El número 16 de la popular revista Lucas se presentó en la recién concluida XXIV Feria Internacional del Libro de La Habana, como complemento del gustado espacio televisivo
Más que un proyecto que busca aunar voluntades, crear tendencias, afinar el oído, o recrear imágenes, Lucas representa para buena parte de los cubanos un espacio que crece y se consolida con el propósito de defender la música cubana desde la realización audiovisual.
Sus manifestaciones son amplias y siguen en aumento: desde el popular programa semanal, pasando por las sonadas galas de premiaciones cada año, una desafío radial que pretende deleitar, el anhelo por hacerse sentir en la web, y una amplia repercusión que va más allá de las fronteras nacionales.
El proyecto busca entre sus ambiciones llegar a todos sus seguidores desde cualquier soporte que insista en mantener el objetivo para el que fue creado. Por tanto, no se detiene ante el sonido y la imagen, y para los amantes de la lectura y la buena crítica, para los apegados a la entrevista perenne, y para los que aspiran a que el proyecto toque cada espacio posible, surgió hace un tiempo, la revista Lucas, suplemento juvenil de la Editorial En Vivo, del Instituto Cubano de Radio y Televisión. El número 16 fue presentado en la recién concluida XXIV Feria Internacional del Libro de La Habana.
Según Yuleidys Rojas García, directora de la publicación, se trata, en efecto, de una posibilidad dada al programa televisivo de llevar a la palabra impresa una obra audiovisual.
“Pretendemos aunar todo el contenido posible y conformar un material bibliográfico que sirva de consulta para las presentes y futuras generaciones. El proyecto Lucas se ha vuelto parte de la cultura cubana, pues es capaz de crear tendencias e incentivar a las personas a que piensen en la música desde diversas aristas.
“Con la revista nos acercarnos más al público y a aquellos que se identifican con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Reinventamos constantemente el contenido editorial de manera que se torne más atractivo”, precisa Yuleidys.
Para la directora, la publicación ha tenido muy buena acogida, fundamentalmente en los jóvenes, pero “podría mejorar aún más en la medida que sea más interactiva con los que nos leen: no queremos un periodismo impositivo, sino dialogar y respetar los puntos de vista de los demás. Pretendemos convencer, no imponernos”.
Según Frank Abel, conductor de la radio muy vinculado al proyecto Lucas y presente en el lanzamiento del número 16 en La Cabaña, el soporte impreso es un hecho trascendental que no esperaba, y poder vincularse a ese trabajo ha sido una noble experiencia.
“Creo que es un complemento cultural de mucho interés, con críticas muy instructivas. Visualmente me aporta mucho como presentador y es muy positivo para el proyecto Lucas en general”, señala.
Asimismo, el conductor destaca que sería genial poder ampliar la tirada de la revista y mejorar su distribución por el país, “para que los números no lleguen con atraso a otras provincias y se fomente aún más el hábito por la lectura”.
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