El encuentro con George Matras, uno de los guionistas de la exitosa serie de televisión norteamericana, Breaking Bad, en el contexto del Trigésimo séptimo festival de cine, fue una buena oportunidad para ratificar que hoy el concepto audiovisual es muy diferente al que se manejaba a mediados del pasado siglo.
Bajo el título de “Las Series de Televisión como narrativas de Ficción en los nuevos tiempos”, Matras, disertó acerca de cómo se hizo la obra, muy aclamada por crítica y público. Uno de los aspectos más interesantes es la forma en la que se escribió el guion: por temporadas hubo momentos en los que trabajan hasta siete guionistas, no sólo en la escritura propiamente dicha, sino la forma de armar cada capítulo.
“A veces, contó Matras, el debate del desarrollo de un conflicto podía durar hasta una semana, en el contexto de una tormenta de ideas, en la búsqueda de lo ideal para la historia. Hoy día es un buen momento para ser escritor TV, las personas ven largas temporadas enteras sin tan siquiera pararse del asiento y esto es algo que a nosotros nos encanta.”
Y sonriendo acotó: “Nos reuníamos todos en un cuarto durante horas y horas por días, hasta sacar el mejor capitulo posible. Creo que en un punto llegamos a conocernos más entre nosotros mismos que a nuestras familias"
Ganador de tres premios Writers Guild of America (WGA), Matras opina se vive una etapa dorada del drama televisivo, que tuvo un buen punto con el éxito de series como Los Soprano (1999-2007) y luego la aparición de Netflix, una de las empresas que comercializa las series a nivel mundial.
La televisión por cable, un buen negocio, tiene además un ingrediente apetecible para los teleastas: se filma (y ve) en formato de alta definición (HD) que se complementan con televisores de grandes pantallas, por lo que los realizadores pueden darse el lujo de buscar imágenes más cinematográficas, lo que influye en un resultado más artístico.
Apuntó que las televisoras convencionales exigen “series dominadas por corte comerciales y los personajes centrales apenas evolucionan, son los mismos semana tras semana.” Para Matras, la variante del cable no igual por lo que “los creadores y actores tienen más libertades y licencias artísticas”. Tal opinión no habla de una superioridad de ninguna de las dos variantes, pero sí de una diferencia importante en cuanto a dichas plataformas.
Recalcó que en Breaking bad, la serie en que trabajó desde 2008 a 2013, una de las razones de su éxito son sus escritores: ellos decidieron cuando dar el final. El asunto es muy interesante: el camino de un hombre hacia el mal, a partir de que padece de un cáncer terminal y quiere ayudar a su familia. Historia apasionante, muy bien filmada, acaparadora de premios en diversas categorías y con seis millones de televidentes, sólo en EEUU, en algunos capítulos, es una serie que por su hechura se acerca al cine, y por momentos lo es.
Sería muy útil que realizadores televisivos, (solo asistieron al encuentro con Matras la directora Mariela Lopez y el músico Juan Leyva, vinculado al audiovisual), tuvieran acceso a estas experiencias de un hombre que hace arte, ( o lo intenta) desde la televisión…es verdad, lo sé, que cuenta con un gran respaldo financiero, pero trabaja en un país donde la televisión, por lo general , es un canto a la banalidad y basada en fabricar mercancía. En Cuba no hay dinero, pero a la televisión se le exige… arte.
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