Memorias de un Festival en imágenes e ideas
La VII edición del Festival de televisión Cuba 2012, que tuvo como sede el Palacio de Convenciones, en La Habana, entre los días 23 y 25 de octubre, auspiciados por la Televisión Cubana, RTV Comercial, Cubavisión internacional Escuela Internacional de Cine y Televisión, Facultad de las Artes y los Medios de Comunicación Audiovisual, del ISA (Instituto Superior del Arte) y la Escuela Internacional de Periodismo José Martí, posibilitó un encuentro entre los especialistas del medio y de delegados de instituciones de Angola, Argentina, México, Canadá, Bolivia, España y Bélgica y otras naciones.
Se impartieron talleres, conferencias y clases magistrales, por profesionales del medio.
Intercambios de criterios y de experiencias que coadyuvarán a enfrentar los retos de nuestras producciones televisivas con las transformaciones tecnológicas que ya van efectuándose.
El taller Interactuar con los públicos: construcción del mensaje, estrategia de comunicación y formación de valores, resultó uno de los temas más debatido. El pan el compuesto por especialistas del ICRT y del Equipo del Centro de Investigaciones sociales de la mencionada institución, entre los que se encontraban el profesor en Comunicación del ISA, Mario Masvidal Saavedra, el Profesor en psicología del Universidad de La Habana, Manuel Calviño, y el periodista de TV Cubana Yosley Carrero, ofrecieron sus puntos de vistas y coincidieron en abogar por una elaboración de estrategias, en la construcción de los mensajes, consecuente con los nuevos tiempos, que recaban de una visión más amplia del púbico receptor.
Sin embargo, el mayor desafío que debe recabar la atención es la competitividad que enfrentan con las tecnologías avanzadas de la información y la comunicación y sus medios alternativos, para una generación que ha crecido y se ha formado en la era digital y con los cuales interactúan a diario.
Por lo que requiere mayor atención atrapar el interés de la joven teleaudiencia, ávida de consumir lo novedoso en materia de entretenimiento y ello no excluye los valores culturales, ni éticos que puedan aportarles con una estética bien concebida.
La globalización de la cultura es un hecho que impulsa a emplear nuevos recursos que afiancen nuestra identidad, aprovechando al máximo todo lo que la tecnología digital puede ofrecer en la producción de musicales, dramatizados, telenovelas, cine, seriales, etc. Lo han probado las obras premiadas por el Festival, talento e imaginación sobran.
La teleaudiencia criolla diversa en gustos y preferencias consume producciones foráneas, no solo lo que ofrece la programación de la TV Nacional. Los contenidos y mensajes no son para subestimar, sino analizar y reflexionar su nivel de aceptación.
Ninguna de estas producciones carece de mensajes, ni de intencionalidad. Existen valores humanos universales y son los que establecen la comunicación, más allá de las diferencias de culturas y contextos.
Sobre las expectativas de este encuentro, Masvidal nos ofreció su opinión en cuanto al conocimiento y necesidades de los jóvenes: La preocupación ha existido y existe, sobre las formas de consumo de lo jóvenes. Cómo se mueve la cultura juvenil es importante y es un tema complejo. Ellos tienen una manera de percibir el tiempo, el espacio, la vida.
Tienen una manera de sentir y ver el mundo diferente. Los muchachos ya no están en la fase de recepcionar, sino de construir sus propios mensajes. La cultura estética del videojuego ya está influyendo hasta en cómo se construye su proyección en la estética del video clip y es notable la influencia que ejerce el muñequito manga. Es importante buscar un espacio de intercambio más amplio para hablar y aprender.
Mario Masvidal Saavedra, el Profesor en psicología del Universidad de La Habana, Manuel Calviño, y el periodista de TV Cubana Yosley Carrero, ofrecieron sus puntos de vistas y coincidieron en abogar por una elaboración de estrategias, en la construcción de los mensajes, consecuente con los nuevos tiempos, que recaban de una visión más amplia del púbico receptor.
Sin embargo, el mayor desafío que debe recabar la atención es la competitividad que enfrentan con las tecnologías avanzadas de la información y la comunicación y sus medios alternativos, para una generación que ha crecido y se ha formado en la era digital y con los cuales interactúan a diario.
Por lo que requiere mayor atención atrapar el interés de la joven teleaudiencia, ávida de consumir lo novedoso en materia de entretenimiento y ello no excluye los valores culturales, ni éticos que puedan aportarles con una estética bien concebida.
La globalización de la cultura es un hecho que impulsa a emplear nuevos recursos que afiancen nuestra identidad, aprovechando al máximo todo lo que la tecnología digital puede ofrecer en la producción de musicales, dramatizados, telenovelas, cine, seriales, etc. Lo han probado las obras premiadas por el Festival, talento e imaginación sobran.
La teleaudiencia criolla diversa en gustos y preferencias consume producciones foráneas, no solo lo que ofrece la programación de la TV Nacional. Los contenidos y mensajes no son para subestimar, sino analizar y reflexionar su nivel de aceptación.
Ninguna de estas producciones carece de mensajes, ni de intencionalidad. Existen valores humanos universales y son los que establecen la comunicación, más allá de las diferencias de culturas y contextos.
Sobre las expectativas de este encuentro, Masvidal nos ofreció su opinión en cuanto al conocimiento y necesidades de los jóvenes: La preocupación ha existido y existe, sobre las formas de consumo de lo jóvenes. Cómo se mueve la cultura juvenil es importante y es un tema complejo. Ellos tienen una manera de percibir el tiempo, el espacio, la vida.
Tienen una manera de sentir y ver el mundo diferente. Los muchachos ya no están en la fase de recepcionar, sino de construir sus propios mensajes. La cultura estética del videojuego ya está influyendo hasta en cómo se construye su proyección en la estética del video clip y es notable la influencia que ejerce el muñequito manga. Es importante buscar un espacio de intercambio más amplio para hablar y aprender.