La película que dirige Alejandro Gil refleja la historia de cuatro personajes en el campo de batalla angolano
La película La emboscada, del director y guionista Alejandro Gil participa del XXXVII Festival de Cine Latinoamericano, pero con carácter no competitivo. El nuevo filme trata sobre las batallas libradas en la selva angolana por los cubanos contra los militares sudafricanos e integrantes de las bandas de la UNITA.
La cinta producida por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) también revela las secuelas psíquicas, sociales y espirituales dejadas por la confrontación en la mente y en el universo subjetivo de los combatientes y sus familiares más cercanos.
Cuenta con las actuaciones en los papeles protagónicos de Patricio Wood, que encarna a Calixto, Tomás Cao en el papel de Rigoberto, Caleb Casas como Javier, y Armando Miguel Gómez en la piel de Tony.
Completando el elenco se encuentran: Néstor Jiménez, María Teresa Pina, Leonardo Benítez, Alejandro Cuervo, Amelia Reyes y Ariadna Núñez, quienes muestran en sus actuaciones la huella que puede dejar la guerra en los seres queridos, así como el dolor, la desesperación y el sentimiento de supervivencia de aquellos que participan de una u otra forma en una contienda bélica.
La emboscada está narrada en tres tiempos dramáticos y se ubica en el campo de batalla de Angola. Los protagonistas deben luchar por sobrevivir en condiciones muy adversas y hostiles. Sus historias personales comenzarán a develarse a partir de enfrentarse a la escasez de recursos, el desgaste físico y las contradicciones, que provocarán conductas inesperadas las cuales pondrán en peligro cualquier posibilidad de sobrevivencia.
En su largometraje, Alejandro Gil trata las relaciones humanas en situaciones límites, incluyendo en su hilo conductor las desavenencias ideológicas y las situaciones signadas por el machismo y la homofobia que genera conflictos entre padres e hijos con maneras diferentes de pensar, sentir y actuar frente a la realidad que los circunda.
La idea de Gil surgió durante sus años como realizador audiovisual en las Fuerzas Armadas Revolucionarios, cuando pudo acercarse a las experiencias de personas que vivieron la guerra.