Al introducirnos en el texto, la realizadora de Televisión, Magda González Grau, afirmó que de televisión sí se habla en verdad en Cuba, aunque pocas veces se escribe de ella, de ahí que este libro resulte de una valor incalculable.
“A Paquita no le ha importado nunca que el realizador de la obra sobre la que opina, termine por odiarla o por quererla, vaya a retirarle la palabra o a regalarle un ramo de flores”. “A ella le interesa que lo que escribió provoque el debate y el movimiento de ideas sobre un fenómeno tan esencial para la cultura de un país como los medios”.
Este texto, agregó, da una idea completa de lo que ha sido la televisión cubana en la última década. No hay suceso artístico notable en nuestra televisión que no haya sido reseñado, criticado o elogiado por la autora.
“Imaginen qué valioso podrá ser para las futuras generaciones de investigadores y artistas tener este amplio y detallado espectro de los que ha sido nuestra televisión en estos años”, permeado por la experiencia de Paquita y las consultas que hace al centro de investigaciones y al pueblo, que es el receptor principal de lo que se produce.
A tono con la presentación, Paquita narró anécdotas y momentos dramáticos y hasta risibles de su vida a tenor de sus publicaciones, y tanto ella como la realizadora respondieron a numerosas interrogantes y puntos de vista expuestos por los presentes, entre los cuales estaban Antonio Moltó, presidente de la UPEC, y Aixa Hevia, vicepresidenta primera, y la vicepresidenta Bárbaro Doval.
Un tema de gran interés resultó el análisis de por qué no se llevan a la TV aspectos de la historia pasada y reciente de nuestro país, a lo que Magda respondió que es un asunto sumamente serio y difícil de hacer congeniar criterios cuando para crear una obra audiovisual necesariamente debe colarse la ficción y la dramaturgia. Pero sí, reconoció lo deficitario de la historia en la parrilla de nuestros canales de televisión.
Como cierre musical, sonoro y contagiante, el grupo Estación de Luz, de la Brigada Hermanos Saiz, deleitó a los presentes con piezas renovadas en su interpretación a la que ponen un sello de modernidad y más que todo, de excelencia artística.