“El público y la televisión en el verano 2002-2013. Aspectos positivos y negativos” fue el tema debatido en el espacio mensual “Moviendo los Caracoles”, que auspicia la Asociación de Medios Audiovisuales y Radio, y tiene como sede habitual la sala Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC).
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del doctor Avelino Couceiro Rodríguez, presidente de la sección de Crítica e Investigación, quien les dio la más calurosa bienvenida a las especialistas del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), a los funcionarios de la pequeña pantalla convocados al efecto, así como al público presente.
La actividad se estructuró en forma de panel, integrado por las investigadoras Somalia Gutiérrez, Adys Martínez, Yaimara Sánchez y Lili Rodríguez, del CIS-ICRT.
Ante todo, las ponentes se refirieron a los antecedentes históricos de la programación de verano en la pantalla chica insular, que se inició en 1978, y coincidió en tiempo con la celebración del XI Festival Internacional de la Juventud y los Estudiantes, que tuviera lugar en la capital cubana.
Posteriormente, comentaron los hallazgos de las encuestas preliminares realizadas durante las primeras semanas de comenzada la programación estival correspondiente a este año.
Entre los resultados estadísticamente significativos se registran, entre otros, el elevado porcentaje (90 %) de teleaudiencia en La Habana, la ampliación de los canales nacionales (a los históricos Cubavisión y Tele Rebelde se les sumó el Canal Educativo, el Canal Educativo 2 y Multivisión), y la tendencia —muy bien acogida por los televidentes entrevistados— a perfilarlos (por ejemplo, Tele Rebelde es el canal deportivo, el Canal Educativo el musical —dicho perfil se ha cumplido solo en parte— y Multivisión el canal cinematográfico, sobre todo los domingos, y de las teleseries foráneas, caracterizadas —básicamente— por su excelente factura estético-artística).
Según los hallazgos de las encuestas, la televisión es el medio preferido por los cubanos y las cubanas que viven en la Ciudad de las Columnas, y que cada vez se tornan mucho más exigentes con la programación habitual en general, y concretamente, con la elaborada para los meses de verano, donde chicos y grandes disfrutan de unas bien ganadas vacaciones, y por ende merecen una programación, signada —en lo fundamental— por la calidad estético-artística, instructivo-educativa y de entretenimiento que deben caracterizar las ofertas audiovisuales en esos meses del año.
Entre los espacios preferidos por los telespectadores citadinos encuestados, se encuentran: Tras la huella, Al mediodía, Vivir del cuento, Cuadro a Cuadro, la telenovela brasileña Avenida Brasil, recién finalizada, el Noticiero Nacional de Televisión(Cubavisión).
El Mundial de Fútbol, la revista matutina Buenos días y Todo deporte (Tele Rebelde). La telenovela colombiana Pecados Capitales, recién concluida, y Cinema joven (Multivisión). Tras la huella (reposición), Blanco y negro ¡no! (reposición) yEsposas desesperadas (Canal Educativo).
Buenas tardes (Canal Educativo 2) y Tele Sur (noticias), que sale al aire por dicho canal.
No obstante, los resultados positivos, que son indiscutibles si los comparamos con los de años precedentes, los encuestados manifestaron algunas inconformidades: el hecho de que salieran de la parrilla de programación espacios estelares como Entre tú yo, el cambio de horario en el popular espacio musical Lucas, que ahora se transmite los domingos a las 5:00 p.m., los reajustes de última hora en la programación, sobre todo en la nocturna, donde se anuncia un espacio y sale otro, así como la falta de promoción de los programas radiales y televisivos en los medios locales de prensa, entre otras insatisfacciones que disgustan —en grado sumo— a los telereceptores.
Por último, se generó un debate entre las especialistas del CIS-ICRT y el auditorio.
Couceiro Rodríguez formuló una pregunta relacionada con los métodos empleados en la obtención de la información que llega a los expertos a través de las encuestas aplicadas a la población.
En respuesta a dicha interrogante, las panelistas explicaron la metodología utilizada por los encuestadores para obtener los datos, los cuales son analizados con objetividad científica…, pero como toda actividad realizada por seres humanos están mediatizados por el factor subjetivo, que no se puede subestimar a la hora de efectuar las valoraciones correspondientes.
La locutora y periodista Rosalía Arnáez, presidente de la Asociación de Medios Audiovisuales y Radio, indagó acerca de cómo la dirección del ICRT acepta o no los resultados de las encuestas llevadas a cabo por el CIS y qué camino le dan a esa valiosa información.
La función desempeñada por el CIS —precisaron las ponentes— es facilitarles a los funcionarios del organismo esas herramientas metodológicas para que, como decisores que son, están en el ineludible deber ético de efectuar los ajustes necesarios a la programación audiovisual; arreglos propuestos no solo por la población entrevistada, sino también por los investigadores que laboran en dicha dependencia.
Sin embargo, los funcionarios del ICRT alegan, en ocasiones, falta de presupuesto económico y de infraestructura para poder llevar a la práctica los ajustes sugeridos por los televidentes y por los especialistas del CIS.
A propósito, un miembro del equipo de realización del popular espacio Tras la huella argumentó que los estudios fílmicos del Ministerio del Interior (MININT), tienen muy en cuenta los informes remitidos por el CIS-ICRT, y devenidos indicadores metodológicos indispensables a la hora de seleccionar los temas, escoger a los actores y actrices que integrarán el elenco artístico y demás pormenores inherentes a un audiovisual que cuenta con tan elevado nivel de aceptación en la población insular.