Destaca Rafaela Balanza, asesora del medio televisivo que apuesta por una programación educativo-cultural desde hace 14 años
Continuar siendo un canal con una programación de calidad, centrado fundamentalmente en aspectos formativos que propendan a elevar el nivel cultural del pueblo cubano, constituye uno de los principales objetivos del Canal Educativo, que celebra este mes su aniversario catorce.
La búsqueda de métodos que superen limitaciones tecnológicas, desarrollen el intelecto y aseguren la fidelidad de la teleaudiencia representa un verdadero reto luego de más de una década al servicio de la educación del pueblo cubano.
Con una parrilla dividida en espacios curriculares por el día, y programas culturales en las tardes-noches, el Canal Educativo se erige con más de 3000 productos al año. Posee, además, un perfil muy específico, con objetivos claramente definidos que se han mantenido desde la creación del medio en el 2002.
En declaraciones a esta publicación, Rafaela Balanza, asesora del canal, destacó que la producción actual es bastante grande, con una propuesta de 67 programas que suelen gustar a un público de probada fidelidad.
“Los contenidos son muy concretos, principalmente los de la programación variada-cultural, porque se proyectan espacios que no aparecen en ninguna otra parrilla de la televisión nacional.
“Por ejemplo, tenemos La danza eterna, que es el único programa sobre danza que existe en el país. De cierta Manera es el espacio emblemático sobre cine cubano, Bravo abarca la música clásica, y Pantalla documental proyecta materiales nacionales y extranjeros muy interesantes. También está Letra fílmica, conducido por mí, basado en obras literarias.
“Las propuestas curriculares apoyan a los programas de estudio, y tenemos unas cápsulas interesantísimas que se llaman De nuestro idioma, con cortos dramatizados sobre el idioma español.
“Estos programas han mejorado mucho su calidad: ya no se trata solamente de las clases frente a una pizarra o una computadora. Hemos trabajado en la animación, fundamentalmente en espacios para niños pequeños. Hacemos, pues, un esfuerzo grande para que sean lo más interesante posible”, destacó.
Para la asesora, todos los espacios del canal pretenden elevar el nivel cultural del pueblo y tienen su público bien establecido, pues este medio no tiene un carácter generalista como Cubavisión.
“En estos momentos se busca la parrilla ideal y se revisa la programación para determinar qué espacios deben seguir, modificarse o cambiarse”, precisó.
Según la especialista, deviene muy importante un canal con estas características, a pesar de que algunos estudios de investigación demuestren que no disponen de una elevada teleaudiencia.
“Sin embargo, los niveles de gusto son altos, independientemente de que a todo el mundo no le gusta ver un programa sobre danza o cine cubano. Siempre se quiere ampliar el número de televidentes, pero más que eso, es imprescindible ampliar el gusto de la gente por nuestros programas.
Para Balanza, las perspectivas del Canal Educativo son buenas, pero se precisa resolver, entre otros aspectos, obstáculos de tipo tecnológico y acelerar el proceso de digitalización.
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