Producciones fílmicas de más de una decena de países se exhiben en el Canal Educativo como parte del programa de la edición 42 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano

El escenario fílmico del siglo XXI se transformó debido a la avalancha de nuevos medios o experiencias interactivas que satisfacen las necesidades comunicativas y de entretenimiento de las mayorías. Bajo el eslogan “Lo que recetó el doctor”, la edición 42 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano se efectúa en dos dosis: del 2 al 13 de diciembre la primera; la otra, del 11 al 21 de marzo de 2021. Esta incluirá proyecciones de las películas en concurso, la presencia física de guionistas, directores, actores y actrices.

La TV Cubana (Canal Educativo, 9:00 p.m.) da seguimiento a la esperada cita con proyecciones de filmes y documentales que se exhiben en la sala oscura. Seleccionar un variado programa de producciones realizadas en fecha reciente para llevarlo a nuestra televisión es un desafío, este no compete solo al deber ser sino a lo que se puede hacer. No obstante, en los últimos tiempos se han transmitido diferentes maneras de ver el mundo, relatar historias, compartir angustias, tensiones, soledades, violencias infinitas. Estas provocaciones lideran en la estética de artistas relevantes como Víctor Gaviria, Adolfo Aristarain, Matías Bize, Francisco Lombardi, Anahí Bernen, Marcela Said, entre otros. Para ellos, llegar a la fibra humana significa desplegar universos plenos de fuerza y sugerencias.

En lugar de seleccionar un filme para adentrarnos en su entramado, les proponemos reflexionar sobre el cine como concepto que no es complaciente y hace meditar sobre la vida propia, las preocupaciones de mi madre, de mi padre, de mi familia. De acuerdo con Tomás Gutiérrez Alea: “el cine puede acercar al espectador a la realidad sin dejar de asumir su condición de irrealidad, ficción, realidad-otra, siempre que tienda un puente hacia ella para que el espectador regrese cargado de experiencias y estímulos”.

Indagar sobre “lo nuevo” en las cinematografías de otros países remite a miradas plurales que pueden promover energías liberadoras desde la condición artística, la cual abre horizontes, emancipa de lastres antiguos, incluso en ese proceso surge más de una interrogante: ¿cómo puedo ser mejor ser humano? ¿es posible conquistar la felicidad a pesar de las carencias materiales?

En ocasiones, poner en juego las expectativas de espectadores emocionados, ha sido un leitmotiv en el diseño de escenas que definen el curso de una trama, quitan máscaras invisibles, denuncian la falsedad, la traición. Interpretar la dramaturgia, los valores éticos y estéticos de una puesta no se resume con la posición impresionista de me gusta o me gusta, es preciso ver con la mirada aguzada. Nunca olvidemos, las transformaciones de lo simbólico y la producción de sentido motivan establecer relaciones gustosas y, a la vez, participativas.

Por esto hay que aprovechar el buen cine de todas partes. Es significativo el impacto de la televisión, su capacidad para persuadir mediante relatos e imágenes, susceptibles de acercarnos a conflictos y preocupaciones, a partir de la intencionalidad de los implicados en la creación colectiva. Ciertamente, lo imaginado debe convencer en cualquier soporte, es decir, tiene que ser verdadero. Trasladar auténticas vidas ficcionales al cine requiere defender la ilusión de verdad, aunque nunca haya ocurrido, pero puede suceder, esta posibilidad alerta y hay que escucharla.

El pensamiento y la praxis cinematográfica de muchas obras presentadas en este Festival apuestan por un proyecto identitario sobre la base de la comunión de América Latina, quizá por esta prevalencia siguen coexistiendo la propensión a la ruptura de fronteras entre la ficción y el documental, la expresiva tensión entre la transparencia del naturalismo y el vuelo tropológico de los símbolos y la alegoría del discurso.

De ningún modo renunciemos al riesgo narrativo como valor, existen nuevas maneras de articular el relato fílmico, las cuales no excluyen las técnicas de distanciamiento y las cercanías de las personas para comprendernos mejor. Al cultivar lo filosófico en el séptimo arte, guionistas y realizadores nunca olvidan las lecciones de Bergman: “no aburrir, mientras se discute con Papa-Dios la inmanencia del alma o la pared creada entre los seres por la mudez de los personajes”. ¿Cómo concretar en la práctica esta máxima? Directores de diferentes generaciones y estilos tienen plena certeza de que el guion determina la estructura y la dinámica interna de la obra, se nutre o empobrece en el proceso de promiscuidad creativa, a la cual aportan todos los miembros del equipo: productores, fotógrafos, actores, actrices, sonidistas, editores, músicos, cada especialista participante en la puesta fílmica.

Las contribuciones del maestro Chucho Valdés a las cinematografías de varios países se distinguen por la novedad rítmica y sonora en función de la trama.

En una oportunidad me comentó el maestro Chucho Valdés: “no molestar el desarrollo de la trama y el liderazgo de los personajes, este es un precepto imprescindible cuando creamos música para el cine. Su protagonismo debe estar muy bien justiciado en la historia, de lo contrario molesta o sobra”.

LO ÚLTIMO DEL SITIO

Articulos favoritos

Valia Valdés / Fotos: Cortesía de Tony Quiñones y Johanys Labrado
Protagonistas

Texto y fotos: Luis Casariego
Entre tu y yo

Jordanis Guzmán Rodríguez

Plataforma WEB de la Televisión Cubana Copyright © | tv.cubana@icrt.cu  |  23 y M, Vedado | Código Postal 10200 | La Habana CUBA          

SIGUENOS

CARTELERA DE CANALES NACIONALES