En pantalla

 Próximo a cumplir dos años de transmisión por el Canal Educativo, este programa tiene como objetivo seguir consolidándose en el gusto de su público

La Tarea cumple 2 años en julio venidero y ya forma parte de los espacios del Canal Educativo más seguidos por los jóvenes. Surgió de una propuesta de la directora del canal, Aniuska Riquenes Tarragó, de crear un diseño para ese grupo etario, pero con una concepción diferente a las habituales. Fue un reto asumido con disposición por el colectivo. Se investigó para conocer qué consumían los jóvenes, sus mayores gustos y patrones estéticos.

Hubo un acercamiento entre el colectivo y los destinatarios (la juventud), que como nativos de las nuevas tecnologías tienen una cosmovisión más multimedial que las generaciones anteriores. Luego de definir las necesidades estéticas, se produjo La Tarea. Este espacio se caracteriza por su flexibilidad. Tiene un núcleo duro y una estructura bien elaborada, pero abierto a muchas posibilidades de creación, ello enriquece el programa y hace el proceso productivo más cómodo.

Al hablar de los objetivos de la emisión televisiva, la directora Yanela Bauzá Aguilar acota que se tratan “temas de los jóvenes y para los jóvenes, a partir de sus concepciones ideoestéticas”. Al mismo tiempo son asumidos “contenidos tratados en otros mercados televisivos, pero con un discurso diferente. Todo ello lo logramos con un colectivo integrado por mí en la dirección, el editor Oscar Sánchez, la conductora y guionista Elaine Sotolongo, el conductor Néstor Esteban Matos, el guionista Orlando Martínez, la asesora Rafaela Balanza, la productora María Julia Jacomino y el asistente de dirección Jonahiqui Fajardo. Como ves, es un equipo reducido, pero con un trabajo fusionado”.

Actualmente el equipo de realización está inmerso en un proceso investigativo arduo, con la finalidad de saber acerca de los temas que hoy atrapan con más fuerza la atención de los jóvenes en las redes sociales, donde tienen una participación activa. El colectivo se entrega a esa investigación sin perder de vista los contenidos que interesan a la dirección del Canal Educativo y del Instituto Cubano de Radio y Televisión.

“Como parte de esos requerimientos institucionales, hemos tratado el tema de las colas, del cambio de mentalidad, de la covid-19, pero al abordarlos lo hacemos de forma menos convencional y siempre en busca de una total correspondencia con las afinidades de nuestro público meta”, indica Bauzá.  

De acuerdo con la directora, entre los contenidos más utilizados por los jóvenes en redes sociales y que son llevados a la pequeña pantalla se encuentra las temporadas de la serie anime japonesa Shingeki no Kyojin (Ataque a los Titanes), en la que se expresa la capacidad de resiliencia de la humanidad. Tratamos el tema por el elevado gusto entre los jóvenes, pero establecemos una analogía entre el argumento y las realidades cubanas; así cumplimos la máxima de tomar como punto de partida lo universal hasta llegar a lo particular (nuestro país)”.

La Tarea cuenta en todo momento con la mirada de los directivos del canal. A juicio de Yanela, se considera “intrépido, en el mejor sentido de la palabra”, al grupo de jóvenes que realizan el espacio. Lo cierto es que estos muchachos rompen esquemas y paradigmas en un auténtico proceso de creación, no tienen en cuenta el sacrificio ni las horas de entrega, aun cuando estas incluyan noches y madrugadas, tratando siempre de integrarse a la misión del canal: mostrar en pantalla contenidos educativos.

Al concluir cada temporada, el equipo de La Tarea analiza lo hecho. Las nuevas propuestas se colegian. Se analizan las líneas fundamentales y los temas con los que se trabajará. Para la próxima temporada, por ejemplo, está previsto el anime Ataque a los Titanes, y contenidos relacionados con la literatura y el terror, por la cantidad de seguidores que escriben sugiriendo esos contenidos. Se trabajarán también los spoilers (artículos que revelan o hacen referencia al contenido de una obra, película, serie, etc.).

Para Yanela, La Tarea “fue el primer programa televisivo que comprendió que los límites del audiovisual se están desdibujando del trabajo en las redes y en la televisión formal. Ya existe una estética en las redes sociales como resultado del quehacer de los youtubers. Han establecido maneras de decir muy próximas a los jóvenes y eso es maravilloso porque nuestra generación novel dentro de unos años será el gran consumidor de los audiovisuales, por tanto, debemos crear materiales con nuevos códigos, es la única forma de lograr la visualidad requerida.

“Por la importancia de los youtubers y su popularidad insertamos una sección ligada a ellos. En ese contexto socializamos videos de Andando, un proyecto creado por chicos que se mueven por la naturaleza de la parte oriental del país, y otros relacionados con el maquillaje de caracterización. Somos una multiplataforma que con dos años de edad ha logrado gran cantidad de seguidores en las redes, sin duda, una muestra de la calidad estética del programa. Estamos contentos, pero vamos por más”, asegura la directora.

