Protagonistas

Asseneh Rodríguez y Cirita Santana: Dos artistas imprescindibles que marcaron con su talento y entrega la historia de la televisión cubana.

Silveria Asseneh Rodríguez Lizama fue una de las actrices más carismáticas y versátiles de las artes escénicas cubanas. Se desdoblaba con igual maestría entre la comedia y el drama, tanto en la radio, la televisión y el cine como sobre las tablas, donde interpretó papeles memorables. Cultivó con excelencia la declamación, y ostentaba la Medalla por la Cultura Nacional, otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cuba.

Al igual que Cirita Santana, Asseneh nació un 20 de junio, en su caso en 1934, en Sagua la Grande, al norte de la actual provincia de Villa Clara. Su debut artístico ocurrió en un programa infantil de la emisora Mil Diez, del Partido Socialista Popular. Posteriormente, continuó presentándose en la radio nacional mientras cursaba estudios de magisterio en la Escuela Normal. Antes de 1959, participó activamente en la lucha clandestina, experiencia que contribuyó a fortalecer su dimensión humana.

Desde su adolescencia, su carrera se expandió vertiginosamente. A los dieciséis años ingresó en la televisión, donde comenzó a destacar por su talento natural. Brilló también en el teatro y más adelante en el cine. Muchos la recuerdan como “Ruperta la caimana” en el filme cubano "Patakín", junto a Benavides y Montesuma, así como en espectáculos del Teatro Musical de La Habana, donde compartió escena con Bobby Carcassés. Era capaz de transitar de la comedia al drama, del canto al baile, con la misma facilidad con que recitaba versos con profunda emoción.

Con su voz llevó la poesía a públicos muy diversos, transmitiendo las emociones más sutiles gracias a su sensibilidad, cultura e inteligencia. Interpretó poemas de Nicolás Guillén y otros grandes líricos cubanos, en estampas memorables junto a Alden Knight y el Maestro Luis Carbonell. Su huella quedó en numerosas agrupaciones teatrales, especialmente en el Conjunto Dramático Nacional, donde interpretó papeles como la inolvidable nodriza en "Romeo y Julieta". Fue comediante del Teatro Musical de La Habana, bajo la dirección de Margarita Alexander y otros notables directores.

Alden Knight la recuerda con admiración:

"Conocí a Asseneh en 1957, en el 'Programa de José Antonio Alonso' en la CMQ TV. Ella recitó un poema muy dramático, 'El romance de la madre que supo llorar', arrancando una ovación con aquellos versos de entrega a Cuba. Poco después hizo reír al público con una conga que incluía el estribillo 'Cachita se fue a arrollar'. Esa versatilidad me deslumbró. José Antonio nos propuso hacer un dúo de poesía. El primero fue un poema mío, 'Aconsejando a Consuelo', que adaptamos para dos voces. Después de hacerlo con Asseneh, no pude volver a recitarlo solo.

Nuestro dúo fue creciendo, pero ella era cada vez más solicitada por el teatro, lo que impidió que pudiera estrenar dos obras escritas para ella: 'Santa Camila de La Habana Vieja', de José Ramón Brenes, y 'María Antonia', de Eugenio Hernández Espinosa, que asumieron Verónica Lynn e Hilda Oates respectivamente.

Asseneh fue una estrella en todos los medios: en cine con 'Patakín', en teatro con 'Medea', en radio con 'Médico de guardia' y en televisión con 'Trono de sangre'. Compartimos muchas presentaciones, pero lo más entrañable fue la poesía a dúo. Grabamos diez espacios para televisión y visitamos países como Angola, España, Gran Bretaña, Francia, Nicaragua, Venezuela, México, Guyana y Jamaica. También trabajó con José Antonio Rivero, Carlos Ruiz de la Tejera, y en shows del cabaré Parisién.

Fue maestra, traductora, políglota; dominaba el inglés y el francés, y estudiaba ruso y portugués. Su hijo Carlos Amador es hoy director de televisión, y eso también dice mucho de ella. Yo casi no sé nada de Asseneh, pero ella está en todo lo que hizo."

