Intenso viaje que durante seis décadas, despliega universos fascinantes para el disfrute de todos los públicos
Set del Canal Educativo, donde se realiza en vivo el
programa Hora Doce ¿A través de qué ojos contaré mi historia? ¿Del recuento sobre personajes, épocas, relatos memorables? ¿Selecciono escenas impresionantes por su artisticidad? ¿Pido evocaciones a los públicos?
Emprendamos juntos un intenso viaje, el cual revelará hallazgos, emociones, testimonios de artistas, técnicos, realizadores, directivos, interesados en construir un lenguaje verosímil, comunicativo, desde particulares códigos estéticos.
“De la televisión, de sus protagonistas, falta por conocer”, asegura una octogenaria a su familia, sin apartar los ojos de la pantalla. Al parecer, ha sido una fiel televidente. Quizá reconstruye conflictos propios, ajenos, mientras participa en el fascinante juego del espectáculo mediático.
Como escuché decir en una telenovela: “No existe nada más cotizado que el secreto de los demás”. En mis vivencias lidera la doble ilusión de lo real: vemos a otros, nos vemos a nosotros mismos.
Escena de la emblemática serie Algo más que soñar, con
los actores Isabel Santos y Rolando Brito
(FOTO: MARTHA VECINO) Será imposible incluir detalles, que por su prominencia influyen en la manera de relacionarnos en el siglo XXI. Quedó atrás el uso del video-tape, la tecnología remite a nuevos modos de percepción, sensibilidades y escrituras, crece la socialización extendida de otros modos de aprender, de saber.
Mi historia comienza el 24 de octubre de 1950. En la familia seguro que alguien recuerda la salida al aire de la señal Unión Radio-Televisión Canal 4, que con México y Brasil formó parte de la trilogía fundadora en el continente.
Entre algunos hechos que protagonizó por esa época, descuella la instalación del servicio experimental de CMQ-Televisión Canal 6. Tras la apertura, sale al aire Tensión, dramatizado de suspenso escrito por Marcos Behmaras, creador de la idea del humorístico Detrás de la fachada, uno de los espacios más populares, desde su salida al aire en 1958, durante varios años.
El destacado actor Aramís Delgado,
en la puesta Almacén de los
mundos, bajo la dirección de
Armando Arencibia
(FOTO: MARTHA VECINO)Ese año, el 19 de marzo, tiene lugar la apertura del Canal 12, con transmisiones de materiales fílmicos en colores para la capital. Después de Estados Unidos, Cuba fue la segunda nación del mundo en incorporar dicha técnica.
Nuestro país no estuvo ajeno a los acontecimientos de mi existencia. Según la investigadora Antonia Argaín, “en el 52 llega la televisión a Matanzas, Santa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba. Las transmisiones se realizan mediante la técnica del kinescopio, procedimiento que permite grabar de forma simultánea la emisión de programas en vivo para su repetición posterior. En ese tiempo, de las nueve ciudades latinoamericanas donde existe el medio televisual, cinco son cubanas”.
Lo que hoy parece sencillo, antes resultó novedoso. En mayo de 1959, al volver Fidel de varios países latinoamericanos, su recibimiento se transmite por primera vez, mediante una unidad de control remoto con una sola cámara, que vía terrestre acompaña el recorrido desde el aeropuerto de Rancho Boyeros hasta la Plaza Cívica, actual Plaza de la Revolución José Martí.
El 12 de septiembre de 1960, el Estado cubano interviene la CMQ-Televisión. Tres meses más tarde, el imperialismo norteamericano realiza un sabotaje al control maestro, y otras instalaciones técnicas de los medios de comunicación.
