Conocí a Niuver Rodríguez Ceballo en un pasillo del Palacio de las convenciones de La Habana. Mejor dicho supe que era una muchacha, porque hasta entonces pensé que quien hacía Dibu dibujando, cantar cantando, era un hombre.
Cuando se lo comenté me dijo que sucedía con frecuencia porque su nombre no era común. Ya la quería entrevistar, le había mandado un correo pero no pudo o prefirió responderlo luego del festival de la televisión.
Niuver es una tunera triunfadora. Su documental Paro, ganó premios Caracol, en el 2013; también el Felix B Caignet de Santiago de Cuba, y del Telecentro Tunas Visión: doce lauros en total. Ese es uno solo de sus trabajos premiados. Sus obras han logrado galardones en los Centros de Cultura, Deporte y Seguridad de Portugal, The Caribbean Broadcasting Union, Festival Clermont ferrand de Francia, Fundación Latinoamericana de cine y Evento internacional de Género y Comunicación. Algunas piezas se han expuesto en la Muestra de jóvenes realizadores. Dibu dibujando… ganó en el recién celebrado festival de televisión y en el de su telecentro, además Niuver obtuvo otro lauro compartido con Dalgis Román Aguilera por el testimonio Una mujer.
Especialista en Inglés desde 1998, se inicio como locutora de un programa juvenil al crearse la televisión en Las Tunas. Luego se reorientó profesionalmente hacia el periodismo, oficio en el que ha sido laureada en múltiples eventos y concursos. A la par, creció como ducumentalista: 15 ya cuentan en su haber. En la actualidad se desempeña como locutora del programa histórico Postales tuneras y de CINEPUNTONET, espacio de cine de Tunasvisión. Es guionista y directora de programas, además de realizar géneros periodísticos con profundo ejercicio de la crítica.
¿Por qué te acercas a los medios?
Llego a la televisión a través de un casting, el mismo pretendía buscar talento joven para refrescar la pantalla de TunasVisión. Quedé seleccionada entre más de treinta aspirantes. Este paso me facilitó ser conductora, primero de una sección juvenil, luego de un proyecto más ambicioso nombrado Búscame adentro.
Estoy enamorada del oficio, mi vida palpita gracias a la existencia de las imágenes y el sonido; todo lo disfruto al ritmo de las exigencias de un medio tan complejo y dinámico como lo es la televisión. Desde pequeña mi familia y la escuela desarrollaron en mí aptitudes hacia la expresión oral. En el ejercicio de esta labor desarrollo todos los géneros con preferencia hacia los reportajes de investigación, las crónicas, el testimonio y los documentales, este último con más de diez obras en mi haber, algunas con premios nacionales y otras con logros internacionales reconocidos.
¿Te seduce la ficción?
Todavía no he escrito un corto de ficción; pero no deja de ser un sueño realizable.
Como nació y creció Dibu dibujando…?
El programa infantil Dibu dibujando, contar contando nace a la par de la musa que algunas veces me despierta en las madrugadas. Me encantó la idea de narrar fábulas y cuentos clásicos a través de dibujos realizados por la caricaturista tunera Yanelis Escamuchero quien además es la conductora del espacio. El proyecto fue aprobado para la programación de verano de TunasVisión y en él está explícito el deseo de rescatar la tradición de contar cuentos a las niñas y los niños.
¿Crees que en Las Tunas existe un peculiar caldo creativo?
Si existe un peculiar caldo creativo fundamentado en las acciones de superación que se desarrollaron en nuestro canal desde sus primeros años. A muchos especialistas y figuras reconocidas del audiovisual cubano debemos el balance creador de nuestro colectivo. Los resultados alcanzan a las múltiples especialidades; de ahí que los premios de TunasVisión en casi 15 años estén sustentados en el trabajo en equipo.
Supón que tienes una varilla mágica ¿Cómo haría tú sino una televisión, un canal? ¿Por qué?
Me gustaría que la televisión se pareciera más a su pueblo y a su gente, a sus problemas, a su música, a sus tradiciones y cultura...a sus realidades con todos sus matices. Algo se ha logrado en este sentido; pero aún tenemos una televisión encartonada, a mi juicio demasiado formal, rígida, estereotipada y con patrones que excluyen a nuestra multiplicidad de razas. ¡Cuánto agradecería Fernado Ortiz una representación cubana y criolla en la pantalla cubana! . La sociedad se ha movido, junto a ella deben dialogar nuestras cámaras, micrófonos y discursos.