Para celebrar su cumpleaños, este 16 de julio, el actor Enrique Bueno rememora algunos de sus personajes
Cuando nos comunicamos con él para una entrevista, se mostró sorprendido entonces le explicamos quienes éramos y el motivo y enseguida accedió y nos ofreció su preciosa y acogedora casa.
Amable, educado y buen comunicador, nos cuenta de sus orígenes, completamente empíricos, pues comenzó en su natal Camagüey, en el grupo de aficionados Teatro del Viento, en el año 1998.
Como su padre trabajaba en La Habana, se embulló a presentarse en el Instituto Superior de Arte (ISA) y dos veces lo suspendieron. Pero eso no hizo que se arrepintiera de ser actor. Se presentó en un casting en el grupo de teatro Hubert de Blank y fue aceptado para trabajar en la obra “Vivir del cuento”.
Recuerda con mucho cariño el tremendo elenco que integró y le daba temor equivocarse. Pertenecía a ese grupo una actriz que lo había suspendido en las pruebas del ISA y un día le peguntó por qué no era graduado del alto centro de estudios. Él le respondió que ella estaba entre los que lo habían suspendido dos veces.
En el Huber de Blank trabajó en varias obras, sobre todo de los clásicos como “Fuenteovejuna”, “Don Juan Tenorio”, con el personaje de Don Luis.
La televisión llegó para él en el 2003. Entonces lo llama Vicente González Castro para hacer un papel secundario, con el cual estuvo nominado entre los mejores actores del año. Poco tiempo después, Cheíto González le propone el rol de Leroy, que el asegura lo lanzó a la popularidad.
“Muchos recuerdan esa actuación y todavía hay quien me para por la calle para hablarme de Leroy; La química con Blanca Rosa Blanco fue ideal”, apunta.
También destaca que ha tenido que asumir papeles de hombres mayores, como en la obra “Cuatro menos”, hasta se rapó la cabeza para aparentar 50 años. Le agradó muchísimo la telenovela Aquí estamos , pero sigue amando el teatro, “donde mu siento muy cómodo”, sostiene.
Además de su exitosa carrera, Enrique Bueno ha logrado construir una familia hermosa. Tiene una hija preciosa que lo llena de orgullo.
Desde esta publicación le deseamos, en nombre de colegas y amigos, muchas felicidades; con la esperanza de que Enrique continúe honrando en la vida artística y profesional su apellido.