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- Escrito por: Maya Quiroga
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A propósito de un nuevo aniversario de la fundación de la Asociación de Pedagogos de Cuba nos acercamos al legado televisivo de su presidenta de honor, la Doctora Lesbia Cánovas Fabelo.
La destacada educadora, Doctora Lesbia Cánovas Fabelo (Camagüey, 1947), actual Presidenta de Honor de la Asociación de Pedagogos de Cuba (APC) fue la coordinadora nacional del programa Para la Vida, que vio la luz en 1992. Ese programa se centró en promover la educación integral y la salud física y mental.
Para su materialización se creó un Comité Nacional y se unieron sectores como los Ministerios de Salud Pública y de Educación.
El programa estaba liderado por la APC y contó con el apoyo del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT, hoy Instituto de Comunicación Social) así como con el acompañamiento de su Centro de Investigaciones Sociales.
Impacto de los spots Para la Vida
La Doctora Cánovas ha sido reconocida por su participación en proyectos educativos internacionales y por su liderazgo en la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En el encuentro Infancia y Comunicación, la Presidenta de Honor de la APC, destacó la importancia de la colaboración intersectorial como un ejemplo de compromiso social y educativo.
Rememoró el inicio de los spots Para la Vida, enfocados en mensajes básicos para las familias, que transmitió la Televisión Cubana a partir del año 1992.
«Hicimos lo que pudimos hacer en aquel tiempo. Fue la experiencia que he vivido, de mayor humildad, de mayor entrega, de sectores que se unen por un objetivo común. Las alianzas, desde el compromiso, son la clave», sentenció la Doctora.
La experta mencionó el apoyo que le brindó el desaparecido director, guionista e investigador Vicente González Castro quien facilitó el vínculo con el ICRT.
Según la pedagoga, la campaña de bien público, asociada con el programa Para la Vida, se transmitió hasta principios del 2002 pero aún permanecen frescas en la memoria colectiva las imágenes de estos spots, que se veían en el horario estelar como parte de la programación de cambio (después del noticiero y antes de la telenovela).
Los spots hacían hincapié en temas como: la sencillez, el estudio, la humildad, el desapego de las cuestiones materiales y en algunos de ellos se introdujo la mirada de la inclusión social hacia las personas discapacitadas, en especial los niños.
Quizá el más recordado de todos sea aquel que comenzaba con la frase lapidaria: El viejo Andrés se va a morir solo que reflexionaba sobre la importancia de una paternidad responsable a partir de la creación de lazos emocionales fuertes con los hijos, a través de la dedicación, el amor incondicional, la comunicación abierta, así como la educación en valores como la gratitud y el respeto hacia los mayores.
En fin, el mensaje del viejo Andrés era que un buen padre debe ser un modelo a seguir, que no debe limitarse a ser un simple proveedor de la pensión alimentaria, sino que también debe enseñar a sus hijos sobre la empatía para que ellos apoyen a sus seres queridos y no abandonen a sus progenitores en la vejez.
Sirvan pues estas líneas de homenaje a la labor educativa que ha desarrollado, desde la Televisión nacional, la APC. Llegue, en especial, el agradecimiento a la Doctora Lesbia Cánovas Fabelo, presidenta de honor de esa notable institución pedagógica.