Con su sonrisa peculiar me dijo “Nací en el González Coro, pero soy de Marianao, hijo de un azucarero del central Martínez Prieto y de la señora Gorostola, una madre austera, como mi papá, que me enseñaron desde niño que el camino a seguir es el bueno”.
Más de seis pies de estatura, delgado pero con músculos, pelo cuidado y ojos pícaros, tuve a Héctor Villar unas dos horas al lado de mi computadora, grabándole una entrevista… que quedó en el aire, porque el artefacto, digital y todo, no funcionó. Yo no soy ducha en esos equipos.
Un buen amigo me dijo “tiene un estadio en contra y otro a favor” cuando, antes de pedirle la entrevista, comentamos de las opiniones contrapuestas que genera Héctor Villar. Ahora, nadie, ni el peor de los detractores, me ha podido decir que no es un tractor de trabajo y tan arriesgado como todo… marianense.
Reynaldo Cruz Díaz, fundador del reconocido blog Universo Béisbol, escribió: “Muchos acusarían al Canal Habana de ser excesivamente industrialista a la hora de narrar un juego de pelota, olvidando que el nombre dice claramente que es para los habaneros, y que si alguien tiene la posibilidad de ver un juego tiene que antes de hacer cualquier acusación, darse cuenta de que como televisora local tienen que apoyar a su equipo.
Pero mirando bien en el interior, la transmisión beisbolera de Canal Habana da una lección de profesionalidad a cualquier transmisión deportiva televisada en Cuba, con una investigación profunda previa al partido y un despliegue grandísimo de estrategias para brindar un producto de mayor calidad.
Durante el partido entre Holguín e Industriales de anoche, quedó claro que la capacidad profesional de todos los que laboran en la transmisión deportiva de este canal está muy por encima de lo que cualquiera pudiese esperar, y hasta superar en calidad e iniciativas a la transmisión nacional.
La cantidad de información, sin la necesidad absoluta de centrarse totalmente en la narración (en la televisión debe ser así), junto al análisis oportuno y previo a las jugadas, más el estudio de variantes y una minuciosa investigación sobre el plantel que se encuentre en esos momentos visitando a Industriales adornan una transmisión que, sin dejar de estar parcializada (es una televisora provincial, repetimos), se acerca en ocasiones más a la imparcialidad que la transmisión de la televisión nacional.”
Y Héctor es el jefe de tales transmisiones. Quizás esa es la razón por la que ha dirigido señales televisivas de beisbol en República Dominicana, Panamá y México, y ha trabajado con marcas como Red Bull y Adidas, además de otras televisoras en diferentes eventos deportivos que se desarrollan internacionalmente.
Me comentó que todo lo hace mediante contratos, a través de RTV Comercial. “No critico a nadie que trabaje en otro lugar, ni que pida una licencia para hacerlo, yo lo hago así. Es mi tranquilidad”.
Trabajar así le permite darle la vuelta a la tierra y regalarnos sus “jugadas perfectas”. ¿Acaso no recuerdan el cliff diving desde Córcega o un cenote en Yucatán, o atravesar el Canal de Panamá surfeando, o volar sobre los Pirineos con un campeón mundial de Parapente?.
Sus incursiones por esta vía no quedan en La jugada perfecta. Desde donde esté y para Cuba ha transmitido entrevistas exclusivas con estrellas (Pelé, Maradona, Vicente del Bosque…) y también incidencias de grandes competencias de futbol, como la Champions, Eurocopa, mundiales.
¡Todo esto sin costo alguno para la televisión cubana y disfrute de los miles de seguidores que tienen estos deportes!
Hablando de actos fundacionales: La jugada perfecta, hija de Héctor, es el espacio con más tiempo en el Canal Habana, de hecho comenzó en CHTV y actualmente se retransmite por Telerebelde. También a este director, comentarista y conductor se debe el inicio de la entrega del fútbol y el beisbol por el Canal Habana.
Ahora se prepara para dirigir la transmisión del juego entre la selección nacional cubana de pelota contra el equipo de Tampa Bay Rays, el 22 de marzo en el estadio latinoamericano. No es la primera vez que Héctor se encarga en el país de un hecho de este tipo y cuenta con el apoyo de los compañeros.
No se si todo el mundo sabe que este polémico narrador fue jugador de beisbol, incluso en la liga de desarrollo con Metropolitanos e Industriales, y es graduado de Licenciatura en Cultura Física y Deporte…
Ahí no queda su formación: estudió modelaje, lo ejerció, se hizo actor, tiene récord de presentación en La Celestina, bajo la dirección de Carlos Díaz. Estuvo bajo las órdenes también de Tony Díaz, interpretando a Mario Conde, de Máscaras; de Héctor Quintero, con Te sigo esperando y compartiendo roles con Corina Mestre y Paula Alí, y con Nelson Dorr protagonizó Pedro Navajas, pero quedó obnubilado con la televisión el día que entró en un estudio. “Yo estaba en el modelaje, me cuenta, y fui al programa ¿Quién sabe?. A tres amigos y a mí nos habían obsequiado unas entradas a última hora, no había suficientes asientos y me acomodaron en las escaleras del pasillo, delante de las cámaras. Allí me encontré un conocido que me explicó sobre la TV y para mi suerte, Vicente González Castro, me propuso que sirviera de modelo. No lo pensé. A la semana siguiente entré en la televisión hasta hoy”.
En ese mismo momento pasó cursos de locución con Angel Hernandez y Antonio Pera, periodismo con Luis Sexto y no se ha cansado de aprender. No ha vuelto a actuar en teatro porque le choca con su labor en la televisión, pero creo que debía probarlo en el cine.
Acaba de realizar un trabajo en Las Vegas, con la televisión de la UFC (Espectáculo deportivo centrado en las competencias de artes marciales mixtas) y por supuesto, hizo Una jugada perfecta que pronto veremos. Quiere seguir entrevistando a profesionales como Victor Hugo Morales, que le demostró cómo se puede ser grande y sencillo.
Y bueno, lo cito aunque no tenga la grabación: Héctor Villar, polémico es cierto, me dijo casi despidiéndose y le creo: “Cuando entro a la tv la disfruto, no trabajo, prefiero llamarlo vocación en vez de profesión,”