En pantalla

Algunas valoraciones sobre el proceso de realización y cuánto ha significado la transmisión de las distintas temporadas del espacio Qué gente, de Canal Habana.

Al mencionar el nombre de Alegrías de sobremesa, de inmediato salen a relucir aquellas estampas diarias costumbristas que durante cinco décadas acompañaron a generaciones enteras de cubanos en el horario de la noche y luego eran retrasmitidas a las doce del mediodía por las ondas de Radio Progreso.

Los personajes de Marta Jiménez Oropesa (Rita), Idalberto Delgado (Paco), Wilfredo Fernández (Alejito), Aurora Basnuevo (Estelvina), Reynaldo Miravalles (Melesio Capote), entre otros muchos, formaron parte del ideario cotidiano de una familia que se vio representada en cada una de las hilaridades que Alberto Luberta construyó para la sociedad cubana, a la cual le regaló un espejo sonoro respetuoso de cuanto conformaba su historia de vida.

Muchas de esas historias —que hoy forman parte del patrimonio cultural de la nación desde la arista radial— llegan a la pantalla chica, a través de Canal Habana. Estampas animadas que desde 2016 conforman el proyecto dirigido por el creador Liuvar Losada, responsable de rescatar audios originales del espacio y llevarlos a otro lenguaje para que las nuevas generaciones los conozcan, y los que ya las han aplaudido encuentren una nueva razón para disfrutarlas.

Así, de la radio a la televisión, comenta Liuvar, nació el proyecto Qué gente, bajo su dirección general, mientras la de animación recayó en manos de Nelson Serrano, un profesional que, junto a un esforzado equipo de trabajo, a partir de un estilo de animación y un precepto de dibujo singular asumió el reto. Según Losada ambos criterios estéticos se avenían, perfectamente, con esa mirada fresca, y a la vez respetuosa, que interesaba hacer resaltar en el espacio.

Hasta hoy suman tres temporadas de nueve capítulos cada uno, y se muestra como un logro significativo que Canal Habana ha estado mostrando cada verano. Los rasgos sicológicos de los personajes muy bien delineados tras el dibujo, regalan minutos de franca y sana sonrisa e, inevitablemente, hacen un guiño a la nostalgia.

De cómo es el proceso de trabajo por dentro de este animado expresa Liuvar: “Selecciono los audios originales que, en una primera etapa, lo procuré de modo que saliera en cada capítulo un actor nuevo, así fue que la primera temporada se convirtió en un homenaje a aquellos actores iniciadores del espacio Alegrías de sobremesa; por supuesto busqué aquellos episodios de mayor comicidad en tanto tenía que ver, por producción, la cantidad de personajes a mostrar. Una vez que el animador tiene el diseño del personaje es todo más fácil; en ese caso Nelson hace la propuesta de caricatura de cada personaje; y el criterio en ese caso responde a un serio trabajo de investigación. Preferimos a la hora de asumir la propuesta creativa tomar fotos reales de los actores, por un problema de derecho de autor, y que la caricatura se pareciera lo más posible a ellos.  Y eso creo que se logró bastante bien, a la par de ello se trabaja en lograr la atmósfera, el espíritu, la adecuación espacial. En ese sentido, cuando se ven los distintos episodios, siento que se ha hecho realidad mi sueño y logrado con creces lo que me propuse.

Conseguidos estos aspectos, pasa a manos del equipo de animación la otra parte del proceso y se inicia, entonces la realización en toda su magnitud.  Concluido este, lo reviso y una vez chequeado cada capítulo, por si necesita algún ajuste, sincronización, corrección de colores, es que le doy el listo; apruebo el capítulo para su puesta en pantalla”.

Sin dudas, resulta un riguroso trabajo que este equipo pretende mantener.  Al respecto enfatiza su creador:

“Sí, queremos mantenerlo en pantalla y como proyecto se está viendo la posibilidad de producir otros programas. De hecho, conservo audios que no son tan antiguos, por tanto, se ajustan a la propia evolución de Alegrías de sobremesa, y a partir de ellos pretendemos dar continuidad a lo que ya hemos mostrado en pantalla. En algún momento la dirección de la televisión dijo que sí lo produciría, así que estamos en búsqueda de financiamiento para una cuarta temporada, que tal vez pueda ver la luz el verano próximo”.

Luego de tres temporadas al aire, de acuerdo con informaciones del Centro de Investigaciones Sociales (CIS), Qué gente sigue ocupando la preferencia entre los espacios que Canal Habana ofrece en la etapa estival. A lo mucho que representa en la memoria afectiva de la gente, se suma la seriedad y responsabilidad con que este equipo de trabajo asume lo patrimonial, no solo como objeto de estudio y referencia, sino también como fuente viva de aprendizaje y compromiso para bien hacer en estos tiempos, en los que la exigencia tecnológica no puede desestimar la sensibilidad y el cuidado estético: dos pautas que se afirman, sin dudar, en Qué gente.