Esta semana, por una especie de azar, algunas de las cintas más interesantes, ya sea en los espacios legitimados por críticos o especialistas o por los que sufren del anonimato de estos, la cartelera anuncia una colección de filmes fantásticos y de ciencia ficción. Como es sabido, estos géneros se han tomado a la ligera a lo largo de la historia del cine, si bien es cierto que con grandes maestros como el ruso Andrei Tarkovski o los norteamericanos Stanley Kubrick y Ridley Scott, por solo mencionar estos tres, la crítica especializada ha valorado la posibilidad de incluir obras de este corte entre las grandes películas de todos los tiempos. Tampoco es un secreto para nadie que la gran industria norteamericana ha convertido un género tan noble e inteligente, que ya en la literatura había tocado las estrellas con nombres como Isaac Asimov o Ray Bradbury, en una pasarela de adelantos técnicos de cara al espectáculo. Sin embargo, gracias a la perseverancia de grandes maestros, ya a la altura del 2016 es posible organizar un catálogo nada desdeñable con obras cinematográficas de indiscutible maestría que se posicionan desde los géneros fantástico y de ciencia ficción.
Una de las piezas más interesantes de los últimos años, Hijo de Hombre (Children of Men), fue rodada en el año 2006 en Reino Unido por el mexicano Alfonso Cuarón. Cuarón ya es un director establecido en la industria norteamericana, con decisiones importantes en la producción de sus películas, privilegio que algunos del patio nunca han llegado a adquirir. En el 2013 inauguró el Festival de Cine de Cannes con su cinta Gravity, y el año pasado estuvo invitado como presidente del Jurado de la Mostra de Venecia, el otro Festival más importante de Europa. Children of Men, que podrá verse por Cubavisión este martes a las 12:30 de la madrugada, es un thiller inquietante ambientado en la Inglaterra del 2027, donde las mujeres han perdido misteriosamente la capacidad de procrear y la raza humana se encamina a su inevitable desaparición. El embarazo de una joven, imposible en el contexto del filme, detona el conflicto de una película que al crear en primer plano una hipótesis del fin del mundo, es capaz de generar debates en torno a la moral, la política y la sociedad contemporánea.
Por su parte, en la madrugada del domingo, también por Cubavisión, se presenta una comedia fantástica, también ambientada y producida en Reino Unido. Se trata de Cuchara (Scoop, 2006), del veterano Woody Allen. El neoyorkino ha reincidido en el abordaje del género fantástico, basta recordar El dormilón (Sleeper, 1973), aquella cinta donde un absurdo experimento garantiza un pasaje para la vida en el futuro, gracias al cual el protagonista (el propio Allen) vive una irracional pesadilla totalitaria. Scoop se suma a la lista de obras tardías de Allen. En este caso, una joven periodista, interpretada por una desenfadada Scarlett Johansson, vive una experiencia mística, cuando en un torpe espectáculo de magia un fantasma le advierte de la existencia de un asesino en serie (el asesino del Tarot) y el filme toma un giro detectivesco. En esta deliciosa comedia el espectador podrá adentrarse una vez más en la personal cosmovisión del director, con reflexiones en torno al sexo, la muerte y las ironías del destino.
En calidad de estreno, Cubavisión presenta dos interesantes filmes: Una comedia intergaláctica (Absolutely Anything, 2015), película también inglesa dirigida por Terry Jones, uno de los fundadores del renovador grupo Monty Python; y El desafío (The Walk, 2015), de Robert Zemeckis. El filme de Jones presenta un argumento bastante socorrido. En este caso, un profesor adquiere insospechadas habilidades que le permiten realizar maniobras impresionantes, gracias a un experimento desarrollado por extraterrestres. Aunque no se trata de una obra maestra, la película propone una reflexión acerca de la naturaleza humana y de nuestra capacidad para distinguir el bien del mal. En una prueba de diez días, este “hombre común”, como diría Chesterton, debe probar que la raza humana puede ir más allá de su propio egoísmo. The Walk, por su parte, no es exactamente una película fantástica o de ciencia ficción, pero su capacidad para crear pánico a las alturas (gracias al uso extraordinario de la cámara), puede crear sensaciones casi irreales. Zemeckis, su director, es considerado un director importante en el terreno del cine fantástico, basta recordar su saga de Regreso al futuro para constatarlo. Pero en este caso, decidió recrear el hecho extraordinario del equilibrista francés y artista de la cuerda floja Philippe Petit, cuando decidiera poner en práctica lo que él mismo llamó “el crimen artístico del siglo”. Con la ayuda de un cercano grupo de amigos, llevará a cabo su sueño: recorrer el inmenso vacío entre las ahora extintas Torres Gemelas del World Trade Center. El filme reconstruye los años de preparativos de este sagaz equilibrista, tanto la ejercitación física, como el aprendizaje sobre la arquitectura urbana (en relación a las megaconstrucciones) y los sistemas de seguridad de las torres.