El fundador de la TV, ingeniero en telecomunicaciones José Raúl Estol Román, de 82 años —cuarenta dedicados al ejercicio de su profesión, y 16 a la enseñanza como profesor titular adjunto, en la Facultad de Medios Audiovisuales del Instituto Superior de Arte—, rememora el inicio de una cadena de agresiones a Cuba:
“La televisión influye muchísimo
en el habla de los públicos. Es
preciso evitar expresiones
populacheras denigrantes de
nuestro español, que se utilizan
en programas dramatizados,
musicales y humorísticos. Alertar
sobre esto forma parte de nuestra
estrategia en la sección de locutores
de la Uneac, en coordinación con lo
s medios audiovisuales”, destaca
Teresita Segarra, voz y rostro del
Noticiero Nacional de Televisión
durante más de dos decenios,
reconocida con premios y distinciones
(FOTO: JORGE VALIENTE) “El 15 de diciembre, cerca de las tres de la madrugada, regresábamos de la transmisión de un discurso del Comandante en Jefe, en la Central de Trabajadores de Cuba, en la esquina de 21 y M, junto al camarógrafo Mario Riera vemos un cilindro de humo negro saliendo de los altos de Radiocentro, y del edificio aledaño. La alta temperatura impidió subir, los bomberos sofocaron el fuego, pero no pudimos evitar la pérdida del sistema de aire acondicionado y de los equipos. Quedó sin conexión la cadena de microondas encargada de llevar la señal a toda la nación. No obstante, los programas continuaron en pantalla.
“Logramos que la televisión funcionara desde el edificio Focsa unido a Radiocentro mediante un artefacto de microondas de control remoto, y de este con Televilla. Aprendimos a diseñar equipos, realizar montajes. Entre técnicos y especialistas nació una cultura de trabajo.
“Fue un entrenamiento para enfrentar el posterior bloqueo con innovaciones, reponer piezas y componentes.”
Con posterioridad la creación de un sistema de servicio público, en función cultural, educativa, formativa, de información a la sociedad, define estrategias que diversifican espacios. Al cumplir 60 años, existen cinco canales nacionales: CubaVisión, TeleRebelde, Canal Educativo, Canal Educativo 2 y Multivisión. Para el exterior transmite CubaVisión Internacional, y varios telecentros mantienen atractivas emisiones en las provincias, y como las productoras municipales, responden a necesidades de sus territorios.
El Premio Nacional de Televisión
Enrique Almirante, fallecido en
2007, a los 77 años, alcanzó
relevancia como actor de carácter
y en personajes de galán en
telenovelas y seriados.
(ARCHIVO FOTOTECA)La información ha sido protagonista esencial en el acontecer televisual de estos años. Reporteros y camarógrafos en Cuba, y en diferentes rincones del mundo, han multiplicado voces e imágenes de hechos trascendentes, como las guerras en Angola y Etiopía, el regreso del niño Elián González, los desastres naturales, la batalla económica, la participación del pueblo en marchas y combates cotidianos, en el desarrollo cultural, artístico, y deportivo, en todo lo que enriquece a la nación. Ha sido una cronista de los tiempos de Revolución.
Imposible incluir testimonios de todos mis cómplices, que desde la pantalla entran en cada hogar… Pero algunos que cuenten su historia, mis secretos: lo que ocurre delante y detrás del ojo avizor de las cámaras.
Añorado encuentro
Silencio, vamos al aire, ¡acción!… El estudio de televisión cautiva a detractores y defensores, misterio difícil de explicar.
El escritor y director Ernesto Daranas, multipremiado en varios festivales, revela una comunión de vivencias: “La posibilidad de dirigir lo que escribía fue lo que más interesó de la televisión, pero nunca abandoné la radio.
“Las aventuras y novelas no me llamaban mucho la atención. No seguí ninguna hasta Roque Santeiro y Vale Todo. Ambas, junto a las series Yo Claudio, Éramos tan jóvenes, La Barraca o Las viudas, y producciones nacionales, Un bolero para Eduardo y La botija, hicieron que empezara a ver la televisión como un espacio creativo interesante.
“Es el más consumido e influyente de los medios. En consecuencia, también es el más usado, abusado y manipulado. El error está en confundir esa lamentable realidad con sus indiscutibles potencialidades artísticas.
