Como propuesta de verano, Canal Habana estrena Sin puntos suspensivos, un espacio de entrevistas de 17 minutos que recuerda al muy gustado programa Intimidad.
Con dirección general y producción de Liuvar Losada, Sin puntos suspensivos marca el debut como conductora de la periodista Claudia Lugo, para quien el principal desafío ha sido “salir de su zona de confort” para entrevistar —en un clima íntimo y desenfadado, con un tono coloquial— a diferentes hombres de la sociedad cubana cuya labor tenga una incidencia tangible en la vida nacional.
“El espacio se sustenta en el género de la entrevista, y en el canal se han producido varios programas de este tipo. Hemos visto versiones como Versar con intimidad y luego Intimidad. En una primera etapa del proyecto, Ever Shang entrevistó tanto a mujeres como a hombres, pero pronto se dio cuenta de que las mujeres fluían más: se confesaban abiertamente, mientras que los hombres mostraban mayor resistencia. En sentido general, las mujeres eran mejores entrevistadas. Luego fue Yenira Estenoz quien asumió las entrevistas a los hombres. En este nuevo ciclo, se repite la ‘fórmula’, ahora con la periodista Claudia Lugo como conductora, y todos los entrevistados son hombres. Creo que es una química que, tal vez, tenga que ver con el sexto sentido. Por ahora, seguiremos este ritual que más allá de una convención, podría romperse en algún momento. ¿Quién sabe si más adelante sea de mujer a mujer? Todo está por ver”, explicó Losada.
Profesionales del arte, la medicina, los medios de comunicación, el marketing, el diseño, el activismo social, la docencia y la investigación protagonizan estas historias de vida, contadas y graficadas de modo que el televidente quede con deseos de conocer más.
El programa apuesta por una estética del detalle, con una atmósfera que invite al diálogo, a la reflexión y a la complicidad emocional. Comparte vivencias comunes que se tornan universales precisamente a partir de lo cotidiano. No todos los entrevistados son rostros mediáticos, y esa seguirá siendo la máxima: encontrar, en muchos de los rostros anónimos de la historia diaria de la Isla, aquellas experiencias que hagan crecer al individuo, sea cual sea el contexto.
Momentos curiosos, risibles, dudas, temores, orgullos, frustraciones, decisiones difíciles… son algunos de los atisbos que ofrecen estas entrevistas. Para la entrevistadora, se trata de una experiencia única, cuyo saldo define así:
“Todo lo que implique salir de tu zona de confort siempre será un gran desafío, más aún cuando estás acostumbrada a conducir espacios informativos con un corte serio, otras intenciones y una perspectiva más enfocada en la imparcialidad y el desapego emocional. Cuando eso cambia, y comienzas a mostrar una Claudia más empática, más vulnerable —una Claudia que puede emocionarse con las confesiones de los entrevistados—, entonces el reto es tremendo.
Soy graduada de locución; primero hice un posgrado y luego obtuve la habilitación. No obstante, enfrentarme a un proyecto como este —que además tiene una versión anterior con otros nombres y anfitriones que lo llevaron de forma extraordinaria—, eleva el reto. Aunque no es imposible asumirlo. Se trata, sencillamente, de atreverse. Siempre he pensado que de los cobardes no se ha escrito nada.
Cuando la vida te ofrece este tipo de oportunidades, tienes que crecerte, porque eso significa que estás lista para intentarlo. Y si, además, tienes un equipo de profesionales que confía en ti —como Liuvar, un director con experiencia, que podría haber elegido a otra conductora con quien tuviera que trabajar menos—, ¿por qué no hacerlo? Si todos confían, ¿por qué no empezar por mí? Ni pensarlo. Se trata de hacerlo lo mejor posible y con responsabilidad.
Desde que me hablaron del proyecto, me enamoré de la idea. Me gusta entrevistar. Es parte de mi trabajo cotidiano. No solo no me cuesta: me encanta. Creo que es uno de los aspectos más gratificantes de esta profesión: conectar con una persona al punto de que te comparta gran parte de su vida, su proyecto o sus emociones. Lograr esa complicidad es una de las facetas más bonitas y, a la vez, más difíciles del periodismo. Por eso siento que este espacio es una oportunidad única. Es más, siento que es el momento justo para salir de esa zona de confort que me había creado”.
Sin puntos suspensivos está previsto para salir al aire los lunes por la noche durante los meses de julio y agosto en Canal Habana. Llega con la intención de compartir momentos vividos y proyecciones futuras de hombres comunes, cuya grandeza radica precisamente en haber hecho realidad sus sueños, a pesar de los obstáculos.
Confesiones de vida y trabajo contadas al estilo personal de cada entrevistado, con la posibilidad de dejar siempre una puerta abierta… tal vez, para otro próximo encuentro. La cita es en Canal Habana, en su etapa estival. Tiempo televisivo para dialogar sin puntos suspensivos.