Transformar la representación de género en la pequeña pantalla constituyó el primer tópico debatido en la XXXV edición del Caracol.
A debatir sobre la representación de género en la televisión dedicó su sesión inaugural el evento Caracol, desarrollado hasta el 25 de este mes en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, donde participan estudiosos de los medios de comunicación, directivos, realizadores, críticos y estudiantes.
Durante la presentación de los resultados parciales de la investigación “Acercamiento a un estudio de género en los programas de la Televisión Cubana”, la especialista Nelia Casado invitó a “pensar cómo mejorar los programas”.
La también asesora explicó que dicho estudio consiste en el monitoreo desde noviembre de 2012 hasta agosto de 2013, de las propuestas de los cinco canales de la televisión nacional, el de la capital cubana y la programación transmitida en la Isla de Telesur.
Al referir dichos resultados, Casado advirtió que escasos programas tratan los temas de género, solo lo hacen de manera directa Cuando una mujer (Cubavisión), Revelaciones (Canal Habana) y Congénero (Telesur), los cuales aún no alcanzan altos niveles de teleaudiencia.
Además, las investigadoras comprobaron la escasa presencia de campañas publicitarias asociadas al tema de la equidad de género, y la convergencia en la mayoría de los espacios de representaciones no sexistas con visiones estereotipadas de lo femenino y lo masculino.
En cuanto al tratamiento de la maternidad, Casado lamentó que por lo general se culpa a la mujer por la baja natalidad en el país; asimismo criticó las limitaciones de la calidad artística, pues los programas resultan aburridos para los televidentes, y sobre ello indicó que en la próxima etapa de la investigación se estudiarán los públicos.
Como aspecto positivo, destacó a Telesur en tanto referente para el tratamiento del lenguaje no sexista;
Sin embargo, en la televisión cubana observó la escasa representación de mujeres diversas: lesbianas, negras, de la tercera edad, así como el insuficiente abordaje del tema de las masculinidades.
Entre las recomendaciones sugeridas, trascendió propiciar asesoría especializada en temas de género a directivos y creativos del medio, además del desarrollo de talleres de sensibilización al respecto y sobre la equidad social.
El peligro de las representaciones
A propósito de la investigación, su otra autora, Danae C. Diéguez significó que “el problema del estereotipo es cuando se convierte en modelo”.
En tal sentido, subrayó la importancia de analizar “cómo ir rompiendo y dinamitando esas representaciones estereotipadas que ya se encuentran naturalizadas en las mentes de los realizadores”, y recordó que la televisión tiene la misión pública de desmontar tales estereotipos.
Sobre ello, la reconocida intelectual Gisela Arandia comentó que la representación frívola de la realidad no solo reproduce desigualdades, sino exclusión.
Luego insistió en la necesidad de representar mujeres diversas y emplear de manera extendida el lenguaje de género, y aseguró que la búsqueda de la equidad de géneros también implica la búsqueda de equidad social.
Por su parte, la profesora e investigadora Isabel Moya, directora de la Editorial de la Mujer, abogó porque los medios sean espacios para problematizar estos temas, y propuso visibilizar la problemática del cuidado familiar, al considerar la tendencia de la población cubana al envejecimiento.
“Esta televisión tiene que educar a la gente y crear su capital simbólico”, sostuvo la comunicóloga, mientras que la realizadora Magda González Grau insistió en enseñar a ver a la gente los mensajes con ojo crítico.