El director Danilo Sirio, presidente del ICRT, y Mirta
Muñiz, fundadora de la televisión, intercambian durante
un homenaje a figuras consagrados del medio
(FOTO: VALIENTE)“Más allá de esa frontera siempre ambigua entre lo que es arte, y lo que no lo es, la verdad es que no solo se puede hacer, sino que se ha hecho y se hace arte. Si su presencia no es mayor, tal vez sea porque no se ha logrado hacer de nuestros dramatizados un espacio realmente atractivo para el mejor talento, proveniente de cualquier zona de nuestra cultura. Estas producciones necesitan estar regidas por estrategias culturales y de comunicación más rigurosas, responden a condicionantes de producción que hacen titánico cualquier empeño artístico. No se trata solo de la precariedad de recursos, sino también de la manera en la que se hace uso de los disponibles.
“Existe un compromiso creciente de series y telenovelas con nuestra realidad; algo en lo que, no obstante, aún restan prejuicios por superar, han sido fuente de polémicas con algunos realizadores. También sobresale el trabajo en humorísticos y teleplays juveniles del verano. Esto es insuficiente frente a todo lo que se espera de los dramatizados.
“La televisión, como el cine, tiene que abrirse a otras formas de producir, de crear, que diversificarán sus estéticas. A partir de esto, encontraremos un modo propio, auténtico, de dialogar con ese contexto, según las posibilidades reales, sin desconocer la enorme tradición televisiva que tenemos.”
Tras la huella
Tony Angelino se distingue por la
excelencia de sus maquillajes. En
la foto, junto al actor Mario Aguirre
(FOTO: MARTHA VECINO)La percepción del mundo exterior, cómo se interpreta con músicas, ruidos, junto al elemento visual, completan el significado en la pantalla.
El sonidista Gustavo Caraballoso (Tierra brava, Los tres Villalobos), con una extensa obra, y varios reconocimientos otorgados por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), destaca la importancia de su especialidad, que participa en todo el proceso, desde la prefilmación —decisiva para tener éxito durante el rodaje— hasta la copia final del proyecto.
“Se requiere de un trabajo en equipo. El sonido influye en el carácter de los personajes, el clímax dramático, el tiempo, el silencio. Desempeña funciones comunicativa, expresiva, dramática.
“No disponer del equipamiento idóneo, cubículos adecuados para el diseño de la banda sonora, obstaculiza en ocasiones la labor artística, la cual resulta compleja debido a peculiaridades de las obras.

Los actores Nilda Collado, Alden Knight, premios
nacionales de Televisión, Aurora Pita, Premio Nacional de
Radio, y otras personalidades, rememoran vivencias
compartidas en el set (FOTO: VALIENTE)
“A mis alumnos en el Instituto Superior de Arte (ISA), doy las herramientas, para que sean capaces de enfrentar la labor diaria en los medios. Inculco dedicarse al trabajo, superación, rigor. Todavía no llegamos a la era digital, ya vigente en países de Europa, América Latina y Asia.”
El musicalizador Raimundo Pérez Recio, Artista de Mérito, reconocido con Premios Caracol de la Uneac, constituye una institución de obligada referencia, distinción que validan sus aportes en decenas de puestas desde junio de 1969:
“Hay que estudiar estilos, tendencias, en la historia de la música, escuchar, volver a escuchar lo conocido para reinterpretarlo. Pero lo esencial está en la bomba, en la sensibilidad que se expresa en cada programa. La afinidad con el director resulta fundamental.Para que prevalezcan la comunicación, el logro del equilibrio, deben primar las habilidades del creador, su particular ingenio, maestría.”
Mundo mágico
Ernesto Daranas, prestigioso
escritor y director, durante un
rodaje (FOTO: MARTHA VECINO)“Han transcurrido 20 años de mi primera vez que llegué a la televisión”, cuenta la primera actriz Blanca Rosa Blanco.
