El filme, exhibido en el programa cinematográfico Corte final, está basado en una historia real.
Los filmes que se remiten a historias reales abundan en la filmografía de varios países, algunos sorprenden por su argumento, la revisión del pasado, el diseño y vestuario en función de la época o las actuaciones. En el caso del filme español La virgen roja, todo ello se pone en función del discurso fílmico.
Exhibido este viernes 19 de septiembre en el espacio Corte final, el filme narra la existencia del proyecto Hildegart, el singular caso de una niña que es concebida y educada por su madre Aurora para ser la mujer del futuro.
Desde los primeros años de vida, se le aplicó un método de disciplina, donde incluía la lectura, el estudio, la práctica de deportes, el arte de la oratoria, todo ello contribuyó a que se convirtiera en una de las mentes más brillantes de la España de los años 30.
En medio de su éxito como ensayista y escritora Hildegart se afianza como uno de los referentes europeos sobre sexualidad femenina. Uno de los temas considerados tabú para la sociedad de la época.
Ya a sus 18 años, Hildegart comienza a experimentar la libertad y conoce a Abel Velilla, un joven que enfrenta el poder político y comienza a descubrir el amor y la pasión. Junto a él se siente libre del poder que le ejerce su madre y explorar un nuevo mundo emocional y a desmarcarse del férreo nido materno.
Este hecho, levanta las sospechas de Aurora, quien teme perder el control sobre su hija y hace todo lo posible por impedir que Hildegart se aleje; pero ya es demasiado tarde, nunca recuperará la total influencia sobre su hija.
La decepción y el dolor conducen a un enfrentamiento entre ambas que será definitivo, lo que llevará al cierre del “Proyecto Hildegart”. Al entierro de la joven asisten miles de ciudadanos queemostraron interés y curiosidad por este peculiar caso.
Del filme destacar las actuaciones, en primer lugar de Aurora, interpretada por Najwa Nimri, actriz que trasmite desde la disciplina, el control y la pérdida de emociones, un patrón de férreo dominio sobre su hija, la casa y el contexto social en el que se desenvuelve.
Otro de los puntos a favor de La virgen roja es su diseño de vestuario, iluminación y decorados que nos lleva hasta la España de las primeras décadas del pasado siglo, en una reconstrucción de la época y las historias allí contadas.
Excelente propuesta del espacio Corte final para que los televidentes podamos apreciar uno de los filmes más recientes producidos en España y que ya cuenta con un amplio recorrido internacional con la obtención también de varios premios.
La virgen roja motivará que sus televidentes busquen nuevos datos sobre este hecho, y así el cine será otra vez, puerta para el conocimiento.