Kids, las películas, se ries y telenovelas extranjeras, todos productos audiovisuales que circulan en el Paquete, son mayormente preferidos por jóvenes y adultos. Vanessa Márquez Cicero, especialista del CIS y autora de una investigación que describe el consumo del Paquete en La Habana, ha in formado que las mujeres y jóvenes entre 15 y 35 años de edad son más proclives a adquirir este tipo de programación por diversas vías. De acuerdo a la estudiosa, “orientan sus gustos por la recomendación de otras personas o la nacionalidad de las producciones, y se sienten atraídos por los videos musicales, los animados, los tráileres, las series de terror, cienciaficción y fantasía. Las personas con más de 36 años prefieren el suspenso y los policiacos”.
El público femenino se expone más a es tos materiales que los hombres y prefiere los shows, las novelas, las series románticas o los espacios juveniles. En cambio, el público mas culino tiende más a ver películas, deportes, programas humorísticos o documentales. “Los resultados de esta ponencia, efectuada hace aproximadamente un año, tienen vigencia en la actualidad, pero se enmarcan en un tipo de estudio más cuantitativo que cualitativo. Es importante ahondar más en las implicaciones sociales que conlleva el consumo de una producción extranjera que no se corres ponde siempre con los intereses de la televi sión cubana”, ha advertido Márquez. Para la experta, comprender la tendencia a consumir el Paquete puede significar un punto de partida para analizar críticamente las propuestas de la pantalla chica nacional y crear productos más interesantes, con una mayor aceptación popular.
Con el interés de aportar ideas encaminadas a lograr una TV moderna, atractiva y enriquecedora, especialistas, intelectuales, creadores y directivos vinculados con el medio han seña lado en foros con el Caracol 2015, organizado cada año por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), que al arribar a su aniversario 65 la Televisión Cubana debe repensar sus formas de producción y propuestas estéticas, ante el arrollador impacto de las nuevas tec nologías y la diversificación del consumo de audiovisuales a nivel social. En tal sentido, Miguel Barnet, presidente de la Uneac, pedía “aspirar a un público mejor, por lo cual debemos insistir en una educación crítica, con contenidos reales que sean asimilados e inviten al gusto estético”. Por su parte, el periodista Jorge Alberto Piñe ro (JAPE), alertaba sobre “la pérdida de espacios humorísticos en la televisión”, y proponía crear en el ICRT una división para esta manifestación artística, “aprovechando las capacida des del Centro Promotor del Humor”.
En tanto, Alfonso Noya, director general de la Televisión Cubana, exhortaba a propiciar espacios creativos. “Debe haber mayor intencionalidad en los mensajes hacia los públicos más jóvenes y los de la tercera edad. Sin un soporte científico, no puede haber el salto cualitativo para disponer de la televisión del siglo XXI a la cual aspiramos” Más programas nacionales.
Fabio Fernández, director de contenidos y programación del Icrt, comentaba reciente mente a la revista Bohemia que la principal estrategia de la institución es ofrecer más pro gramas nacionales que realcen la cultura y los valores de los cubanos. Valoraba el investigador social en el campo de los medios de comunicación que “ha habido una dicotomía con la definición del entretenimiento, oponiéndose muchas veces a lo racional, cultural, importante, decente, aceptable, y eso es un error”.
El directivo remarcó que “la televisión cubana nunca va a transmitir contenidos del Paque te, tales como algunos reality shows , que son una ofensa a las personas”, asimismo señaló aspectos fundamentales de la política del Icrt para mejorar la TV y contribuir, en parte, al fo mento de programas interesantes y cercanos a la realidad nacional. Al respecto refirió “un decrecimiento de la programación cinematográfica, un incremento de la producción nacional, más presencia de documentales cubanos, programas musica les, la novela cubana de lunes a viernes y más programas de participación. “Nos faltan espacios de ciencia y técnica, y qui siéramos tener uno que ayudara a fomentar la cultura audiovisual para que el público sea más crítico y menos pasivo. Para eso hay que hacer un análisis, un desmontaje artístico, y si logra mos que además sea entretenido, tendremos un receptor más preparado para enjuiciar tanto nuestra televisión como la del resto del mundo¨