“Tenía delante un mundo desconocido, que me dejó sin palabras: los estudios del Focsa, el sótano, bajar las escaleras, los carteles de: silencio se graba. Llegué al set maquillada, peinada. Llevaba un vestido que había sido de alguien, por suerte aún conservaba el nombre en la etiqueta: Rosita Fornés. No todo fue bueno. Nadie dijo que aquella era la escenografía donde haría la escena, solo donde debía decir los textos. Sin herramientas ni más recurso que el deseo, y el primer año de estudios en el ISA, enfrenté la primera escena.
“Era una novela basada en la obra de Miguel de Carrión, Las honradas. Mi personaje, Doris, aparecía en seis de 27 capítulos. Fue terrible desconocer que los micrófonos tenían referencia en la cabina de dirección. El director empezó a protestar, algo lo detuvo mientras esperábamos. Pregunto: ¿Y a él qué le pasa? Está histérico. Por supuesto me escuchó, se indignó, dio el corte de filmación, dijo cosas horribles, lloré a mares. Ese día aprendí mucho. Le agradezco lo bueno y lo malo de esa experiencia, dondequiera que esté.”
La primera actriz Blanca Rosa Blanco en Jardín de
madera, dirigida por Mirta González Perera
(FOTO: MARTHA VECINO) De otro momento fundacional, recuerda Sonia Castro, directora general de Entre tú y yo:
“La idea del programa surgió en conversaciones con Ricardo Vila y Eugenio Pérez, mi compañero, asesor y director de TV, quien propuso una primera estructura, la cual modificamos de manera paulatina, a partir de estudios cualitativos de niveles de teleaudiencia, que realizó Lucy Martínez, nuestra asesora en el Centro de Investigaciones Sociales del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
“Es un espacio de la televisión sobre la televisión. Concepto que define sus complejidades, en tanto exige conocimientos, mesura, visión sobre un medio poderoso de comunicación, que entra a los hogares, y puede agredir si el producto resulta deficiente.

La destacada locutora y animadora Eva Rodríguez,
fundadora del medio, y Premio Nacional, durante la
cancelación del sello postal en homenaje al aniversario
60 de la TV. A su lado, Magali Alonso, directora de
emisión de postales de la empresa Correos de Cuba.
(FOTO: VALIENTE)
“Quisiera renovar la gráfica, la escenografía, que dependen de recursos no disponibles en estos momentos. Extender el universo de invitados a músicos, escritores, artistas de la plástica.”
El joven actor David Pérez, uno de los conductores del espacio, cursa el tercer año de la especialidad de Dirección, en el ISA:
“Teoría y práctica son indispensables. Uno tiene que vivir en el set, buscar soluciones creativas, experimentar, lo cual no es un bicho raro, pero exige dominar códigos inviolables.
“Necesitamos unir a consagrados y jóvenes, desarrollar el espíritu de superación, fortalecer nexos entre la academia y la televisión.”
En estudio y filmaciones en exteriores, Ángel Martínez Catá, forma parte del equipo técnico imprescindible. Junto a su cámara, amante fiel desde 1968, destaca la importancia de los planos, el oficio que debemos dominar, para lograr imágenes efectivas por su unidad, variedad, balance y belleza.
Lucas

Oficio, talento y maestría distinguen al decano de la
musicalización televisual, Raimundo Pérez Recio
(FOTO: VALIENTE)
Personaje inusual, acucioso, eficaz. Con Lucas, se abre un camino en el espectáculo audiovisual.
El doctor en Ciencias sobre Arte Rufo Caballero, experimentado crítico del espacio, define de “romance bellísimo la historia del video clip en la TV cubana. Se parece mucho a la del videoarte y algunos canales de vanguardia en el mundo.
“El medio televisual promociona el género, lo impulsa desde proyectos culturales, incita la labor de apreciación, la cual nos lleva hoy a suponer que el cubano de a pie sabe tanto de video clip como de cine.
“El clip aporta una paleta enorme de imágenes aventuradas. Lleva a la pantalla la Cuba profunda, con honestidad crítica y sentido de pertenencia, como lo han conseguido tal vez algunos dramatizados, y zonas muy puntuales del área informativa.
