Las artes escénicas y la televisión han encontrado camino común en nuestras pantallas. Mi generación recuerda con nostalgia espacios antológicos como Amigo y sus amiguitos, Tía Tata cuenta cuentos, que incluían en su nómina a grandes de la actuación Consuelo Vidal, Aurora Basnuevo, Alden Knihgt, Miriam Vázquez y Ana Nora Calaza. Y a las entregas de luz las del inolvidable payaso Trompoloco, del querido Erdwin Fernández.

Teatro de las Estaciones y Teatro Tuyo son dos ejemplos de todo lo hermoso y edificante que aportan, desde sus diferentes modos de hacer. Con los maestros Rubén Darío Salazar y Ernesto Parra, (directores de las reconocidas agrupaciones escénicas) conversé al respecto, en el escenario del recién concluido Festival de Teatro Callejero, en la Atenas de Cuba.

 Los “Tuyos” han producido 20 Capítulos de La Casa de Papote para el Canal Cubavisión, después de que el Consejo Nacional de las Artes Escénicas les encargara en el año 2020 siete episodios de una serie que nació en medio de la Pandemia de Covid 19, para que la risa y la ternura fueran antídoto. Por su parte Las Estaciones ya vive la oncena temporada de Corazón feliz una entrega de lirismo y gracia que acompaña la hondura de sus canciones con la belleza de los Títeres del maestro Senén Calero, y las actuaciones ciertas de todo su elenco, también acogidos por “El Canal de Todos”.

¿Cómo han vivido estos colectivos la experiencia? ¿Cuán difícil o edificante les ha resultado adecuar técnica, textos y visualidad al lenguaje televisivo? ¿Seguirán en pantalla? Con ellos es tan fácil la conversación que sus respuestas van más allá de mis interrogantes.

Parra, guionista y actor protagónico de esa casa de mágica que habitan Papote y sus amigos afirmó agradecido: «En medio de la etapa más compleja de la covid, llegó como regalo e impulso motivador la idea del proyecto de La casa de Papote. Desde ese minuto, el proyecto se ha convertido en un motor para expandir las posibilidades del clown ya sólidas desde la experiencia teatral, pero ahora se trataba de llevarlo a la pantalla, desde los códigos propios del audiovisual. Desde que comenzaron a pasar las imágenes e ideas por mi mente, varios fueron los retos: el tiempo de duración encargado era para 5 minutos, en el teatro mínimo tenemos al menos 45 minutos para exponer, desarrollar y resolver el conflicto principal. Por lo que la síntesis es fundamental, sin que pierdan la gracia propia del clown, sus peripecias, sus caminos no convencionales para encontrar la solución y sobre todo con el encanto de lo poético y lo instructivo al transmitir valores a los pequeños que vean el programa.

Este ha sido quizás, el principal reto para mí como guionista y desde allí se expande a las demás especialidades que conforman el material.

Lo interesante, es que hemos visto en los pequeños televidentes como se ha logrado el propósito, con el indispensable apoyo de la edición, banda Sonora, así como el fabuloso trabajo de animación 2D y la dirección general.

Con La casa de Papote hemos aprendido a llevar el lenguaje clownesco a la pantalla desde los recursos expresivos de este medio. Haber pensado en un lugar común como la casa mágica del anfitrión a la que llegarán diferentes personajes con sus conflictos y que Papote junto a los amigos que viven con él intentarán ayudar a resolver logran mantener la atención de la audiencia y lograr que estos interactúen de manera espontánea con los personajes y sus situaciones a través de la pantalla, elemento indispensable para el clown que en el teatro es vital para su proyección artística.

El trabajo de animación permite lograr efectos y transiciones que en el teatro son imposibles de lograr y ni siquiera imaginar, en cambio, el uso adecuado y coherente según las propias situaciones dramatúrgicas lo han hecho posible crear elementos ya característicos de esta casa mágica, ir de una habitación a otra sólo tirando de una cuerda, por solo poner un ejemplo.

Una complejidad que tuvimos que enfrentar, fue el trabajo actoral, aun cuando cada actor del elenco tiene muy definido su personaje clown, contener la gestualidad, el uso mínimo del espacio, la expresión de la máscara facial sin salir de los planos, así como la colocación y proyección a un nivel de emisión moderado, hicieron un reto mayúsculo para el equipo, pues para el teatro todos estos elementos son expresados en una dinámica espacial y de energía actoral a mayor escala. A esto sumarle la interacción con los personajes animados, ya que durante el rodaje estos no se encuentran en físico, ni se tiene una referencia visual de estos, por lo que exige mucha concentración, definición de detalles, ajustarse exactamente a las pautas, marcas y un trabajo actoral muy orgánico.

La casa de Papote, nos ha permitido aprender un nuevo lenguaje y a la vez adecuar el del teatro al audiovisual. El reto ha sido ese, que el resultado en pantalla sea divertido, pero sin dejar de tocar temas que contribuyan, con su exposición y solución al crecimiento intelectual y espiritual de nuestros pequeños televidentes.

