En la programación para niños (que si es buena disfrutamos los adultos), Cubavisión transmitirá la serie de El Capitán Plin. No es un estreno, pero si una ocasión para celebrar cuatro décadas.
Realmente ese gato verde, tiene más de 40 años. Su padre Jorge Oliver Medina cuenta:
“…En los primeros años de la década de los 70, ¡Del siglo pasado!, la Organización de Pioneros José Martí reunió a un grupo de dibujantes, diseñadores, escritores, periodistas, fotógrafos… para “armar” un equipo que divulgara las actividades de la organización, utilizando variedad de medios, un lenguaje e imágenes que atrajeran la atención de los más jóvenes. Entre los primeros integrantes de ese departamento estuvimos: Alexis Cánovas, Ernesto Padrón, Orestes Suárez, Juan Padrón, Isola Trelles, Martha Herrera, y yo, a quien nombraron al frente del “piquete”, (vaya usted a saber por qué).
“Recuerdo, en especial la propaganda de la emulación pioneril, los Festivales de aficionados, de papalotes, la creación de juegos de mesa, las exposiciones de dibujos, las publicaciones de historietas cubanas, la edición y distribución de carteles, folletos y… el apoyo al movimiento de Pioneros Exploradores, que crecía por todo el país.
“Con el entusiasmo de profesores, instructores, activistas y pioneros, se fundaron campamentos, se impartieron clases acerca de la flora y la fauna, de exploración, de pistas y señales para andar por el monte … por tanto el equipo de divulgación tuvo que “ponerse las pilas”, para estar a la altura del movimiento por todo el país.
“Para los cuentos e historietas sobre estos temas, creamos un grupo de nuevos personajes, que ayudaría a los lectores a conocer los secretos y las habilidades que debía dominar un buen explorador…Pero, ahí fue donde “se trabó el paraguas”, porque ya teníamos a los buenos, pero nos faltaba un contrario, es decir, el MALO, o el LOCO, que no sabría nada sobre exploración, se equivocaría, metería al grupo en problemas por no conocer los trucos y los secretos que un buen explorador debía dominar. Claro, no podría ser un pionero, ni un profe, ni un animal salvaje…Así que dibujé un gato, diferente a la mayoría de los gatos. Era un gato muy independiente, amigo de todos, que hacía lo que le parecía bien, sin escuchar consejos ni estudiar. En buen criollo… un gato “buena gente”, que creía que se las sabía todas.
“Claro, para diferenciarlo de cualquier otro gato que apareciera por nuestra historieta, LO PINTAMOS DE VERDE.
“Los pioneros en general se enamoraron del gatico verde, de sus locuras, de las soluciones que inventaba para salir de los enredos que se buscaba y, de paso, en cada aventura descubría secretos de la Naturaleza, pistas y señales nuevas, indicaciones para levantar una tienda de campaña…Por su éxito entre los pioneros, incluso pedimos al entonces joven periodista Moisés Pérez Mock que, apoyándose en las aventuras para historietas, nos hiciera varios cuentos cortos del Gato Verde. Lo que cumplió con éxito y enseguida ilustramos.
“El pequeño libro se llamó: El gato verde se va de campismo y se agotó enseguida… (yo solo tengo un ejemplar)”.
Pero ese aún no era El Capitán Plin. Alejandro Pich realizó su tesis de grado sobre ese personaje y cuenta en una entrevista: “Comencé con un análisis desde 1981, fecha de aparición del personaje, a 1983, etapa en que trabajaron juntos Jorge Oliver y Juan Padrón, el primero como ilustrador y el segundo como guionista. En 1983 termina esta colaboración y Oliver realiza entonces ambas creaciones, hasta finales de 1989, momento en que llega la crisis conocida como Periodo Especial”.
Ese muñequito que primero fue historieta, luego libros y después una serie de de dibujos animados, nació cuando Juan Padrón le cuenta a Oliver que para dormir a su hijo Ian le había inventado un cuento con el gato verde que en una isla se enfrentaba a unos personajes malos, y mientras Juanito hablaba, ha contado Oliver, que él veía ya al gato verde vestido de capitán, fajado con unos ratones y así en la revista Zunzún salió la primera historia de La Isla del Coco, escenario donde el felino siempre enfrenta a Rui la Pestex.