Elaine Sotolongo Milián tiene doble desempeño en La Tarea. Es conductora y guionista. Ambas funciones se complementan. Al hacer el guion tiene una visión más exacta de la conducción y viceversa. Como guionista se nutre de las necesidades de los jóvenes en diferentes aristas de la vida. Escribe sobre ciencia ficción, historia universal y nacional, amor, psicología, y ofrece herramientas para conducirse en el quehacer cotidiano.

Se retroalimenta de la página del programa en Facebook, a través de ella entra en contacto con sus destinatarios, quienes comentan, agradecen y reflexionan sobre la programación. Esta interacción hace mucho más efectivo el espacio y lo convierte en un regalo para el colectivo. Que los destinatarios sugieran o polemicen sobre un tema significa que el programa se ve.

Elaine comenzó en La Tarea hace un año. “Siento que he crecido muchísimo profesionalmente, en gran medida gracias al apoyo del equipo. Me aconsejan y orientan. Nunca me había enfrentado a un programa de televisión como conductora, es un reto maravilloso”, valora la joven egresada de la Escuela de Instructores de Arte en la especialidad de Licenciatura en Teatro.

Luego de ejercer algún tiempo como profesora de la especialidad, su amor por la escritura la llevó a matricular cursos de guion para después ejercer la escritura de manera profesional. Inició su nueva faceta escribiendo dramatizados en Radio Arte y posteriormente en otros espacios del Canal Educativo hasta llegar a La Tarea. Nunca pensó situarse en la televisión, pero con denuedo y constante superación hizo realidad sus aspiraciones. Por tal razón, Elaine conmina a todos, con énfasis a los jóvenes, a luchar por sus sueños.

Como locutora disfruta de un ambiente muy alegre y dinámico. Comenzó en la conducción de una sección del espacio de cinco minutos de duración y, a consecuencia de la pandemia, asumió la conducción general. Esto representó otro reto, pero gracias al equipo lo logró. “Ahora me siento más segura, no obstante, me preparo para lograr una labor más loable y digna de un público merecedor del máximo esfuerzo, con la calidad necesaria.

“No me confío, leo el guion y lo releo hasta dominar el tema. Ahí incluyo la articulación y la proyección”, acota Elaine, quien se considera conductora empírica de TV, aun cuando tiene en su aval varios talleres. Sobre sus referentes de la locución refiere: “Me nutro de la mayoría, en Cuba existen excelentes profesionales de la palabra y siento que todos me aportan, pero me encanta la manera de conducir de Marino Luzardo. lo veo muy seguro, hace sentir al televidente cómodo”.

Como joven, Elaine tiene anhelos. Los inmediatos son continuar en La Tarea junto a ese colectivo maravilloso y seguir explorando nuevas maneras de hacer, máxime en estos momentos de pandemia cuando se necesita formar personas responsables y buenos seres hunamos.

Oscar Sánchez es editor de La Tarea. Según refiere tiene varias experiencias en el programa. Ha tenido que hacer uso de todos sus conocimientos y mañas para estar a la altura de las expectativas de Yanela Bauzá, la directora, y de los guionistas, jóvenes muy hábiles y de gran ingenio que en ocasiones le ponen “la varilla alta”. Sánchez se caracteriza por una elevada autoexigencia, siempre busca más allá de lo que se le pide, por eso con cada edición termina sorprendiendo a todos quienes en varias ocasiones cuestionan: ¿cómo pudo hacer esto?

En cuanto al proceso de edición explica el especialista: “Los guionistas llegan a mí con el guion, pero antes del trabajo socializamos las ideas que adopto como referentes, aunque me tomo ciertas libertades que hasta ahora han sido certeras, pues cumplen con los propósitos del programa. A veces no sé si algo puede o no hacerse, pero me arriesgo, lo concreto y sale. Creo que quien no se arriesga ni gana ni pierde”.

Egresado de la Escuela de Instructores de Arte en la especialidad de Artes Plásticas, tal vez Sánchez encontró en esa preparación la génesis de su amor por el audiovisual, el video y la posproducción. Tenía alguna experiencia como editor independiente, pero a la televisión accedió por el Departamento de Programación del Canal Educativo 2, donde hacía pequeños trabajos.

Como sus compañeros, Sánchez trata de eliminar esquemas y realizar productos lo más cerca posible de la estética de los jóvenes. Consume making of y el trabajo de los youtubers para estar a tono con las dinámicas de las plataformas digitales. Hasta el momento no hay reto que Oscar no haya cumplido. Se siente feliz con los resultados, aunque busca la perfección a la que aspiran los buenos editores.