Una casa para crear

La Casa del Creador del Instituto Cubano de Radio y Televisión (Icrt) presta atención personalizada a los directores de programas, guionistas y grupos dinámicos de la radio y la televisión.

Respecto a los servicios prestados en esta institución, la directora María Elena González Quesada explica que se apoya la autopreparación de los usuarios. “Esto se materializa en la sala de navegación para acceder a Internet y en el salón de reuniones donde los grupos de creación de los dramatizados, de documentales y de colectivos de programas ultiman los detalles de cada puesta televisiva”. 

Además, la Casa busca satisfacer necesidades espirituales. “El reconocimiento moral es la arcilla fundamental para cumplir con este objetivo, pero eso conlleva esfuerzos, lleva recursos, lleva entusiasmo, para alcanzar la meta propuesta: la aceptación consciente del destinatario o los destinatarios”, apunta.

Los interesados en utilizar el primero de los servicios deben registrarse llenando una planilla de inscripción y a partir de ese momento se les habilita un correo electrónico y la navegación  por Internet.

“Para  concretar el reconocimiento a la trayectoria y resultados en el trabajo,  programamos  actividades mensuales e intentamos realizarlas,  porque no siempre se dispone de los recursos para conmemorar los aniversarios cerrados de vida artística de los realizadores, guionistas y de los grupos de programas del Icrt a la altura de los resultados.  Dichas actividades se centran en la entrega de diplomas acreditativos, en un escenario apropiado para la ocasión”, especifica la directora.

Al indagar sobre el reconocimiento moral a sus creadores, por la carga ideológica que entraña, González Quesada subrayó: “Ese es uno de los objetivos de La Casa, como dije anteriormente, por medio de actividades políticas y recreativas, que dicho así parece sencillo, pero es una misión que demanda esfuerzos, investigaciones, la búsqueda de recursos y del momento idóneo para realizar el acto de reconocimiento. Sin embargo, resulta gratificante,  cumplimos esa misión con entusiasmo y, cuando se materializa, tanto en mi caso como responsable del colectivo, como del resto de los trabajadores,  nos sentimos realizados.

“Por la otra parte, los creadores agradecen dicha atención, se sienten estimulados para continuar con su trabajo,  al tiempo que valoran especialmente que el Icrt les tenga presentes, que se acuerden de ellos, lo cual es bonito, y para La Casa representa un honor contribuir a engrandecer ese sentimiento de satisfacción”.

Es cierto que siempre se puede y se debe aspirar a más, pero con los recursos técnicos, materiales y de capital humano con que cuenta hoy la Casa del Creador, el nivel de satisfacción de los públicos interno y externo “sobrepasa el nivel de las posibilidades”, de acuerdo con la entrevistada.

“Son muchos los creadores que pasan por acá, en especial por la sala de navegación, que no alcanza todo el nivel tecnológico deseado, pero indudablemente se explota el tiempo de máquina y se explota bien.

“Y lo mismo puede decirse del salón de reuniones. Y no hablo de los logros o deficiencias del desempeño como relacionista público, no por falsa modestia, sino porque siempre quedan cosas por hacer, pero por mí hablan estos 17 años de labor.  Nadie mantendría un proyecto por tanto tiempo sino reportara utilidades, ello avala el servicio que brindamos”.

La Casa del Creador, única de su tipo,  está ubicada en la intersección de las calles 23 y M del Vedado habanero, a pocos pasos de la sede del Icrt, lo cual  facilita el acceso y desplazamiento de los usuarios con el consiguiente aprovechamiento del tiempo.

Los que aún no usan sus bondades, la invitación  está planteada.