En pantalla
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- Escrito por: Jordanis Guzmán Rodríguez
- Categoría: En pantalla
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Los programas de participación y de conocimiento han evolucionado de la misma forma que lo ha hecho la televisión en sus más de siete décadas de existencia. Tales formatos, a nivel internacional han tenido que reinventarse una y otra vez, hasta llegar al siglo XXI, en el que la espectacularidad, la exposición de las intimidades humanas o el escándalo parecen ser la fórmula para el éxito.
La televisión cubana siempre ha tenido bien claro el tipo de contenido a ofrecer a sus audiencias; un contenido donde competir no signifique masacrar, ni donde el perdedor se considere un mal jugador, sino todo lo contrario. En la historia de nuestra televisión no son pocos los programas de participación que han probado la efectividad y gusto popular del formato. Pero el arribo de este nuevo siglo, el contacto con materiales foráneos de gran factura y el alto nivel cultural de nuestra población, movilizó la creatividad de un realizador, que vio en la mezcla de la cultura general y el humor, un nuevo camino para entretener aprendiendo.
Gustavo Fernández Larrea es ese gran hacedor de formatos –no olvidemos jamás su ¿Jura decir la verdad?– que entendió la necesidad de un programa de conocimientos, agilidad mental y humor, para amenizar las noches de la familia cubana. Larrea, consciente o no, ha influenciado culturalmente a varias generaciones de cubanos con un selecto club que hace mover las neuronas y las manos de sus competidores, para ser los primeros en apretar el botón.
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