Por nuestra parte, está todo listo para una próxima temporada, están escrito los 20 guiones de la nueva entrega que esperamos pronto tengamos todo el apoyo de Cubavisión, quien ha acogido y apoyado desde el principio esta útil propuesta, que es a su vez, un modesto homenaje y sincera devolución a quienes cuando niño veía desde mi tv en blanco y negro. Gracias a Trompoloco, Armando Calderón, Ferdinando, Chaplin, Buster Keaton, por ayudarme a crecer como ser humano a través de la inigualable magia de la pantalla.

Hemos tenido la fortuna de poner en pantalla este proyecto, resultado de años de trabajo teatral y también de proyectos anteriores para programas infantiles desde el canal de Tunas Visión pero no cabe dudas que otros colectivos teatrales en la isla, que tienen mucho que mostrar, pudieran sumarse a este propósito televisivo, de realizar producciones nacionales  para los pequeños de casa aprovechando todo el potencial artístico, creativo e imaginativo, de varias de nuestras más importantes compañías teatrales.»

 

Para Rubén Darío Salazar quién recibiera, junto a su compañero de obra y vida Zenén Calero, los merecidos Premios Nacionales de Teatro en el año 2020, me comentó con ese entusiasmo que contagia: «Hemos vivido una experiencia que tiene mucho que ver con la situación coyuntural del país y del mundo en el periodo pandémico, y me alegro. Fue redirigir la mirada del trabajo en el teatro a una virtualidad poderosa, que se extiende kilómetros y kilómetros en un instante. Pasamos primero de la sala y los parques y escuelas de forma presencial al móvil telefónico y de ahí a la pequeña pantalla. Dos mundos distintos y en esencia iguales si lo que pretendemos es estimular valores en la infancia. Abrazar otra técnica de creación no elimina a nuestra esencia escénica, al contrario, la enriquece, la dinamita y amplifica nuestros mensajes de cultura y paz.

Difícil no ha sido. Nada que se haga con placer es difícil, arriesgado sí y tentador, pero no limitante ni zozobra espiritual. En mi caso yo tuve la suerte de trabajar con especialistas del universo audiovisual, eso te permite avanzar con seguridad. Sea con Miriel Santana o con el equipo de La Rueda, más preguntando, investigando, observando, respetando obras anteriores hemos ido conformando nuestra poética que le debe a tantos. La presencia de Pelusin del Monte en Corazón Feliz es un homenaje a Las aventuras de Pelusin del Monte en CMQ Televisión entre 1961 y 1963, la de la muñeca Libélula un homenaje a El mundo de los niños conducido por Carucha Camejo, Carmen Solar y Dinorah del Real en el mismo canal. Amigo es un tributo a Consuelito Vidal, a Celia Torriente y Enriqueta Almanza, a Ulises García que lo animaba, a Hortensia Soto o Estrellita la conductora del programa. Nuestro Alelé es el payasito de Ulises García, proveniente del Teatro Nacional de Guiñol, en la Revista de la Mañana. Todos muñecos de Pepe Camejo, maestro de los titiriteros de Cuba. Está traslación no ha sido solo edificante, sino festiva, de crecimiento, un salto al corazón de la patria de la que la televisión forma también parte.

Corazón feliz ya va para tres años el próximo 5 de septiembre, y ya han venido los reconocimientos en concursos como el Caricato y el Felix B. Caignet de la Uneac. Al programa musical de televisión se le han sumado las series El mundo de los títeres y Adivina Adivinador, presente en actividades nacionales e internacionales. Videos clips con los Estudios de Animación de la Cubavisión y del ICAIC. Tres teleteatros de nuestros espectáculos más exitosos (Alicia en busca del conejo blanco, Los zapaticos de rosa y Todo está cantando en la vida), un Encuentro Internacional de Artes para la infancia que comparte virtualidad y presencialidad y ya va para su cuarta edición. No puedo dejar de mencionar en este salto o convivencia entre la pequeña pantalla y las tablas a Rochy Ameneiro y Rafael Pérez Insua. Tener madre, padre y casa es caminar seguro. Gente que ama y defiende la infancia sin prejuicios ni ñoñerías. Personas que hacen falta para alcanzar lo soñado o lo que aún se está por soñar.

Con la emoción que vivimos durante estos días en los que el teatro llenó plazas, parques, y calles de Matanzas me despedí de mis amigos entrevistados, pero también con la certeza de que tener su obra en nuestra televisión es un regalo que todos hemos disfrutado aprendiendo, sin percibirlo, en cada entrega.»

LO ÚLTIMO DEL SITIO
Temas

Jordanis Guzmán Rodríguez
En pantalla

Ivón Peñalver / Fotos: Cortesía del proyecto
Eventos

María Regla Figueroa Evans / Fotos: Cortesía de la entrevistada
Articulos favoritos

Valia Valdés / Fotos: Cortesía del entrevistado
Temas

Luis Casariego / Fotos: Cortesía de algunos entrevistados

Plataforma WEB de la Televisión Cubana Copyright © | tv.cubana@icrt.cu  |  23 y M, Vedado | Código Postal 10200 | La Habana CUBA          

SIGUENOS

CARTELERA DE CANALES NACIONALES