El verano trae un gran compromiso para la televisión cubana, aún más en tiempos de pandemia. Durante los próximos dos meses, los niveles de audiencia aumentan frente a la pantalla chica y se evidencia en un alto número de espectadores, con diferentes edades, en busca de series, recitales y espacios atractivos para salir de la habitual rutina de trabajo y casa. Para muchos la televisión se ha convertido en un refugio, en un boleto hacia destinos de placer y aventuras, casi imposibles de vivir en el momento presente, debido a la pandemia. Por esas razones, el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) ha organizado una programación destinada a diversos públicos. Si es habitual disfrutar de nuevas propuestas en la etapa estival, digamos que, en el 2021, el humor tendrá mayor presencia que en años anteriores, por solo citar un ejemplo. Por la señal de Cubavisión se espera gran aceptación de las series Al habla con los muertos (creada por Amilcar Salatti), Juntos pero no revueltos (bajo la dirección del reconocido realizador Roly Peña), La hora de Noelia (protagonizada por Noelia Bermellón, si recurrimos al nombre artístico de Andrea Doimeadiós) y Humor a primera vista (coordinado por Elena Palacios); gracias a la buena realización y al equipo de profesionales a cargo del éxito de las mencionadas opciones televisivas. Tampoco faltarán los espacios musicales en Cubavisión, ejemplo de ello constituye el programa Canción Contigo: dirigido por Ana María Rabasa, con guion de Cari Rojas y dirección musical de José Loyola, fue concebido para once emisiones dominicales a estrenar durante la venidera programación de verano.
De igual manera, los más pequeños podrán disfrutar de Travesura musical, las aventuras del Capitán Plin y otros espacios, también a través del Canal de Todos, ya conocidos por los niños. El ICRT, en ese escenario de estrenos y expectativas, continúa protegiendo a sus trabajadores con el cumplimiento de las medidas sanitarias para evitar la propagación del virus. El uso del nasobuco, la desinfección de manos y pies al llegar la institución son algunos requisitos a cumplir de manera obligatoria. Productores, especialistas, asesores y directores de programas, entre otros profesionales, han trabajado para que no exista ni un solo vacío comunicacional, al encender la tv. Pueden ser o no programas de su agrado, pero lo cierto es que la pantalla de casa nunca estará ausente de espacios en los horarios establecidos. Lograr tales empeños ha sido difícil en medio de situaciones nunca antes vividas a nivel mundial. Aún así, la radio y la televisión de Cuba han encontrado las alternativas para mantener los estándares de calidad y ganar en audiencia.
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