Entre los diversos eventos que ha dirigido sobresalen: varios carnavales de La Habana y de la ciudad de Matanzas, diferentes ediciones del concurso Adolfo Guzmán, las coreografías de una gran parte de los programas musicales de la televisión cubana y de la película cubano-española “Bailando cha cha chá”, y numerosos comerciales y shows para el extranjero.
Relata Pancho que llegó a la televisión gracias a Lourdes Torres y Miguel de la Uz y, aunque fue fundador de instituciones relevantes como el Conjunto Folclórico Nacional de Cuba y el Consejo Internacional de la Danza, su carrera en la televisión le ha permitido crecer, superarse y plantearse nuevos retos como bailarín y coreógrafo.
Al Ballet de la Televisión Cubana este notable director artístico le ha dedicado más de 40 años de su vida y, según comenta, si volviera nacer lo volvería a elegir como un espacio idóneo para desarrollar la creatividad y dominar la técnica de todos los estilos danzarios.
Entre los múltiples lauros de los cuales ha sido acreedor por su fecunda trayectoria artística están: la Orden por la Cultura Nacional, otorgada por el Ministerio de Cultura, la Distinción Nicolás Guillén, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), el Primer Premio de coreografía, en el concurso de esta institución (1999 y 2001) y el Premio Nacional de Televisión.
Aparentemente el periodismo y la coreografía no tienen mucho en común. Sin embargo, la capacidad de crear con la inmediatez aprendida en sus años universitarios le ha sido a Pancho de gran utilidad a la hora de asumir la dirección de un sinnúmero de espectáculos de factura, temática y complejidad diferente.
La versatilidad y exigencia profesional de Pancho González constituyen la base del sostenimiento de la calidad técnica y estética de los espectáculos televisivos en Cuba, los cuales propician el disfrute y ponen en alto el prestigio de los especialistas del medio.