¿Se puede concebir un mundo sin la capacidad para registrar lo que será la memoria y en la actualidad es el aquí y el ahora? ¿De qué depende la posibilidad de resguardar hechos, protagonistas, pensamientos, transformaciones sociales?

Ante todo, resulta indispensable preservar archivos donde, con la seguridad y las condiciones tecnológicas requeridas, se conserven filmaciones, registros de voz, fotos, publicaciones, que permiten comunicar asuntos significativos de la realidad. 

Para ser reconocidos necesitamos contar nuestro relato, no existe identidad sin narración, y esta no es solo expresiva sino constitutiva de lo que somos. Asumen esta idea varios realizadores, desde diferentes puntos de vista, en la programación de verano.

Elogio de la memoria (Cubavisión), Todo tiene su historia y Detrás de la leyenda (Canal Educativo/2), espacios musicales y documentales —la mayoría de estos últimos son de producción latinoamericana o internacional—, acuden a documentos de diversos tipos, para contar y reactualizar relatos desde una perspectiva contemporánea.

Los públicos añoran ver, conocer, descubrir, revelaciones que emergen al final de los buenos cuentos, y el calificativo de “buenos” tiene que ver con acción comunicativa, expresión artística, motivar sensaciones y emociones.

No basta con acudir a la memoria, a través de los archivos audiovisuales —algunos lamentablemente deteriorados, olvidados o no preservados como merecen—, para colocar determinados contenidos en la pantalla, con el propósito de incentivar sobre todo en los más jóvenes, que conozcan, vean, aprendan, interioricen, lo acontecido; el desafío está en cómo hoy se visibilizan esos contenidos, en cómo establecen un diálogo con la modernidad en todas sus manifestaciones. Quizás, a veces se olvidan algunas de las esencias que nos definen, como el humor, la parodia, la sencillez y el dinamismo, para representar lo real-histórico, en busca de un efecto artístico.

Resultan insuficientes las soluciones al uso: un presentador, imágenes de archivo, testimonios de expertos; recursos válidos e indispensables, pero se trata, de “enfrentar al espectador consigo mismo en medio de una nueva realidad —es decir, la misma, pero con una nueva significación— y esto debe conmoverlo”, como apuntaba el cineasta Tomás Gutiérrez Alea, Titón.

De igual modo, resulta inapropiado, según ocurre en no pocos programas del verano, la ubicación del presentador o conductor en espacios convertidos en escenarios, donde proliferan estatuas, plantas, adornos y otros disímiles objetos, los cuales, en ese lugar cumplen una función, pero en el encuadre de la cámara, a propósito de otra representación, distraen al televidente, quien no está ajeno a la narrativa de la imagen, la cual conlleva dos tipos de significados: la denotación, o sea, el contenido inmediato, y la connotación, lo que se lee.

El entorno puede ser agradable, emotivo, evocador, pero si en lugar de aportar a la historia que se cuenta, interfiere en el sentido del mensaje, no resulta válido. Para convencer resulta imprescindible tener en cuenta la formación del nuevo pensamiento visual, que responde a la mirada de otra era.

Hay que volver, una y otra vez, a revisar los hilos de la madeja. Se está produciendo una revolución visual sin precedentes, lo cual constituye un reto para la TV, con sus contenidos, lenguaje e inmediatez. En la medida en que esta contribuya a crear estados de opinión, motive la reflexión y una mejor comprensión de los fenómenos que nos rodean, realzará su condición de espectáculo cultural y artístico.

 

LO ÚLTIMO DEL SITIO
Temas

Frank Padrón / Fotos: Tomadas de Internet
Temas

Luis Casariego / Fotos: Casariego y tomadas de Internet
Entre tu y yo

Valia Valdés / Fotos: Cortesía de la entrevistada
Temas

Luis Casariego / Fotos: Internet
Articulos favoritos

María Regla Figueroa Evans / Fotos: Cortesía de la entrevistada

Plataforma WEB de la Televisión Cubana Copyright © | tv.cubana@icrt.cu  |  23 y M, Vedado | Código Postal 10200 | La Habana CUBA          

SIGUENOS

CARTELERA DE CANALES NACIONALES