Trabajadores de Cubavisión visitan la Dirección de Seguridad Personal donde presentaron la obra del realizador Milton Díaz Cánter
“El respeto a la vida humana es una norma, sagrada e indivisible”.
Fidel Castro Ruz
Una delegación de trabajadores del canal Cubavisión visitó la víspera la Dirección de Seguridad Personal, donde intercambiaron con algunos de sus miembros y presentaron el documental “Escudo garante”, de realizador Milton Díaz Cánter.
El audiovisual muestra la vida sacrificada de los hombres que han pertenecido a la Dirección de Seguridad Personal, algunos ya retirados o fallecidos, cuya principal misión ha sido preservar la vida de los altos dirigentes de la Revolución Cubana.
En el encuentro estuvo presente Víctor Torres, director del Canal de la Familia Cubana y otros dirigentes de la Televisión, así como representantes de la Seguridad Personal, que ofrecieron una conferencia sobre su labor.
Así se conoció que esta actividad existe desde la famosa batalla de Las Termópilas, así mismo la practicaron las fuerzas de Napoleón en la batalla de Waterloo.
Durante las luchas independentistas en Cuba, Máximo Gómez enseñó la utilidad de que los jefes insurgentes debían tener una escolta que los cuidara y que esta debiera llegar a ser un familiar y que esto debía constituir un honor para el que fuera escogido, porque era un hecho de valor y lealtad.
Por eso, surge la necesidad de contar con estos combatientes, papel que desempeñó con prontitud Carlos Roloff, encargado de organizar las primeras escoltas durante la Guerra de los Diez Años, llamados en un principio exploradores que averiguaban de manera inigualable todo lo que hacían los españoles, por dónde atacarían.
Tiempo después, el joven revolucionario fue resguardado con gran esmero por muchos de sus compañeros de estudio y de lucha, como Alfredo Guevara, quien después del triunfo revolucionario fungiera como presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC).
Durante la lucha insurreccional en la Sierra Maestra, el líder guerrillero siempre contó con una escolta que hasta probaba su comida, para que no hubiera forma de envenenarlo. Ya en tiempos de la Revolución triunfante, muchos han sido los intentos fallidos para eliminar al Comandante en Jefe, gracias al trabajo de la seguridad personal.
Sirvan entonces las palabras de Fidel para honrar a los combatientes que murieron en defensa de la Patria y de sus dirigentes: "Gloria eterna a los caídos y los que lucharon; que sean perene ejemplo para las generaciones venideras”.