Tv-Historias
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- Escrito por: Mayra Cue Sierra Fotos: Archivo
- Categoría: Historia
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Hoy contamos con un gran proyecto estatal para preservar, conservar y rescatar las imágenes en variados soportes
Desde octubre de 1950, las imágenes en movimiento en los hogares generaron un impacto comunicativo, ideológico, simbólico y cultural de monumentales dimensiones. Casi setenta años después, aún no hemos identificado, caracterizado y divulgado muchos de sus procesos, relaciones, prácticas, aportes y singularidades.
Durante la III Convención de Radio y Televisión -celebrada en junio pasado en Varadero- debí ofrecer una conferencia sobre la preservación del patrimonio televisivo1, pero un accidente familiar me impidió hacerlo.
Hagamos un poco de historia:
Por su profusión de sus obras, horas de emisión y públicos, los aportes históricos, artísticos y culturales radiales-televisivos se consideraron meros soportes de las artes escénicas y plásticas, la dramaturgia, el diseño, la información y la comunicación. Desde los años sesenta pasados, el francés Edgar Morín2 identificó estas creaciones como “la más novedosa forma de la cultura” que durante su concepción, creación, producción y emisión forjan una expresión cultural peculiar.
Hasta 1958 nuestra radiodifusión lideraba el universo mediático en habla hispana.
La televisión fundacional de la primera década alternaba el uso de gigantes cámaras con la producción realizada en soporte fílmico cinematográfico, que por su composición físico-química imponía un laborioso proceso para lograr el producto final. Las usadas en la televisión3 eran reversibles y constituyen uno de los soportes más vulnerables del patrimonio histórico-cultural moderno.
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