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El abordaje del tema de género en la radio y la televisión cubanas provocó el intercambio entre especialistas y realizadores durante la segunda jornada del Festival de Radio y Televisión Cuba 2013, que comenzó ayer en el Palacio de Convenciones de La Habana y se extenderá hasta el próximo viernes.

Con la conferencia “Perspectivas de género y medios”, dictada por la destacada periodista Isabel Moya, directora de la Editorial de la Mujer, prosiguió el evento científico este martes.

Antes de iniciar su intervención, la comunicóloga cubana cedió la palabra a Laura Melo, representante del Sistema de las Naciones Unidas en Cuba, quien agradeció al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) por brindar espacio en el festival para incluir el tema de la violencia de género.

La funcionaria del organismo internacional, además de destacar la importancia del tema para las Naciones Unidas, refirió los antecedentes de la campaña Únete, que responde a los objetivos del milenio y se desarrolla satisfactoriamente en Cuba.

Asimismo, Melo resaltó que los medios de comunicación “tienen un papel importante en esta estrategia, porque pueden mostrar y alertar cómo poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas”. Por último, indicó que la violencia simbólica, aunque “tan explícita”, a veces resulta poco conocida.

Por su parte, la Dr.C. Isabel Moya también comunicó su gratitud al comité organizador por incluir el referido tema y reconoció la labor de Magda González Grau y Danae C. Diéguez, especialistas que desde la Uneac impulsan la lucha contra la violencia de género.

La estudiosa dividió su ponencia en tres momentos, donde situó el contexto de la comunicación y las representaciones de lo femenino y lo masculino en los medios;  analizó qué pasa en Cuba y planteó posibles caminos para alcanzar una cultura feminista contrahegemónica.

Según estimó, los medios han devenido “espacios donde se reproducen los mitos e imaginarios de la sociedad global”, y en estos la representación de las mujeres es “marcadamente feminista”, afirmó.

A juicio de la experta, el ámbito de sexismo mediático es multiforme y va más allá de las imágenes de videos clips y las letras de canciones.

Al valorar el caso de Cuba, valoró la existencia de un contexto comunicacional que incluye el sistema de medios precariamente estructurado, falta de claridad en la segmentación de los públicos.

En tal sentido, ponderó la importancia de la mayor fragmentación de las audiencias ante el consumo cultural, cuyas concepciones han variado y “el consumo cultural marca la pertenencia a determinado grupo”, sostuvo.

Si bien reconoció la voluntad política de asumir el tema de género en los medios cubanos, criticó que conviven mensajes no sexistas con los estereotipados. Según consideró, “se ven intenciones de cambio en algunos espacios”, pero observó que no son sostenidos”.

También notó que se está llevando a determinados especialistas a tratar temas de la agenda de género, mientras que la aparición del llamado tema de la mujer en los informativos aparece articulado a campañas y casi siempre en tono apologético.

Moya reprochó la no presencia protagónica de mujeres y familias negras con regularidad en las pantallas cubanas, así como la apropiación acrítica de formas de hacer y contenidos de otros contextos que son denigrantes, como el empleo de modelos sexys en los medios.

No obstante, acotó que “existe un grupo de comunicadores y comunicadoras sensibilizados”, y saludó la presencia de mujeres directivas en los medios y que ocupan puestos de toma de decisiones sobre todo en la radio.

Por último, llamó a promover la contracultura feminista, que como explicó, implica crear arte, ciencia, tecnología, mitos... “Que la propia jeraquización en nuestros medios permita y colabore en la creación de audiencias críticas”, pidió, a la vez que instó a “una autorregulación consciente y responsable” por parte de quienes laboran en los medios, para lo cual resulta imprescindible capacitar y sensibilizar.