En la década del cincuenta dirigió la orquesta de la recién inaugurada televisión cubana. En un aniversario más de su natalicio vale recordar al indispensable representante de la nación cubana, este Piano de Cuba que enseñó a otras tantas generaciones a vivir para la música desde la música.
Un hombre que nació para la música y desde ella prestigió a la nación cubana: Mario Romeu, concertista, compositor, arreglista y director de orquesta, obtuvo la condición de Artista Emérito de la Radio y la Televisión en 2004, el Premio Nacional de Televisión en 2005, Miembro de Mérito de la Uneac, y fue distinguido con la Orden por la Cultura Nacional.
Genuino representante de una familia para la cual la cubanía fue y es esencia viva; en su Regla natal fue discípulo de su padre Armando Romeu y de su hermana Zenaida Romeu.
Mario Romeu fue referente para el quehacer de otros grandes del mundo de las teclas como los multilaureados Bebo y Chucho Valdés; este último acostumbrado a verle tocar pues su padre le llevaba a verlo, confiesa no haber un escuchado un sonido tan hermoso y parejo, y es que, al decir de los más allegados, Romeu gustaba de la perfección del sonido, como si la música lograra una singular transparencia.
Todo música
La prensa de la época y los subsiguientes testimonios confirman que fue considerado un niño prodigio porque con cuatro años tocó el piano a cuatro manos con su padre en el Teatro Nacional; con once ya interpretaba a Mozart, y a los catorce junto a su padre, nuevamente, asumió una gira con la Banda de la Marina Cubana por decenas de ciudades norteamericanas, al asumir un repertorio clásico.
Lo clásico fue el sumun de su depurada técnica interpretativa; cuentan que los compases y silencios se sucedieran continuamente en su constante andar por la música.
Tuvo la oportunidad de tocar a dúo danzas junto al Maestro Ernesto Lecuona, y con la orquesta del cabaret Tropicana interpretó jazz: toda una simbiosis de géneros que le convirtieron en un genuino y versátil artista.
La Orquesta del ICRT
En la década del cincuenta dirigió la orquesta de la recién inaugurada televisión cubana, en sustitución de Alfredo Brito, en esa etapa acompañó, entre otras estrellas del espectáculo a Sarita Montiel y Lucho Gatica.
En 1959 Mario Romeu se convirtió en director de la orquesta del ICRT y con ella resultó memorable, entre otros tantos momentos, la actuación con Frank Fernández interpretando la Rhapsody in blue del compositor George Gershwin.
De la escena al cine
Cuando se recuerda el filme La Bella del Alhambra entre sus tantos aciertos destaca su banda sonora. La misma fue compuesta por el Maestro Mario Romeu.
Una música que se integró como un personaje más a la atmósfera dramática del filme; que susurró y supo ser enérgica, hizo vibrar o desfallecer como mismo las emociones de la protagonista: una música que marchó con los períodos de tiempo por los que transitó el filme, dejando sabor a amores y agravios, traiciones y esperanzas. Una música que sin imágenes vale, igualmente, cual concierto porque suscita tantas emociones como vidas acuden a ella para disfrutarla.
Al respecto de ese proceso afirmó el propio Romeu que fue arduo el trabajo de investigación previo directamente vinculado al repertorio del Alhambra, cuyo autor es Jorge Anckerman. “La creación del tema principal no me fue fácil. Quería acercarme a la época, darle un rapport a la melodía sin perder lo de cubano que debía tener”.
Para inmortalizar su música
La casa discográfica Bis Music en ocasión del Día de la Cultura Cubana presentó recientemente el álbum Mario Romeu, Piano de Cuba que compila cincuenta temas interpretados por el Maestro, que fueron rescatados y digitalizados para la ocasión. Vale destacar que muchas de las grabaciones fueron obtenidas además del archivo personal de emisoras radiales.
Malagueña, Interludio No.1 Zambra gitana, Interludio No.2, Gitanerías, Interludio No.3. Córdova, Interludio No.4, Andalucía, Interludio No.5, Alhambra, Interludio No.6, La camagüeyana, Picotazos, Los muñecos, La revoltosa, Improvisada, Danza cubana No.2 feat Zenaida Romeu, Son No.1, Son No.2, Son No.3, Son No.4, Son No.5, Adiós a Cuba, Mi venganza, Fusión de almas, Soledad, Cansada mirada, Nena mía, Canción triste ft Mayito Romeu, Nocturno, Cariñosa, Muerte de amor y Tristán e Isolda.
Son estos los temas que se incluyen en este material que reúne, según su hija Belinda: “ mucho tiempo de dedicada y minuciosa selección, en tanto significa toda una vida dedicada a la música”.
En un aniversario más de su natalicio, y en momentos en que la cultura sana y salva, un instante para recordar al indispensable representante de la nación cubana, este Piano de Cuba que enseñó a otras tantas generaciones a vivir para la música desde la música.
CARTELERA DE CANALES NACIONALES