“En ese universo existe una pluralidad estética total, apabullante, para el bien de la cultura cubana. La crítica cultural puede contribuir al mejor entendimiento del fenómeno clip y de la televisión en general, interpretando más que sancionando. Más que el juicio de valor, importa la interpretación cultural de los fenómenos, el análisis, no la descripción o el criterio apresurado.
“A nuestra televisión le falta entender que la seducción no está reñida con la reflexión exigente —algunos la llaman despectivamente ’la muela’—, pero cuando se conoce la televisión de muchos otros países, consagrada al peor reality show, a la impudicia de la invasión del espacio de lo privado, al entretenimiento vulgarizado como pérdida de tiempo, de sentido, se comprende que nuestro vino puede ser tedioso a menudo, pero no marea, ni aniquila las mejores ilusiones del ser humano.”
Diálogo abierto

El doctor en Ciencias sobre Arte
Rufo Caballero considera que la
televisión es la Capilla Sixtina de la
contemporaneidad
(FOTO: VALIENTE)
Danilo Sirio, presidente del ICRT, nació el mismo año en que se funda la televisión. Por influencia paterna desde pequeño estuvo vinculado a los medios.
Avanzada la década de los años sesenta comienza a trabajar en la TV, donde aprendió varias especialidades hasta dirigir espacios informativos, políticos, deportivos, musicales, entre ellos los concursos Adolfo Guzmán, y el reciente Concierto por la Paz.
“La programación deportiva marca huellas en mi vida. Este tipo de transmisión se convirtió en un espectáculo televisivo en el mundo, donde a veces prefieren disfrutar de un partido por la pequeña pantalla que en el estadio.
“Perdimos en los últimos años los programas en vivo con la aparición del video tape, que representa un avance tecnológico en nuestros medios. Los dramatizados han ganado en factura y calidad, así como los grandes espectáculos al introducir efectos especiales que no se pueden lograr en transmisiones en vivo.
También el video-tape ha resuelto el sistema de archivo y patrimonio, muy superior a los sistemas de kinescopio. No obstante existen programas que pudieran salir al aire en forma directa, ganarían en frescura e inmediatez.
“Nuestra televisión es de mucha más calidad que la de otros países. No obstante tenemos una gran insatisfacción: no hemos logrado hacer la televisión que nos piden estos tiempos, que eduque en cada minuto de transmisión, que sea reflexiva, crítica, de opinión.

Inauguración de la TV en Cuba, octubre de 1950
(Foto: ARCHIVO DE BOHEMIA)
“Con un grupo de compañeros colegiamos perfeccionar el trabajo de pensar la programación, mediante análisis encaminados a medir la eficacia del programa de televisión, considerando su contenido y puesta en pantalla.
“Se trabaja en la definición del modo en que pretendemos y necesitamos abordar la realidad social. El mayor desafío radica en continuar acompañando, de un modo cada vez más creativo, el proceso de construcción de una sociedad más justa, equitativa, abierta, diversa, dialogante. No es suficiente el papel de difusores, divulgadores o cronistas de lo que sucede a nuestro alrededor.
Urge adentrarnos en la complejidad de los procesos sociales que vivimos y contribuir al debate de los mismos para mejorarnos como sociedad.

Primer Noticiero de la televisión cubana, Canal 12, 1958.
(Foto: ARCHIVO DE BOHEMIA)
“Ante la competencia cada vez mayor de la programación extranjera es necesario mantener y perfeccionar los mecanismos de selección, su uso inteligente, de modo tal que la nuestra, en desventaja de empaquetadura y espectacularidad cumpla su papel sin teques ni excesos de didactismos. Quizás es el reto mayor.”
Me siento feliz tras escuchar a varios de mis protagonistas. Mi historia se construye día a día. Ahora tengo una página web y la revista digital En vivo, para contribuir al acercamiento con públicos interesados en conocer el secreto de la ilusión de esta amiga sexagenaria que soy: la televisión cubana.