Consideraciones sobre desaciertos del programa musical
Si usted pregunta qué es Cuerda Viva, muchos concordarán en que es un espacio vital para el quehacer musical de los jóvenes cubanos, donde agrupaciones y solistas de los más variados géneros, como el rock, el rap, la trova, el reggae y otros, tienen cita cada domingo a las 6:00 pm por el Canal Educativo.
Sobre la propuesta televisiva, Michel Hernández planteó en Granma el 4 de abril pasado: El espacio televisivo ha funcionado como un testimonio muy abarcador sobre los distintos momentos por los que ha transitado la escena alternativa insular y ha lanzado hacia la luz pública a jóvenes artistas totalmente desconocidos hasta ese momento, algunos de los cuales escalaron con el paso de los años los primeros puestos de la música cubana contemporánea.
Mientras, Yelanys Hernández Fusté, expresa en su artículo “Programa televisivo Cuerda Viva promueve la música de los jóvenes”, que en este espacio televisivo el público encuentra otra vía para conocer el talento de jóvenes que, aunque no cultivan la música tradicional, dejan claro que está facturada por cubanos.
Sin embargo, si usted vuelve a preguntar al público meta del espacio, en qué se ha convertido este, puede quede sepultado bajo una avalancha heterogénea de criterios desfavorables y favorables, en menor medida.
Cuerda Viva, sin ser peyorativos, ha dejado de ser el programa que cada domingo formaba parte de los gustos televisivos de numerosas personas. Por varias cuestiones como la presencia de determinados grupos musicales, la conducción y su nueva ubicación en la programación cubana.
Las agrupaciones que han visitado el programa desde su estreno, nada tienen que ver con las presentadas ahora. Es cierto que se trata de un espacio para la música alternativa, pero hay términos de calidad en la creación de esa manifestación.
Quienes prefieren este tipo de música, rara vez escuchan reggaetón y el género popular bailable, para la promoción de esas sonoridades y estilos existen otros espacios como Piso 6 o 23 y M.
La conducción es otro elemento que ha dejado de marcar pautas entre los programas musicales. La dinámica y el sello que impusieron algunos como Roberto San Martín Pérez, Solange Ramón, Jorge Ferdecaz, Edgaro o Lyda Morales quedan expuestos a nuevos quehaceres no tan representativos de los jóvenes que prefieren lo alternativo.
Otro criterio negativo tiene que ver con la nueva ubicación del espacio en la parrilla de programación. Pasó de salir al aire en la tarde de Cubavisión, para irrumpir en el canal Tele Rebelde, y, finalmente, colocarse en el Canal Educativo, cuya señal televisiva, como bien explicó en una entrevista la directora Ana María Rabasa, tiene muchas dificultades con la recepción.
En otro sentido, los encuestados expusieron que Cuerda Viva recibe discos y demos de innumerables grupos. Además, su equipo de realización escucha y contesta las propuestas de cada televidente a través del correo postal y del email
Asimismo, desde 2005, Cuerda Viva celebra un festival en el mes de marzo, el cual encierra las más variadas actividades teóricas y eventos como conciertos de importantes bandas del país y extranjeras invitadas. En su conclusión se premian los mejores grupos en las diferentes categorías a las que fueron nominados.
Los elementos anteriores hacen de este proyecto cultural una herramienta indispensable para promover el arte musical joven cubano. Pero, como ocurre con el instrumento, requiere de afinación. Los seguidores de la más viva de las cuerdas esperamos que las notas sean precisas e inspiradoras como antes.