Como parte del elenco del serial En silencio ha tenido que ser, la actriz asegura que aprendió junto a sus colegas a amar más la actuación
A pesar de sus 90 años, la primera actriz Fela Jar mantiene una memoria y vitalidad increíbles.
De esa dicha de recordar el pasado y el ánimo de continuar viviendo intensamente sus días, esta encantadora y sencilla mujer hizo gala en la entrevista exclusiva que concedió a esta publicación para rememorar pasajes inolvidables de su carrera.
El diálogo resultó muy ameno, pues ella contó anécdotas que parecen hechos de la ficción , aunque son verdaderos relatos de una cubana apasionada por la actuación.
Asegura que en sus vínculos iniciales con esta especialidad la impulsaba sobre todo el deseo de divertirse. Como hija de españoles, asistía a la Sociedad Artística Gallega donde protagonizaba obras que le proporcionaban un agradable entretenimiento. Pero, con el paso del tiempo, descubrió que le gustaba interpretar personajes y entonces comenzó a tomar clases con un profesor que se dedicaba a impartir clases de actuación, declamación y dicción.
Su debut como actriz lo hace en las emisoras de radio COCO y CMOA, al principio sin percibir salario. Posteriormente, ingresa en la Escuela Municipal de Arte Dramático con la profesora Isabel Fernández de Amado Blanco, Marisabel Sáenz y Reinaldo de Zúñiga, entre otros.
Más tarde se integra al grupo Adad. Comienza a trabajar en RHC Cadena Azul, según acota “haciendo bancos”, que consistía en trabajar si fallaba algún actor. Así, un día tuvo que asumir un personaje de guajira y el propietario de la emisora se fijó en ella y la contrató por lo bien que había desempeñado el rol. Allí estuvo hasta que la emisora desapareció y surgió la televisión.
En ese momento es contratada por la firma Crusellas y protagoniza una de las telenovelas más vistas en la época, Martes, miércoles y domingos de amor Palmolive, donde hizo varios protagónicos con los grandes del momento: Marian Rodríguez, Minín Bujones y el galán Alberto González Rubio.
Años más tarde, Fela Jar llegó a formar parte del elenco de la serie televisiva En silencio ha tenido que ser, la cual marcó su vida de manera muy especial. Recuerda que un día estaba echando gasolina y se le apareció Chucho Cabrera, quien le dijo: “¡Vaya, hasta que te encuentro! Tengo un papel para ti en un programa que va a hacer historia, pero tenemos que irnos para Nicaragua”.
Ella le respondió que no podía, pues cursaba el último año de estudios en el Instituto Superior de Arte y no deseaba perder clases. Chucho la convenció diciéndole que eran pocos días, todo esto secundado por el inolvidable Abelardo Vidal, guionista del serial. La actriz accedió y partieron para Nicaragua.
Cuenta Fela jocosamente que las dos escenas que le dijo Cucho se convirtieron en semanas. Pero el grupo estaba tan entusiasmado que todo lo hicieron con mucho amor y ella recuerda este serial como lo mejor que ha hecho la televisión cubana en muchos años, “porque además de darnos a conocer cómo defienden nuestros compañeros a la Revolución, unió voluntades, talento y amor por la profesión”.