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 La reconocida cantante cubana comenta acerca de los homenajes realizados a artistas y espacios infantiles desde el programa Corazón feliz en casa, de Cubavisión

Inspirada en la canción infantil “Amiguitos vamos todos a cantar”, de la cantautora cubana Teresita Fernández (1930-2013), surge Corazón feliz en casa, programa televisivo que transmite Cubavisión. Como parte de una alianza entre los institutos cubanos de Radio y Televisión y el de la Música nace esta feliz iniciativa de la cantante y compositora cubana Rochy Ameneiro, con quien dialogamos para los lectores de esta publicación.

Refiriéndose al origen del espacio la talentosa artista comentó: “Las complejas situaciones que vive el mundo impidieron materializar un proyecto que habíamos previsto para este año, y que con el título Corazón feliz convocaría al I Encuentro Internacional de la Canción para Niños y Niñas. Según lo pensado, compartiríamos en teatros, parques y plazas de La Habana con artistas de otras naciones, intento que se vio frustrado por la presencia de la COVID-19, y que decidimos realizarlo desde las redes sociales.

“Con esta iniciativa logramos motivar a los directivos de la Televisión Cubana y nos propusieron dos días para su transmisión. La aceptación del público fue muy positiva, lo que ha propiciado que desde septiembre se mantenga como espacio habitual en una transmisión de 27 minutos, los sábados a las diez de la mañana, con retransmisión en idéntico horario los miércoles.

“Corazón feliz en casa es un programa de canciones infantiles que, guiado de la mano de Pelusín del Monte (títere nacional cubano), propicia el diálogo con actores del grupo de Teatro de las Estaciones, de Matanzas. El guion y la dirección artística de este programa están a cargo de Rubén Darío Salazar y Senén Calero, ambos reconocidos con el Premio Nacional de las Artes Escénicas y muy vinculados al trabajo para los niños”, explicó Ameneiros.

La sección Corazón del recuerdo es una de las más gustadas del programa por acercar a la memoria temas antológicos de la canción infantil, melodías que han marcado a generaciones. Al respecto apuntó Rochy: “Diseñamos la sección para rememorar los temas que han acompañado a muchos que hoy no somos tan niños, por eso hemos vuelto a disfrutar de “Juan me tiene sin cuidado”, interpretada por Aurora Basnuevo, o de la gran Rosita Fornés cantando “Un día de paseo”.

Una rigurosa investigación en los archivos del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos (ICAIC), unido a una minuciosa selección de los temas ocupan el tiempo de la también líder del proyecto Todas contracorriente, iniciativa que desde 2011 centra acciones por la no violencia contra mujeres y niñas.

Entre las proyecciones para el futuro de Corazón feliz en casa, la entrevistada anunció que en las próximas entregas cada emisión hará una dedicatoria a La sombrilla amarilla (espacio televisivo infantil que se transmitía por Cubavisión), con la proyección de los temas musicales que conformaban su banda sonora.

Importantes músicos y compositores de Cuba y otras naciones se han involucrado en este proyecto, particular al que también hizo referencia Rochy: “Tenemos canciones de Liuba María Hevia, Rita del Prado, Teresita Fernández, Lidis Lamorú y el dúo Karma, entre otros cubanos. Lamentablemente no todas las canciones infantiles tienen un audiovisual y eso ha impedido que tengamos mayor presencia de creadores, pero estarán todas las que tienen una versión en audio e imagen.

“De igual manera, los artistas extranjeros que habían sido convocados al encuentro internacional han enviado sus materiales, ejemplo de eso son los argentinos del grupos Canticuentos, los miembros del proyecto brasileño-argentino Pintau y la uruguaya Susana Bosh, entre otros. Los tema que llegan desde el extranjero son acogidos en la sección Corazón volador, en la que representamos nuestro corazón volando hacia otras naciones”.

El programa ofrece la posibilidad de que los niños puedan disfrutar de temas creados para ellos, en ese sentido la cantautora valoró: “lamentablemente, con la globalización de todas las músicas, nuestra niñez está «quemando etapas» desde un ambiente sonoro contaminado, con temas que, agresivos o no, fueron compuestos para adultos. Lo que les crea un «vacío» en una etapa importante de su crecimiento intelectual, por eso en cada programa enviamos mensajes de bien social, de cuidado de la naturaleza y de rescate de los valores.

“Todas estas son razones para que los pequeños de casa y sus familiares nos sigan, a lo que se adiciona la posibilidad de disfrutar de personajes de cuentos infantiles, que aparecen en cada programa”.

La entrega de Rochy Ameneiro al trabajo para el público infantil tiene motivaciones interesantes iniciadas en el proyecto que lidera. “Hace dos años comencé un trabajo sobre la atención desde las edades tempranas, debido a la importancia que tiene la familia en la lucha por la no violencia. Como nuestro trabajo es desde la música, consideramos importante que los infantes reciban sonoridades que no tengan códigos violentos, ni lenguaje sexistas y estén acordes a sus edades, por eso me he entregado a este sector”, subrayó.

Corazón feliz en casa apareció como parte de la programación que para acompañar el aislamiento social diseñó Cubavisión, ganándose varios reconocimientos que han dado posibilitado su permanencia en la programación habitual de ese canal.