Fuera del estos géneros, aunque vale decir que esta semana la televisión repone la segunda parte de Robocop (1990), de Irvin Kershner, así como también el segundo episodio de La guerra de las galaxias: El ataque de los clones (Star Wars II, 2002), la televisión estrena interesantes películas en los espacios de La séptima puerta (Viernes en la noche, por Cubavisión) y Espectador crítico (Sábado en la noche, por el Canal Educativo). El espacio de La Séptima puerta se ha encargado por años de presentar y discutir el cine contemporáneo mundial. En esta ocasión estrena la ópera prima del director austriaco Markus Schleinzer. Michael, nombre de la película y del protagonista de la misma, recuerda el genial documental Sótanos (Im Keller, 2014), de su coterráneo Ulrich Seidl, lo cual llama la atención sobre el extraño uso que los desarrollados europeos hacen de ese espacio oculto de sus viviendas. Mientras Seidl desliza la interrogante ¿Qué hacen los austriacos en sus sótanos? analizando un grupo considerable de casos, Schleinzer se centra en la vida de este joven de 35 años de edad, que lleva una vida pública normal (trabaja de oficinista en una agencia de seguros), mientras ha secuestrado a su propio hijo en el sótano de su casa. Por su parte, Espectador crítico propone una de las últimas películas de uno de los directores norteamericanos más geniales de la década de los noventa: Abel Ferrara. Bienvenido a Nueva York (Welcome to New York, 2014) abre el giro al biopic que continuó Ferrara con Pasolini (2015). Se trata de la reconstrucción de la vida de Devereux, un personaje declaradamente inspirado en el antiguo director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, tras ser detenido en Nueva York acusado de abusos sexuales a una limpiadora de hotel. Interpretado por el casi siempre impecable Gerard Depardieu, el filme muestra el desequilibrio emocional y las contradicciones interiores de un hombre que llevaba a sus espaldas un poder económico decisivo en el mundo contemporáneo. Una reflexión sobre el poder y la corrupción, el filme presenta a un Ferrara diferente, alejado de aquellas películas bizarras que le dieron notoriedad hace dos décadas, pero capaz de sostener un estilo inconfundible.
Por último, es justo recomendar el espacio de La película del sábado, que en los últimos tiempos ha girado 180 grados y ha pasado de ser un repositorio de sangre y violencia, malas interpretaciones y giros predecibles, a convertirse en un espacio para las buenas películas que, sin dejar de asumir el giro trepidante de cierto cine contemporáneo, aborda la violencia desde un punto de vista reflexivo e inteligente. La semana anterior pudo verse el filme alemán Victoria (2015), el thriller de Sebastian Schipper donde la virtuosidad técnica logra más de dos horas en plano secuencia (sin cortes). Este sábado podrá verse Sicario (2015), de Denis Villenueve, cinta que tuvo su estreno en el pasado Festival de cine de Cannes. El filme, que ha hecho enojar a los ciudadanos de Juárez, vuelve sobre el tema del narcotráfico y los asesinatos en la frontera de México y los Estados Unidos. En el contexto de la supervivencia, se revela la naturaleza verdadera de los seres humanos, aunque prediquen todo lo contrario en un contexto ordinario. Este será el tema de la última cinta de Villenueve, que regresa con sus motivaciones por los espacios límites, en este caso, uno de los lugares más violentos y peligrosos del mundo.
Esperamos que este acercamientos a algunas de las películas más interesantes de la semana que se transmitirán en la Televisión Cubana, le brinde al lector amante del cine la posibilidad de revisitar, o ver por vez primera, filmes que abren marcos de discusión y debates más allá del entretenimiento pasivo que, como contraparte, puede verse en otros espacios cinematográficos de la TV. La elección queda en sus manos.
(Tomado del sitio de la UNEAC)