Muchas veces el propio Padrón le sugirió a Oliver realizar unos animados, pero nunca encontró tiempo hasta que en el 2008 se decidió. Así se lo contó a José Luis Estrada Betancourt:
“Esto da mucha guerra. Mover muñecos lleva tiempo y dedicación en abundancia, y yo no sé por qué extraña razón desde chiquito siempre he tenido cuatro cosas que hacer para un minuto. Esa es la única razón. La serie no es cosa de ahora. Hace mucho tiempo —por lo menos siete u ocho años—, el mismo Juan Padrón me propuso que hiciéramos un largometraje de Plin, pues ya tenía más de 20 años de historietas, pero siempre me negué pues no me sentía seguro para enfrentar un “largo”, que tiene otra estructura, otra manera de contar... No creo que sea de los más aptos para emprender un proyecto de esa envergadura, lo mío es más inmediato. Siempre le dije a Juan, no, vamos a hacer primero la serie.
“Eso desde el punto de vista personal, si pienso en la industria, soy de la idea de que el país tiene una urgencia más importante: llenar la pantalla del televisor, esa que consumen los muchachos todos los días, donde el espacio de los animados lo están cogiendo las producciones viejas y extranjeras, que nada tienen que ver con nosotros.”
En esa entrevista el creador dijo: “Las historietas llevan más de 20 años saliendo en la revista Zunzún, por tanto, hay más de 200, y es imposible animar todo eso. La serie lo que toma son algunos de los cuentos aparecidos en El libro de La Isla del Coco y en El segundo libro de La Isla del Coco, donde encuentras historias interesantes como el surgimiento del Capitán Plin, de los piratas, cómo Plin llega a ser Capitán, el arribo de la primera hembra al grupo de los piratas... Eso es esencialmente lo que mostraremos en la primera temporada: cinco capítulos de siete minutos cada uno, que queremos estrenar en el verano.
“La segunda temporada, que se estrenará en diciembre, desarrollaría el primer desembarco de los piratas con el refuerzo de una hembra, la parte mágica de la Isla, los personajes secundarios cuando llegan... O sea, que en la serie habrá elementos de las historietas, pero, sobre todo, se nutre de los libros publicados por la Casa Editora Abril”.
De la trama, Oliver confesó: “El mapa de la Isla también es el mismo, el vestuario y el diseño de cada uno de los personajes, la relación entre ellos. Aquí lo único nuevo es que los “tipos” hablan, y eso es lo que más trabajo nos ha costado, además de animarlos, claro. Fue muy difícil encontrar las voces, sobre todo la de Plin. El staff de dirección ya había hecho dos días de casting con actores, y no salía. A última hora la voz apareció debajo de una piedra, del actor que menos esperábamos, Luis Enrique Carreres (Al compás del son, Oh, La Habana), al que no citamos para hacer Plin, pero nos dijo que quería probar y resultó. Es que Plin tiene menos matices que el resto. No es tan burlesco como las ratas; Fénix (Surelis Núñez) está marcada por ser una gata muy romántica, más bien “salsosa”. Sapo López (Rolando Núñez) es muy “berreao”, pero muy exigente; Pato Curvatov (Osnildo Fundora), es un cubano típico, a quien le gusta “vacilar” aunque es cumplidor con su trabajo..., pero Plin es el tipo que nos encontramos en la calle, solo que con ciertas aptitudes físicas y un corazón muy grande.
“Albertico Pujol es Rui la Pestex, pues fue quien interpretó el tema en el videoclip. Él hizo diez canciones para diferentes personajes de la Isla y será el autor de la banda sonora; Juan Ratón tendrá la voz de Enrique Bueno (La cara oculta de la Luna); Rata Tonta, la de Omar Durán; Cleo Rata, la de Edenis Sánchez; Guaya Vito, la de Raúl Hernández Moreira... Participan muchos actores jóvenes, pero con un talento increíble.”
La Isla del Coco está en parques como en el antiguo Coney Island, en Playa, y en Mariposa, Parque Lenin, Arroyo Naranjo, además en el Acuario Nacional existe el Rincón de la Isla del Coco, inaugurado en octubre de 2020, en la gruta marina.
En este julio se prevé que aparezcan audio libros que nacen de la serie Contar y cantar, publicados en papel por Ediciones Icaic, y tendrá al menos cinco de Plin, aunque se piensa rescatar de esta forma una gran cantidad de historias del capitán verde.