Durante la programación de verano, más de sesenta filmes a la semana ha transmitido la televisión cubana en los cinco canales nacionales. La mayor parte son reposiciones y norteamericanos. No puede ser de otra forma. Hollywood es la gran matriz de cine en el planeta y no sólo en Cuba invade las salas de cine y los espacios televisivos. En estos últimos no se puede aspirar a exhibir nada más que estrenos.
Con la oferta de la que se dispone entonces hay que seleccionar cintas con poca violencia y con contadas escenas de sexo, tarea muy difícil en la contemporaneidad cuando una buena parte de las buenas películas están atravesadas por sexo o por violencia, o por ambas expresiones a la vez.
Una vez más opino que en horarios nocturnos, con una advertencia al televidente, se puede y deben transmitir filmes buenos con altos contenidos eróticos o violencia justificada. Cada día más, lo que llega a los menores desde el mundo audiovisual no procede sólo de la televisión. Tablet y teléfonos celulares en manos de una minoritaria cantidad de niños y niñas, pueden ser soporte de escenas, incluso en dibujos animados, donde prime el sexo, el lenguaje de adultos y la violencia. Ese es un alud creciente que se puede conjurar cuando familia, escuela, espectáculos públicos y también la tv trabajen en conjunto para preparar a los menores ante esa avalancha tecnológica.
En la programación estival se mantuvieron algunos espacios cinematográficos y aparecieron otros que proporcionan una diversidad genérica, temática e incluso por área geográfica. En este verano se ha visto cine francés, noruego, alemán, sudafricano, mexicano, español, indio, británico, cubano, sueco, georgiano, italiano, japonés, australiano, afgano y estadounidense, por supuesto que es la mayor cantidad.
La séptima puerta, con propuestas de cine de horror incluidas, se mantuvo al aire por Cubavisión, mientras sus grandes éxitos se retransmiten por Multivisión. Este espacio mantiene una oferta de altos valores estéticos con un comentario que puede ilustrar a los televidentes.
De cierta manera, conserva su ofrecimiento de cine cubano en el medio de una revista entretenida e instructiva. Desconozco por que se promueven los filmes del sábado por la noche y apenas se anuncia el cine de nuestro país.
El espectador crítico sigue siendo una opción para disfrutar de una buena película y una conversación como complemento en su introducción.
Arte siete, Somos Multitud y Letra fílmica conservaron en el verano sus espacios e incluyeron filmes para recordar como La isla del maíz, de Georgia.
Para el verano se presentaron algunos espacios como Cuadro a cuadro, un espectáculo relacionado con el comics y que ya lleva diversos periodos vacacionales entre nosotros. Los miércoles se transmitió Amores difíciles, un programa de entretenimiento, a partir de asuntos amorosos. La crisis del círculo roto, de Bélgica, con varios premios, entre ellos un César fue una de las buenas cintas exhibidas. Desconozco por qué el último miércoles del verano no se transmitió la cinta israelí El divorcio de Viviane Amsalem, merecedora de varios lauros.
Por Multivisión hubo un estreno italiano con varias cintas La justicia del comisario Montalbano, una entretenida historia de detectives. Este canal tuvo la primicia de varias cintas y también ofertas para la nostalgia como Íconos del celuloide y De regreso a los años 90. Al ser el canal de “enlatados” por excelencia, se impone que Multivisión tenga alguna forma de establecer un jerarquización explícita y que sus múltiples seguidores accedan a las películas con un somero conocimiento de qué verán.
Por ejemplo, aplaudo la retransmisión de El padrino pero si usted no sigue Arte siete y sus reportajes, sólo con la sintonía de Multivisión no conocerá como se escogió el elenco, lo que hizo Marlon Brando y las reticencias de los productores acerca de Al Pacino. Estos no son chismes de farándula, es la descripción del contexto en el que se filmó una importante película, entorno que los más jóvenes deben conocer.
Por el canal educativo también se transmitieron espacios para la época estival: Letra con arte, loable en su intención: hablar de literatura a partir de un filme, con invitados, secciones fijas y reportajes. Desgraciadamente, tiene un pero: su conductora con buena dicción y amplios conocimientos, apareció vestida a las dos de la tarde como si fuera a un teatro o restaurant de noche. Parece una tontería, pero no lo es: la imagen en la tv es vital. Ellas las del cine fue un espacio dedicado a actrices que signaron la historia del séptimo arte y la selección de filme fue interesante.
Queda algún que otro espacio por comentar, pero de la programación cinematográfica –como en otros años- se debe decir que ha sido aceptable. Sus programadores deben buscar la manera de brindar información al televidente, para que no sea un receptor pasivo. Y cada vez seleccionar mejores filmes: siempre se puede conseguir una mejor película y decir por qué lo es.