Asseneh también trabajó en el Grupo Buscón, bajo la dirección de José Antonio Rodríguez, y participó en numerosas puestas de repertorio clásico y contemporáneo. Actuó en cabarés y en más de una decena de filmes cubanos y extranjeros, entre ellos:

- Saludos cubanos (1962), de Agnès Varda

- Tránsito (1964), de Eduardo Manet

- Retrato de Teresa (1979), de Pastor Vega

- Patakín (1982), de Manuel Octavio Gómez

- María Antonia (1990), de Sergio Giral

- Lista de espera (2000), de Juan Carlos Tabío

También estuvo en películas como "Reflejo de la luna", "Las profecías de Amanda", "Aunque estés lejos" y "Camino al Edén", de Daniel Díaz Torres. Actuó en más de quince países y fue dirigente en la UNEAC. En su comunidad desarrolló una labor educativa con niños y adolescentes, introduciéndolos en el mundo del arte.

Asseneh Rodríguez falleció el 4 de agosto de 2013 a los 79 años. Su cuerpo fue cremado y sus cenizas depositadas en el Panteón de los Artistas del Cementerio de Colón, como fue su voluntad.

Entre sus premios y reconocimientos se encuentran menciones y primeros lugares en concursos nacionales de actuación en radio y televisión, y la Medalla por la Cultura Nacional. En 1984 recibió mención especial por su papel en "Patakín".

Su amiga Cirita Santana, también nacida un 20 de junio, cuenta con más de seis décadas de experiencia como actriz, bailarina, cantante, presentadora y comediante musical. Nacida en La Habana, Cirita quiso ser vedette como la Fornés, y ha sido fiel representante del teatro musical cubano. Con rigurosa disciplina, se ha mantenido activa tanto en lo artístico como en lo institucional. Fue vicepresidenta de Artes Escénicas de la UNEAC, organización a la que pertenece.

Cirita comenzó su carrera profesional el 1 de julio de 1963, formando parte del espectáculo "El Solar", dirigido por Alberto Alonso y llevado al cine como "Un día en el solar" por Eduardo Manet. Integró el Conjunto Experimental de Danza y más tarde participó en el Grand Music Hall, con funciones en el Lido de París y otros escenarios de Europa del Este. En el Teatro Musical de La Habana fue actriz, cantante y bailarina en todas las comedias musicales del repertorio nacional.

Sobre su relación con Asseneh, Cirita comenta:

"Cumplíamos años el mismo día. O me llamaba ella, o yo le telefoneaba. Fue una magnífica compañera. Hoy nuestro teatro musical está muy enfermo, en estado crítico, y necesita atención urgente de las instituciones. Yo he tratado de mantener este género viva dondequiera que me presento. El teatro musical forma parte de nuestra cultura. Exhorto a que se rescate este género. Estoy dispuesta a aportar mis experiencias.

Una comediante musical debe tener talento multidisciplinario: saber ballet, danza moderna, acrobacia, canto y actuación. Todo esto lo dominaba Asseneh. Nosotras, que estuvimos más de 30 años vinculadas al teatro musical, salimos muy bien preparadas para interpretar cualquier papel. Lamentablemente, los nuevos directores muchas veces desconocen ese legado."

Cirita ha sido reconocida con numerosos premios y distinciones: Medalla "Raúl Gómez García", condecoración "Adolfo Guzmán", Sello de Laureado por la Labor de Toda la Vida, Distinción por la Cultura Nacional, Premio Mariposa, "El Tulipán del Cerro" y el Sello 60 Aniversario de la UNEAC. Recientemente, el municipio Cerro le dedicó su Semana de la Cultura. Ha sido nominada varias veces al Premio Nacional del Humor, y como ella misma dice, "ya estar nominada ha sido un premio".

Asseneh Rodríguez y Cirita Santana han sido figuras fundamentales de nuestra televisión. En este 75 aniversario, su legado permanece como testimonio vivo de una época brillante. Reconocer su obra, como la de tantos que han pasado por nuestras pantallas, es justo y necesario.

Felicidades a todos los trabajadores de nuestra Televisión.