Con mucha razón y un poco de emoción la actriz Obelia Blanco habló unas jornadas atrás del Canal Educativo en Mediodía en TV. Específicamente, lo hizo sobre el espacio Fe de vida, del que unos meses atrás publiqué un comentario. Dedicado a la tercera edad ese programa, dirigido por Olga Lidia Díaz, es una propuesta digna y útil para un país que envejece a pasos agigantados.
Obelia agregó que lo había descubierto por casualidad en una temporada anterior y que gustó de él, de hecho hoy es su eficaz conductora, mientras la entrevista, con naturalidad, la realiza Hilario Peña. Pero la actriz fue más allá de su programa, habló del canal “donde siempre se aprende” que tiene en su parrilla una oferta interesante, variada y con empaques aceptables.
En los últimos tiempos se realiza una promoción más amplia y mejor presentada, sobre los programas de ese canal que Obelia con cierta razón llamó “la cenicienta”. Sostengo que por el imaginario popular y por su alcance Cubavisión, es la propuesta más seguida, y entonces se pierden otros espacios que con buena factura y altos propósitos estéticos se transmiten por los canales educativos y Telerebelde.
Por ejemplo Top verano con guion y dirección de Frank Lage Martínez, nos lleva por la diversidad musical con entregas de altos valores estéticos. La guitarra, piano, violín, con invitados como Pacho Amat, Annie Garcés, Alex Music Feat a las 2 cuerdas, Frank Fernandez y Eliades Ochoa, La Comparsa, Alter Ego, Vicente Feliú y Augusto Blanca, porque, (así reza en la sinopsis) la música instrumental como género no siempre está presente en los TOP o listas de éxitos. Igual, de este realizador cada domingo aparece Clip punto cu, un programa moderno, fresco, con temas actuales y polémicos que bien merecerían una retrasmisión nacional, ya la tiene por Cubavisión internacional.
Cartas de mi prima Vera, con guión de Mariela López y dirección de Mónica Borrayo, es una exquisita entrega para adolescentes (y no tan jóvenes), con una riqueza temática que capta la atención del televidente.
Tengo algo que decirte, dirigido por Aurora (Loly) Vega Domenech, con varios guionistas y en vivo, abarca temas diversos, a veces polémicos, que si quizás no alcanzan el acabado formal se suplen con lo interesante de lo dicho por invitados o conductores.
Letra con Arte, realizado por Abel Montano Vázquez, es un programa con filmes (generalmente reposiciones), relacionados con escritores u obras literarias, pero lo interesante es cómo se logra transmitir al cinéfilo el entorno del escritor que dio pie a la obra fílmica. Se conversa con especialistas y se ofrece una rica semblanza del autor, inteligente manera de acercar al televidente a la lectura.
Cocinando con la abuela, dirigido por Giselle García Mecías y con la convincente presencia de Nilda Collado, acerca a los más jóvenes no sólo a la cocina, sino a las tradiciones de nuestro país.
Brasil, ideal para los amantes de la música del gigante de sur América, con dirección de Mónika Cabrera Zeruto y guion de Frank Padrón Nodarse, se agradece porque en “un paquete” hay un puñado de canciones de aquel país.
Ana luisa López es la directora de En humor a la verdad con guión de Otto Ortiz Ondal y Eleuterio (Telo) González Toledo, un programa sin estridencias, ni chistes vulgares, que conducido sobria (y humorísticamente) por Otto nos hace sonreír. Ana Luisa nos dijo que son ocho programas con temas como las vacaciones, la salud, las modas y la crisis de los 40, que puede tener invitados a humoristas u otros profesionales.
No quiero dejar de mencionar a Cubo mágico que camina hacia el rescate de canciones infantiles tradicionales y Ruta cinco dirigido al cuidado del Medio Ambiente.
En ese canal aparecen excelentes programas sobre cine, Espectador crítico y De cierta manera; Bravo, una propuesta musical de Roberto Ferguson que contribuye al conocimiento y disfrute de esa manifestación; Fuera de rosca con una estética nada convencional y otros espacios de los que he escrito alguna vez.
La reposición de Los papaloteros ha sido una buena decisión, niños y niñas lo están disfrutando, mientras no son pocos los que siguen En silencio ha tenido que ser. Quizás se me quede algún espacio. He tratado de ver toda la programación durante el verano y al final pienso que ese eslogan “donde siempre se aprende” le va bien… pero le agregaría “para la familia cubana”.